Muchas veces nos preguntamos la manera de poder saber leer y comprender cada ingrediente que está presente en la formulación de los productos que consumimos, no solo a nivel gastronómico y alimenticio, sino a nivel tópico y de belleza.

Cada día la gente se preocupa por recibir una información real de lo que consume, por que cada vez las personas quieren más transparencia y honestidad.

Las personas empezamos a comprender que todo está conectado y que no sirve de nada alimentarnos bien si luego aplicamos productos dañinos en nuestra piel

Como comento en las líneas anteriores, no es una preocupación puntual, sino a nivel global.

Las personas empezamos a comprender que todo está conectado y que no sirve de nada alimentarnos bien, si luego aplicamos productos dañinos en nuestra piel e, igualmente, no sirve de nada cuidar nuestra cosmética, si luego nuestra alimentación es de mala calidad.

Evidentemente yo soy una gran defensora de la cosmética no solo natural, si no orgánica y ecológica. En este post me quiero centrar en explicaros de forma breve como se formula la cosmética en general y como poder leer de una forma práctica los ingredientes de cada formulación.

Así seréis vosotros mismos quienes juzguéis la cosmética que optáis por usar y sabreis si el efecto y los ingredientes que estáis buscando en cada formulación está presente verdaderamente en el cosmético.

Ingredientes

En todas las formulaciones existen (con mayor o menos cantidad) unos porcentajes de ingredientes y principios activos que hacen una formulación equilibrada.

No todos los cosméticos tienen estos ingredientes exactamente y, como digo anteriormente, el porcentaje varía dependiendo del producto y de los propósitos de cada formulación, es decir, el efecto que se quiere lograr con dicho producto.

Pero a grandes rasgos, en casi todos los productos, sea de cosmética convencional o de cosmética natural u orgánica, las bases de la formulación y de los ingredientes son muy parecidas.

Agua

En todas las formulaciones, en lo que a cremas se refiere, existe una fase acuosa. Esta fase acuosa sirve para aligerar la textura, para hacer la formulación más fluida o para transportar los activos hidrófilos de la formula, los cuales se mezclan con el agua.

En la fase acuosa de la formulación se puede utilizar agua destilada, agua floral, alcohol, jugos de frutas o de plantas. Estos ingredientes varían según la calidad que se le quiera dar al producto y de la importancia que se le da a los ingredientes. Es evidente que el agua es mucho mas económica que un agua floral por ejemplo.

Aceites

Después tenemos la fase oleosa. Esta fase, además de estabilizar la formula y hacerla más hidratante, tiene un efecto oclusivo para limitar la perdida de agua natural de la piel. Dependiendo de la calidad del producto, encontraremos o bien aceites vegetales de mejor o menor calidad o aceites minerales derivados de petroquímicos o sustancias sintéticas.

Evidentemente es mucho mejor un aceite vegetal ya que aportan en su composición natural vitaminas y ácidos grasos. Sin embargo, el coste es mayor al de los aceites minerales, que aunque de menor calidad, son mucho mas económicos.

Emulsionantes

Los emulsionantes son muy necesarios para mezclar la fase acuosa con la oleosa. La mayoría son de origen químico, sin embargo existen emulsionantes de origen ecológico. Estos emulsionantes se pueden conocer como tensoactivos, ya que ligan el agua con el aceite.

Estos emulsionantes desempeñan el papel de agentes humectantes o hidratantes. En la cosmética natural o ecológica se utilizan como emulsionantes ceras vegetales, derivados del coco, remolacha o azúcar.

Conservantes

Los conservantes son una parte muy importante en toda formulación que contiene agua, ya que donde hay agua existe el riesgo de la proliferación de bacterias.

Existen conservantes tanto químicos como naturales que hacen frente a las bacterias y su proliferación. Sin embargo no son sustancias inocuas, ya que están destinados a eliminar a las bacterias. Por ello se podría decir que son un mal necesario en cualquier tipo de cosmética, tanto natural, orgánica como en la cosmética convencional.

Si la formulación no contiene una fase acuosa (una manteca corporal por ejemplo) no es necesario la utilización de los conservantes ya que las bacterias no pueden vivir en ella.

Los conservantes en la cosmética convencional son sintéticos y los naturales suelen ser alcoholes o aceites esenciales, pero no por ello no dejan de ser algunas veces, irritantes o alergénicos.

Los principios activos son los protagonistas del marketing de la cosmética. Hay laboratorios que gastan millones para poder crear sintéticamente algún activo nuevo y poder así patentarlo, sin embargo hay otras formulaciones que utilizan extractos de plantas valiosas o exóticas.

Independientemente de la procedencia, su eficacia es polémica, ya que es difícil de demostrar aún con estudios, pues generalmente dichos estudios son mínimos o subjetivos.

Lo que si os puedo decir, es que los activos representan una parte mínima de una formulación cosmética convencional generalmente….y que en la cosmética natural u orgánica dichos principios activos están presente en mayor porcentaje.

Perfumes

Los perfumes se utilizan para enmascarar los olores de algunos ingredientes que pueden resultar desagradable. Dichos perfumes se encuentran tanto en la cosmética convencional como en la natural. Podemos obtener perfumes de formulaciones sintéticas y otros, obtenerlos de aceites esenciales.

Podemos ver que la diferencia entre los cosméticos convencionales y los naturales o los orgánicos reside en la calidad de los ingredientes, pero que las bases para su formulación son bastante parecida.

En el siguiente post os enseñaré a leer de manera sencilla los llamados INCIS, que es la nomenclatura de los ingredientes y formulaciones que debe estar presente en todos los cosméticos y como saber si lo que nos venden es lo que realmente estamos adquiriendo.

Espero que os haya gustado este post.