La alimentación es, sin duda, básica para mantenernos bien de salud. Pero no es solo el cuerpo el que se nutre con la comida, también lo hace nuestro estado de ánimo. Y muchas veces aquello que nos apetece, en un momento de nerviosismo o de malestar emocional, no son alimentos saludables. Nos apetecen aquellas comidas que nos recuerdan momentos felices, en el que nos sentíamos seguros. Muchas veces, añoramos comidas de infancia, recetas de las abuelas, o aquellas meriendas de verano en la playa.

Cocinar puede ser un ejercicio ideal para quitarnos el estrés. Dedicarle atención plena a una actividad nos ayuda a desconectar de la sobreinformación, las redes sociales y las noticias constantes sobre el coronavirus.

Si, además, la recompensa es un plato delicioso que nos transporte a un momento feliz, conseguiremos alimentar nuestro bienestar a la vez que nuestra felicidad.

Las recetas que vas a encontrar a continuación quieren ser un punto medio entre la alimentación saludable y aquel plato que te apetece tanto, haciéndolo vegetal y más sostenible.

1. Pasta con queso cremoso de zanahoria

En el fondo, lo que nos gusta es el queso, y podemos hacer uno vegetal, rápido y muy rico en casa. Esta es la receta de una salsa ideal para comer con macarrones, que también puedes hacer con verdura espiralizada.

Ingredientes:

  • 3 zanahorias
  • 1 patata grande
  • 2 cucharadas colmadas de levadura nutricional
  • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen
  • sal

Cómo preparar el queso:

  1. Es tan fácil como hervir las zanahorias y la patata, bien limpias y peladas, hasta que estén blandas. Será más rápido si están partidas a trozos medianos. Las escurrimos bien para que no haya exceso de agua.
  2. Después, batimos todos los ingredientes hasta que quede una consistencia cremosa.
  3. Si lo queremos más líquido, añadimos un poco de agua de la cocción.

Puedes añadir mostaza, pimienta y ajo o las especias de tu elección para darle saber y volver a batir, corrigiendo de aquello que eches en falta.

2. Estofado choricero de garbanzos

Si te pilla el encierro con mal tiempo, o con la necesidad de un plato caliente, este estofado vegetal viene al rescate cargado de energía y sabor.

Además, los botes de legumbres son unos de los productos que han desaparecido de las estanterías estos días, así que seguro que hay unos botes extras en tu casa esperando su oportunidad.

Es muy probable que no tengas en casa chorizo vegetal, pero sí pimentón, que es el toque de sabor que buscamos.

Ingredientes para 4 personas:

  • 400 g de garbanzos cocidos
  • 1 zanahoria
  • 1 taza de tomate triturado natural
  • 100 g de espinacas congeladas
  • 1 cebolla blanca mediana
  • 3 dientes de ajo
  • 2 cucharadas de aceite de oliva extra
  • 2 cucharaditas de pimentón ahumado
  • 1 cucharadita de comino molido
  • 1 cucharadita de orégano
  • Agua o caldo vegetal de verduras suave
  • Sal

Preparación:

  1. Lavamos y limpiamos bien todas las verduras.
  2. Picamos muy fino la zanahoria cebolla y los ajos y los sofreímos con el aceite de oliva.
  3. Cuando esté todo doradito, añadimos el tomate triturado, las espinacas ya descongeladas y todas las especias.
  4. Mezclamos bien y cubrimos con agua o caldo de verduras suave.
  5. Como los garbanzos ya vienen cocidos, no es necesario dejar dos dedos de líquido.
  6. Cocinamos a fuego medio durante 15 minutos.
  7. Añadimos los garbanzos y cocinamos 5-10 minutos a fuego bajo, comprobando la consistencia de los garbanzos.

Un buen truco para digerir mejor los garbanzos es pelarlos.

3. Ensaladilla rusa

Tantas horas en casa, por mucho que tengamos cosas que hacer, nos pueden llevar a necesitar parar y picar algo. O, por qué no, a hacer el vermut a distancia. Esta ensaladilla rusa la puedes hacer con verduras frescas, pero también con las que tengas en el congelador o en bote.

Los ingredientes son orientativos y puedes añadir o quitar según tengas a mano.

Si no tiene proteínas texturizadas vegetales, puedes saltarte el paso.

Ingredientes:

  • 400 g de patata cocida prebiótica
  • 80 g de zanahoria
  • 50 g de guisantes
  • 30 g de aceitunas verdes sin hueso (unas 10)
  • 20 g de soja texturizada fina
  • Agua, tamari y una tira de alga wakame para hidratar la soja texturizada
  • 1 cucharadita de aceite de oliva
  • 2 cucharadas colmadas de veganesa
  • 1 lata o bote de pimientos del piquillo para decorar

Preparación:

  1. Hidrataremos la soja texturizada fina en agua muy caliente, con un chorro de tamari o salsa de soja y el alga wakame.
  2. En el caso de que la proteína de soja texturizada no sea fina, necesitarás cocerla junto a los ingredientes. Cuando ya esté blanda, escurrimos bien, retiramos el alga y dejamos atemperar. Volvemos a escurrir, apretando, añadimos la cucharadita de aceite de oliva y reservamos en un recipiente.
  3. Si las verduras son frescas, las lavamos y pelamos bien y cortamos en dado pequeño. Cocinamos las verduras por separado, al vapor, durante unos pocos minutos. La patata al vapor se hace en 10 en el caso de que no tuvieses ya hecha.
  4. En un recipiente, añadimos primer la patata, los guisantes y la zanahoria.
  5. Laminamos las aceitunas y las incorporamos. Puedes dejar algunas para decorar.
  6. Añadimos la soja texturizada y la veganesa y mezclamos todo bien.
  7. Decoramos con el pimiento del piquillo a tiras y las aceitunas.

4. Bravas veganas

Es más que probable que para hacer esta receta no tengas boniatos y que no os animéis a hacerlas con manzana, así que vamos a ir directamente al ingrediente base habitual: la patata.

Para que la patata no absorba tanto aceite, las cocinamos al vapor antes durante diez minutos, bien lavadas, pero sin pelar. Si tienes patata cocida, aún mejor, porque podrás aprovechar su efecto prebiótico. Cortamos la patata a dados en formato bravas.

Puedes freír la patata en aceite abundante muy caliente o hacerlas a la plancha.

La salsa brava que te propongo es muy sencilla.

Ingredientes:

  • 300 g de tomate triturado
  • 1 cebolla blanca mediana
  • 1 diente de ajo
  • 2 cucharaditas pimentón dulce
  • 1 cucharadita pimentón picante
  • 1 cucharadita de cayena molida
  • 1 cucharadita de comino molido
  • 1 rebanada de pan duro
  • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 1 cucharadita de sal

Preparación:

  1. Pelamos el diente de ajo y la cebolla y los cortamos finos. Lo colocamos en un cacito, con el aceite de oliva y pochamos bien.
  2. Añadimos el tomate y cocinamos a fuego bajo 10 minutos.
  3. Apagamos el fuego, añadimos el resto de ingredientes y batimos. La rebanada de pan nos dará textura y espesor.
  4. El nivel de picante de esta receta es bastante bajo, así que rectifica con cayena, chile o pimentón hasta que esté a tu gusto.
  5. Sirve las patatas aún calientes con la salsa brava. Puedes añadir tofunesa si quieres un extra de proteínas.