En los últimos años la industria alimentaria se ha dado cuenta de que tenía un filón sin explotar en la población vegetariana. Hemos pasado de un escenario en el que encontrar bebida de soja era una rareza que se buscaba en algunos herbolarios, a tener en cualquier supermercado de barrio un surtido de bebidas vegetales con siete u ocho referencias (incluidas de marca blanca), yogures de soja, tofu, embutidos vegetarianos, helados de crema veganos…

Las grandes marcas de consumo han sacado líneas vegetales para no perder a ese público, y además han aprovechado para envolver esos productos en un halo de marketing saludable con el que de paso se abren mercado también en el resto de la población.

Y eso hablando de supermercados corrientes. En tiendas especializadas el surtido es infinito: desde quesos veganos, todo tipo de embutidos y carnes vegetales, salchichas, hamburguesas, nuggets, veganesas, patés de mil sabores, precocinados, salsas… y la oferta no deja de crecer.

En principio parece una buena noticia. Pero me gustaría que ahondásemos un poco más en ese gran elenco de productos veganos que la industria alimentaria pone hoy a nuestra disposición.

Productos veganos poco saludables

En primer lugar es importante tener en cuenta una cosa: que un producto lleve el sello “vegan”, la “V-label” o cualquier otra leyenda que lo identifique como producto 100% vegetal, solamente alude al origen de los ingredientes que lo conforman. No dice absolutamente nada de su salubridad.

Por desgracia, los ingredientes que hacen poco recomendables los productos altamente procesados no son de origen animal: azúcar añadido en cualquier formato (sacarosa, siropes, melazas, dextrosa, glucosa…). Prácticamente todo el azúcar añadido es de origen vegetal, a excepción de la miel. Grasas poco saludables como las grasas hidrogenadas, los aceites refinados, y la grasa de palma. Y sal. Esa es la tríada que inunda los productos muy procesados y que los hace insalubres, y el veganismo no es inmune a ninguno de ellos.

Azúcar añadido en las leches vegetales

Las bebidas y yogures vegetales son a menudo productos muy ricos en azúcar añadido. Es importante revisar la bebida de nuestra elección para que no los lleve o los contenga en baja cantidad (menos de 5g/100ml). Contadas marcas, de hecho solo conozco tres, hacen yogures de soja sin azúcar ni edulcorantes.

Grasas de mala calidad en los productos veganos

Los quesos veganos son habitualmente un conglomerado de grasa de mala calidad, almidón y colorante. Solo los hechos de frutos secos se salvan, nutricionalmente hablando. Lo mismo se puede decir de los embutidos veganos.

Las hamburguesas o salchichas vegetales pecan de lo mismo. Además las solemos consumir como parte proteica del plato, cuando a menudo su contenido en proteínas de calidad es muy bajo. No es raro ver una hamburguesa de tofu en la que el tofu sólo es el 19% de los ingredientes, o unas salchichas vegetales cuyo primer ingrediente es agua y el segundo aceite vegetal refinado. En general son productos de bajo valor proteico, ricos en almidones, grasas de mala calidad y sal.

Muchos patés vegetales tienen como base grasas de palma, o aún peor, grasas hidrogenadas.

Los dulces y bollos veganos son exactamente igual de insalubres que sus homólogos tradicionales.

Lo que esconde la etiqueta ECO

Además estos productos a menudo se venden en tiendas especializadas, con un precio elevado y a menudo con sello ECO, lo que nos da la sensación de estar comprando algo saludable. El sello ECO, igual que el sello Vegan, no garantiza ingredientes saludables, solamente que se han obtenido cumpliendo la legislación de dicha denominación. Unas galletas ECO y veganas, siguen siendo bollería a consumir lo menos posible.

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Consumir productos veganos y sanos es posible

La buena noticia es que no necesitamos estos productos: elijamos bien las bebidas vegetales y los yogures de soja revisando el etiquetado. Consumamos quesos veganos solo si son a base de frutos secos, hagamos hamburguesas caseras de legumbre, tofu, o soja texturizada. O consumamos el tofu, el seitán o la soja tal cual, no en forma de nugget o de salchicha. Saquemos los dulces y bollos de nuestra dieta dejando paso a la fruta y los frutos secos. Dulces en ocasiones especiales.

Para llevar una alimentación vegana saludable no necesitamos de esos productos. Nos basta con fruta, verdura, hortaliza, frutos secos, semillas, aceite de oliva, legumbres y derivados como el tofu o el tempeh, y un suplemento de B12. Es fácil y barato.