Un estudio llevado a cabo en la Universidad de Duke muestra que reducir la ingesta calórica diaria unas 300 calorías, o el 25% de las que acostumbres a consumir, puede tener un impacto beneficioso en la salud.

La investigación, publicada en la prestigiosa revista The Lancet, confirma en humanos lo que ya se sabía a partir de las decenas de trabajos realizados con animales delaboratorio, que la reducción de la ingesta calórica alarga la vida y reduce la incidencia de enfermedades.

Reduce peso, colesterol y azúcar en sangre (y también la inflamación)

El estudio norteamericano indica que reducir la ingesta en aproximadamente 300 calorías al día durante dos años mejora los niveles de colesterol, la presión arterial y el azúcar en la sangre. También reduce los marcadores de inflamación.

La investigción se efectuó con 143 hombres y mujeres sanos con menos de 51 años de edad. Aunque recibieron instrucciones para reducir su ingesta calórica un 25, la media no consiguió bajar del 12%. Esta reducción implicó una pérdida de peso media del 10% (de 5 a 7 kg).

El director del trabajo, el doctor William E. Kraus, cardiólogo y profesor, afirma que las mejoras de salud observadas en los participantes fueron mayores de lo que cabía esperar únicamente por la pérdida de peso.

"La magnitud del cambio fue bastante sorprendente", explica Kraus, tanto que no se obtendrían tan buenos resultados y reconoció que todavía no se comprende cómo la restricción calórica produce tantos beneficios.

Aún no se puede afirmar categóricamente que la reducción calórica propuesta pueda alargar la vida o reducir la incidencia de enfermedades concretas. Sin embargo, las personas con sobrepeso, tensión arterial alta o colesterol elevado harían bien en probar esta estrategia.

Reducir la ingesta de calorías no debe conllevar en modo alguno un riesgo de experimentar deficiencias nutricionales. Para eliminar 300 calorías de nuestra dieta podemos empezar por las grasas saturadas, los azúcares añadidos y los alimentos ultraprocesados. Podemos sustituirlos por alimentos saludables como hortalizas, legumbres y frutas.

Aumentar la ingesta de alimentos ricos en fibra ayuda a reducir calorías sin pasar hambre.

Referencia científica:

William Kraus et al. 2 years of calorie restriction and cardiometabolic risk (CALERIE): exploratory outcomes of a multicentre, phase 2, randomised controlled trial. The Lancet: Diabetes & Endocrinology.