Qué alegría ir por la vida, sentir ganas de tomar un refrescante zumo y poder encontrarlo cada vez en más lugares. Lo cierto es que las virtudes de estas sencillas preparaciones están calando y la demanda no para de crecer. Hoy por hoy podemos encontrar zumos muy creativos: ¡el mítico de naranja ya tiene otros compañeros!

Pero también, y sobre todo, podemos prepararlos nosotros mismos. Tomar zumos frescos es una excelente opción para ingerir en forma líquida los nutrientes de frutas, verduras, semillas, raíces… Además resulta ideal para llevar y tomar donde apetezca.

Exprime tus vegetales sin perder nutrientes

Lo más habitual a la hora de elaborar zumos en casa es utilizar un exprimidor, un extractor de zumos o una batidora.

Si solo cuentas con un exprimidor de zumo, te será útil, pero has de tener en cuenta que con el exprimidor, sea manual o eléctrico, solo podemos extraer el zumo de los cítricos, como la naranja, el limón o el pomelo. También, si queremos, el de las granadas.

Una alternativa para tener más opciones es utilizar una extractora centrifugadora. Con este tipo de máquina puedes tranquilamente hacer zumo de otras frutas. Las rompen rápidamente y separan la pulpa del zumo mediante unos filtros.

Las extractoras centrifugadoras son bastante económicas y las hay de muchos tipos. Sin embargo, tienen desventajas. Al ser muy rápidas, aportan aire al zumo, que se oxida antes, y generan calor, lo que afecta a sus nutrientes.

Si no tienes extractora y quieres hacer zumo de manzana, por ejemplo, la alternativa es triturarlas con una batidora de vaso o de mano y luego pasarlo por una bolsa de tela de algodón o nylon usándola de filtro. Quedará el zumo por un lado y la pulpa en la bolsa. Esta técnica es similar a la de hacer leches vegetales. Puedes probar con uvas y obtendrás un mosto sanísimo.

Nosotros aconsejamos utilizar una extractora de zumos cold-press. Las hay manuales y eléctricas, verticales u horizontales.

5 buenas razones para elegir una extractora cold-press

Las extractoras de zumo cold-press tienen unas cuchillas en forma de espiral o tornillo que primero aplastan y rompen los vegetales lentamente y después los presionan para que pasen por un filtro que separa la fibra o pulpa del zumo. Esto tiene varias ventajas que las convierten en una gran opción para sacar partido a tus zumos vegetales:

  1. Estas extractoras de zumos son mucho más lentas que las centrifugadoras, con lo que se conservan mejor los nutrientes
  2. Por el mismo motivo, se conservan mejor tanto los sabores como los colores y el zumo sabe riquísimo.
  3. Al no tener fibra, los zumos se digieren bien y el aparato digestivo absorbe con facilidad los nutrientes.
  4. El filtro es tan fino que puedes obtener el zumo de hojas verdes o germinados, e incluso hacer leches de frutos secos o cremas.
  5. Al separarte la pulpa por un lado y el zumo por otro, puedes aprovechar la pulpa en otras recetas.

Cómo elaborar y tomar tus zumos

Los zumos frescos, al no ser sometidos a alta temperatura, conservan sus enzimas, color y energía. Además los zumos llenan, por lo que son una buena manera de satisfacer el momento de hambre. Se usan para hacer ayunos, ayudan a adelgazar y también a desintoxicar.

A la hora de prepararlos es importante tener en cuenta estos consejos:

  • Elige principalmente alimentos de la estación, a ser posible de agricultura ecológica.
  • Al principio puedes hacerlo con un solo ingrediente, y luego ir investigando combinaciones con dos, tres o más. Puedes poner las frutas o verduras peladas o sin pelar.
  • Si vas a usar la pulpa, pélalas para que quede con un color y textura uniformes.
  • A la hora de beberte el zumo, recuerda que la digestión empieza en la boca, así que para mejorar su asimilación te recomendamos ensalivar los zumos "masticándolos". ¡Ten en cuenta que estás comiendo 3 o 4 piezas de frutas a la vez!

Algunas ideas para aprovechar la pulpa de tus vegetales

Una de las preguntas que más nos hacen es qué se puede hacer con la pulpa que nos sobra en la extractora cold-press después de prepararse los zumos, ya que se suele echar a la basura y queda esa sensación de estar desperdiciando comida. Pues bien, la de algunos ingredientes se aprovecha más fácilmente que la de otros.

  • Pulpa de las hojas verdes: al ser muy fibrosa, preferimos llevarla al compost, aunque con creatividad seguramente podremos darle algún uso.
  • Pulpa de frutas u otras verduras: existen mil posibilidades, pero puedes hacer, por ejemplo, hamburguesas, croquetas o galletas deshidratadas, o aprovecharlas en patés o en postres.

¡Te invitamos a investigar!