El comedor escolar puede ser una pesadilla para las familias veganas que necesitan hacer uso de este servicio. La mayoría de colegios no ofrecen una opción vegana en su menú, y no están obligados a hacerlo. Si deben proporcionar comida adecuada a niños con alergias o intolerancias, pero no a niños vegetarianos.

Por tanto, el que un niño vegano pueda comer en el colegio depende muchas veces de la buena disposición del equipo escolar en sí, además de la colaboración del personal de cocina, si tiene instalaciones propias, o de la política del catering que sirva el menú.

Un menú sano y vegano en el comedor escolar

Cada vez hay menos problemas para conseguir un menú adaptado, porque cada vez hay más demanda, pero aún sigue habiendo centros que se niegan a respetar esta opción, aunque muy probablemente esos mismos centros si respeten opciones religiosas o culturales (es decir, dietas sin justificación médica), mientras se niegan a respetar un posicionamiento ético. Es difícil de entender, pero sucede.

Una vez conseguido que se sirva el menú vegano, nos queda un segundo asalto: que sea un menú adecuado y saludable. Este punto puede ser aún más complicado que el primero, ya que por norma los menús escolares dejan bastante que desear, salvo honrosas excepciones.

A pesar de que la Ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición obliga a que dichos menús vayan firmados por un nutricionista, a menudo no se cumple, o esa “firma” es meramente testimonial o un trámite. Pero podemos exigirlo.

Muchas veces, el menú vegano es el mismo que el menú normal, sin el filete o el pescado. Lo que conforma un menú poco adecuado y bajo en proteínas. Muchos niños veganos comen ensalada, pasta, arroz, patata y vuelta a empezar. Con tomate frito o alguna verdura desangelada. Porque cuando tocan legumbres, suelen llevar carne.

Cómo complementar lo que los niños comen en la escuela

Toca a los padres pelear por menús adecuados, que se les añada a los niños veganos algo de legumbre, hummus, tofu o soja texturizada a sus platos. Incluso pueden ofrecerse a llevarlo ellos, si el cole acepta, para que se lo añada el personal de comedor.

En el caso de que no sea posible, debemos recordar que hay que aumentarle el aporte proteico al niño en el resto de ingestas, que no falte en la cena, pudiendo completar con un yogur de soja sin azucarar, si es preciso.

Pero que tampoco falte en desayuno, merienda y media mañana. La crema de cacahuete, el hummus o el tofu para los bocadillos, las semillas de cáñamo o la bebida de soja serán grandes aliados.

Si en la escuela han comido cereales (arroz, pasta, bulgur, couscous, quinoa) o patata (sin opción proteica), para cenar les daremos...

  • Proteína vegetal (tofu, seitán, soja texturizada, tempeh)
  • O legumbre (al natural, hamburguesas, hummus)
  • Yogur de soja sin azúcar de postre

Si en la escuela han comido legumbres o hummus, para cenar les daremos...

  • Proteína vegetal (tofu, seitán, soja texturizada, tempeh)
  • O repetimos legumbre en otro formato
  • Fruta de postre

Si en la escuela han comido tofu, soja texturizada o tempeh, para cenar les daremos:

  • Legumbre (al natural, hamburguesas, hummus)
  • O repetimos proteína vegetal (tofu, seitá, tempeh….)
  • Fruta de postre

Además todas las ingestas irán acompañadas de verduras y hortalizas, si en la escuela las ha comido cocinadas, le daremos al menos una porción cruda.

También se incluirá opcionalmente una porción de cereales integrales (pan, pasta, arroz, mijo, avena...) o patata, en función del apetito. Salvo que solo hayan comido eso en el cole, en cuyo primaremos la opción proteica, por ejemplo con un buen plato de legumbres.

También podemos añadir frutos secos, semillas y levadura de cerveza.

Cocinaremos o aliñaremos con aceite de oliva virgen extra, usaremos sal yodada. Para beber, agua.