La gran mayoría de alimentos que las gestantesdeben excluir de su dieta son de origen animal, así que si eres omnívora te puede interesar mucho conocer cuáles son estos alimentos y las alternativas vegetarianas.

Una dieta vegana basada en alimentos naturales enteros, complementada con vitamina B12 y los suplementos protocolarios de ácido fólico y yodo que se prescriben a todas las embarazadas, es perfectamente adecuada.

10 alimentos prohibidos para las embarazadas

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1. Quesos mohosos

Los quesos azules, como el azul danés, el gorgonzola y el roquefor, y los quesos blancos que muestran moho, como el queso brie, el camembert o el chèvre.

Este tipo de quesos son menos ácidos y húmedos que los quesos curados duros, lo que los convierte en un medio de cultivo ideal para bacterias dañinas como la listeria. La listeriosis es rara, pero las embarazadas son 20 veces más vulnerables que el resto de personas.

Es muy importante evitar el riesgo de contraerla pues la listeria atraviesa la placenta, llega al feto y puede provocar un aborto espontáneo, muerte fetal o enfermedades graves en el recién nacido.

Las mujeres que siguen una dieta vegana pueden seguir consumiendo las alternativas al queso a base de anarcardos que no hayan sido fermentadas o que se hayan pasteurizado.

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2. Huevos

Una embarazada no puede consumir huevos crudos ni ligeramente cocidos porque pueden estar contaminados con salmonela. Aunque una infección con salmonela es muy poco probable que dañe al bebé, te puede dejar muy débil y deshidratada por culpa de la diarrea y los vómitos que pueden durar días.

Como en el caso de los quesos, los veganos no tienen ese riesgo. Sin embargo, pueden seguir disfrutando de las tortillas y otras preparaciones con alternativas vegetales al huevo.

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3. Carne poco cocida

La carne cruda o poco hecha es peligrosa en el embarazo debido al riesgo potencial de contraer toxoplasmosis, una infección causada por un parásito que se encuentra en la carne y que puede producir retraso mental, ceguera y epilepsia en el niño.

También puede encontrarse en la leche de cabra no pasteurizada, las heces de gato o el agua no tratada adecuadamente.

Toda la carne se debe cocinar bien, de manera que no que sangre ni muestre zonas de color rosado. Y después de cocinarla se deben limpiar a conciencia todas las superficies con las que haya estado en contacto la carne.

Una vez más, las mujeres veganas están a salvo y pueden obtener las proteínas que necesitan de las fuentes vegetales: legumbres, derivados de la soja como el tofu, seitán, semillas, frutos secos y cereales.

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4. Paté de hígado

El paté de hígado y otros alimentos que contienen este órgano son demasiado ricos en retinol (vitamina A) para para una embarazada. Un exceso de vitamina A puede dañar al bebé.

El problema no existe si obtienes la vitamina A de los vegetales ricos en betacaroteno. Este pigmento que da calor a las zanahorias, los albaricoques o las calabazas es transformado por el hígado en vitamina A a medida que el cuerpo la necesita.

Los patés vegetales como el hummus de garbanzos o el de lentejas son nutritivos y seguros.

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5. Pescado azul grande

El atún rojo, el pez espada (emperador), el cazón, el lucio y la caballa real son especies de pescado graso que pueden contener un dosis peligrosa de mercurio, un metal pesado tóxico para las neuronas. También puede contener dioxinas cancerígenas y bifenilos policlorados, que son disruptores endocrinos.

Las autoridades sanitarias españolas y de muchos otros países del mundo recomiendan a las embarazadas que consuman otras especies de pescado: especies pequeñas como la sardina y pescados blancos.

Los pescados azules son ricos en los saludables ácidos grasos omega-3, pero las embarazadas pueden obtener la cantidad que necesitan de fuentes vegetales como el aceite y las semillas trituradas de lino, las nueces y las semillas de chía.

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6. Marisco crudo

Las otras y otras especies de marisco que se comen crudas pueden intoxicarte con bacterias y virus dañinos.

Si quieres disfrutar del sabor a mar, prueba las algas (basta una cantidad muy pequeña).

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7. Cafeína

La cafeína se absorbe rápidamente y llega hasta la placenta y el feto, que no dispone de las enzimas necesarias para metabolizarla. Un exceso aumenta el riesgo de que el bebé nazca con poco peso, lo que aumenta las probabilidades de sufrir problemas de salud en el futuro, entre ellos diabetes y enfermedad cardíaca. Demasiada cafeína también puede causar un aborto espontáneo.

Además de en el café, la cafeína se encuentra naturalmente en otros alimentos, como el (incluido el té verde) y el chocolate, y se agrega a algunos refrescos y bebidas energéticas.

Ten en cuenta que algunos medicamentos que se venden sin receta médica para tratar los síntomas del resfriado y la gripe pueden contener dosis altas de cafeína.

Si estás acostumbrada a tomar café puedes sustituirlo por infusiones de manzanilla o hierbabuena. El sabor es muy diferente, pero el ritual y el calor te pueden reconfortar tanto o más que un café.

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8. Germinados

Existe la posibilidad de que en los germinados de soja, alfalfa y otros se desarrolle la salmonela. El lavado no es suficiente para garantizar su eliminación, por lo que las embarazadas no deben consumirlos crudos.

En general, durante el embarazo debes poner especial cuidado al lavar frutas y verduras.

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9. Alcohol

Por supuesto, las mujeres embarazadas no deben consumir ni gota de alcohol, que aumenta el riesgo de aborto y muerte fetal. Una dosis muy pequeña ya puede afectar negativamente el desarrollo cerebral y la salud del bebé.

El alcohol puede provocar síndrome de alcoholismo fetal, que conlleva deformidades faciales, defectos en el corazón y retraso mental.

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10. Alimentos procesados

Los platos preparados que se encuentran en los supermercados pueden resultar muy cómodos, pero suelen aportar pocos micronutrientes y demasiadas calorías, sal, grasa y azúcares.

Como las mujeres embarazadas tienen necesidades aumentadas de micronutrientes, es especialmente importante que eviten los alimentos procesados muy calóricos y que prefieran los alimentos enteros naturales muy ricos en micronutrientes, como las hortalizas, los frutos secos, las semillas, las legumbres y las frutas.

Los azúcares que se añaden a los platos preparados, la bollería industrial o los refrescos multiplican el riesgo de sufrir obesidad y diabetes gestacional, que puede llevar a complicaciones en el parto y aumenta el riesgo de que el niño tenga sobrepeso.