La pérdida de peso es uno de los temas estrella en nutrición en cuanto a mitos, teorías de rellano de escalera y soluciones mágicas. Parece que todo el mundo tiene la solución a una cuestión terriblemente compleja, en la que los profesionales sólo sabemos con certeza dos cosas: 1ª que el enfoque basado sólo en el balance calórico no sirve para nada y 2ª que nos falta mucho por saber.

Cuando a esta ecuación le añadimos que la persona que necesita perder peso lleva además una alimentación vegana, es habitual que se le diga, incluso desde estamentos sanitarios, que “no es posible que pierda peso porque su dieta tiene demasiado hidratos de carbono”.

Bien, ¿es eso cierto? Primero analicemos el contexto.

¿Se puede adelgazar siguiendo una alimentación vegana?

Según esa teoría, la población vegetariana debería tener mayores tasas de sobrepeso y obesidad que la población general ¿no es cierto? Pero la realidad es la contraria, las personas vegetarianas tienen de media un IMC menor y menos prevalencia de obesidad que la población general. ¡Vaya!

Además, siguiendo con la afirmación destacada más arriba, se asume también que las únicas dietas adecuadas para perder peso, son las lowcarb o bajas en hidratos de carbono. Eso tampoco es correcto, pero si lo fuera, no hay mayor problema para pautar una dieta vegana no solo lowcarb, sino incluso cetogénica.

Así que la frase no solo evidencia un profundo desconocimiento de la dietoterapia aplicable en sobrepeso u obesidad, si no que además descubre también la poca pericia para adaptar pautas a estilos de vida distintos del tradicional, si el que la pronuncia es un dietista-nutricionista (que recordemos que es el único profesional legalmente acreditado, junto al Técnico Superior en Dietética, para realizar intervenciones nutricionales o pautar dietas).

Si, además, nos tomamos la molestia de revisar lo que dice la ciencia al respecto de las dietas vegetarianas y la pérdida de peso, ¿qué nos encontramos? Me remitiré solo a tres estudios recientes, todos de 2015.

El primero es una revisión de RCT’s, es decir, de estudios de intervención, cuya evidencia es más fuerte que la de los epidemiológicos, y concluye que la dietas vegetarianas parecen tener beneficios significativos en la reducción de peso en comparación con las no vegetarianas.

Otro metanálisis revisa la evidencia sobre los cambios en el peso corporal de los vegetarianos y dice que la prescripción de dietas vegetarianas tiene valor potencial en las recomendaciones de pérdida de peso, tanto en prevención como en tratamiento del sobrepeso.

Y por último, un estudio que analiza la adherencia a diferentes tipos de dietas para perder peso, es decir, la capacidad de mantener un tipo de dieta a largo plazo. El estudio concluye que la elección de dieta no afecta a la adherencia a los seis meses (es decir, la vegetariana no parece que presente dificultades de mantenimiento) y que los que seguían la dieta vegetariana pierden más peso.

Así pues, como vemos, asegurar que una dieta vegana presenta más dificultades que una dieta tradicional cuando se necesita perder peso, sencillamente no es cierto.

Entonces, ¿qué hacer para perder peso siguiendo una dieta vegetal?

  • Si tienes obesidad o sobrepeso, acude a un dietista-nutricionista para que te ayude a identificar la mejor estrategia en tu caso concreto, y te acompañe en el proceso de cambio de hábitos.
  • No importa cuál sea el mejor enfoque dietético en tu caso: se puede hacer vegano. Si el profesional al que acudes te lo niega, busca a otro. El Código Deontológico de la profesión obliga a respetar el estilo de vida de cada paciente, puedes recordárselo.
  • No caigas presa de falsas promesas o soluciones mágicas, si hubiera soluciones mágicas no tendríamos unas tasas de sobrepeso y obesidad como las que tenemos.