La clave es una alimentación variada
El organismo dispone de un complejo mecanismo defensivo que es importante cuidar mediante una alimentación equilibrada que asegure todos los micronutrientes y macronutrientes.
- Es importante asegurarse la ingesta de todos los aminoácidos esenciales, mediante, por ejemplo, la adecuada combinación de alimentos proteicos de origen vegetal.
- Lo adecuado es también mantener una ingesta adecuada de grasas con un predominio del aceite de oliva y un correcto equilibrio entre las grasas poliinsaturadas omega-3 y omega-6.
- Los hidratos de carbono complejos, ricos en fibra, sobre todo los cereales integrales sin refinar y sus derivados, estimulan moderadamente el sistema inmunitario por su contenido en fibra y por el germen del cereal, rico en grasas insaturadas de alta calidad biológica.
- Minerales como el zinc, el selenio, el hierro o el cobre resultan también imprescindibles.
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