El sedentarismo, el estrés y una mala alimentación provocan un envejecimiento acelerado y problemas de salud. En muchos casos estos se vuelven crónicos.

En cuanto a la alimentación podemos mantener una dieta antiaging con alimentos vegetales, frescos, preferentemente ecológicos y lo menos elaborados posible.

7 claves nutricionales para una dieta antiaging

Puedes mejorar tu alimentación fácilmente incorporando estas claves nutricionales.

1. Añade verde a todas las recetas

La clorofila, que pinta de verde las plantas, es depurativa y antioxidante. Además el verde revela la presencia de carotenoides que también lo son, y de ácido fólico, esencial para el buen estado del sistema nervioso.

Por eso recomiendo el consumo diario de muchas hojas verdes, sobre todo tiernas, en forma de ensaladas y también como ingredientes de otros platos.

2. Aficiónate a los batidos y zumos

Al tomar batidos y zumos con ingredientes vegetales aumentamos la cantidad de estos alimentos en nuestra dieta. Presentan la ventaja de que al estar mucho mejor triturados de lo que los triturarían nuestros dientes, resultan más digestivos y los nutrientes y compuestos vegetales beneficiosos se aprovechan de manera más eficaz y con menor esfuerzo.

3. Aprovéchate de la variedad

Las plantas contienen sustancias –como los alcaloides y los oxalatos– que deben consumirse con moderación. Por otra parte, los antioxidantes de diferentes alimentos se combinan y potencian sus efectos.

Son dos razones para recurrir a la mayor variedad de productos (varios tipos de verduras de hoja, en lugar de una sola, por ejemplo) y combinarlos con creatividad.

4. Aumenta los crudos poco a poco

Hacerse crudivegano de la noche a la mañana no es una buena idea. Para empezar, no todo se puede comer crudo: las berenjenas, las patatas y otros tubérculos y raíces se cocinan. Las legumbres secas y los cereales también se pueden germinar y posteriormente deshidratar en algunos casos.

Lo mejor es aumentar la presencia de ingredientes crudos poco a poco, observando cómo nos sentimos, hasta que representen un 70% del total de alimentos que consumimos.

5. Cuidado con los ayunos "milagrosos"

Los ayunos tienen utilidad terapéutica, pero no recomiendo hacerlos para adelgazar o como requisito previo a una dieta más sana.

No falta quien promete un aspecto radiante y rejuvenecido en pocos días, pero lo cierto es que el ayuno moviliza tóxicos acumulados en el cuerpo, lo que puede tener consecuencias negativas.

6. Sigue los ritmos de tu cuerpo

Tu cuerpo sabe qué hora es. Los procesos fisiológicos se adecúan al momento del día. Tenlo en cuenta al programar tus comidas.

De 4 a 12 h se produce la fase de eliminación, el cuerpo activa los procesos de depuración y evacuación. Toma un vaso de agua tibia con zumo de limón nada más despertarte y el desayuno lo más tarde que puedas.

De 12 a 20 h está la fase de asimilación y el cuerpo maximiza la apropiación de los nutrientes. Puedes almorzar a partir de las 12 y hasta las 16 horas. Procura cenar antes de las 20 horas.

De 20 a 4 h tiene lugar la fase de regeneración. En ella el cuerpo utiliza los nutrientes adquiridos para reparar y regenerar células y tejidos. Conviene que la cena temprana sea rica en proteína (legumbres, semillas, frutos secos…) e irse a descansar en torno a las 22:30

7. Consume alimentos que te rejuvenecen

El poder antioxidante de los siguientes alimentos está probado y enriquecen de sabor y salud todo tipo de platos.

  • Clavo de olor: es la más antioxidante de las especias. Utilízala junto con plantas aromáticas.
  • Nueces pecanas: son muy ricas en la antioxidante vitamina E, en zinc y en manganeso.
  • Bayas de saúco: se toma la infusión de bayas secas, hecha a temperatura ambiente.
  • Ciruela pasa: poseen antocianinas antioxidantes y mucílagos que limpian el intestino.
  • Jengibre fresco: contiene compuestos (shogoales) con poder antioxidante y antiinflamatorio.
  • Cáñamo: el aceite es rico en omega-3 , necesario para la salud vascular y nerviosa.
  • Kale: abunda en carotenos y contiene el triple de calcio que el brócoli.
  • Açai: en zumo o fruto, posee una gran concentración de antocianinas.
  • Cacao: es uno de los alimentos más antioxidantes. Úsalo puro.