Una de las cosas más importantes durante el verano es mantener una buena hidratación, ya que durante esta época es normal que nuestros requerimientos de agua aumenten, sobre todo en lugares muy calientes que te hagan sudar más y aún más para las personas que realizan mucha actividad física.

La bebida por excelencia debe de ser el agua simple o natural. Esta bebida no aporta energía, simplemente agua y algunos electrolitos. La cantidad a tomar de agua va a variar dependiendo de cada persona, pero de promedio se sugieren alrededor de 8 vasos de agua al día. Sin embargo, el té o el agua con sabor son otras buenas opciones para hidratarnos cuando hace calro.

¿Cuánto nececitamos beber?

Nuestro cuerpo se compone en su mayoría por agua —un 60-70% aproximadamente— y es por ello que para funcionar de forma adecuada es importante hidratarnos de forma correcta. Para hidratarnos existen diversas maneras, pues aunque lo común y lo que más deberíamos consumir es agua natural, también otras bebidas y alimentos aportan agua.

A pesar de que cuando pensamos en hidratación normalmente pensamos en bebidas, es importante mencionar que existen alimentos que también nos pueden hidratar. Las frutas y las verduras son alimentos que se componen casi en su totalidad de agua, por ello es recomendable incrementar su consumo y sobretodo en crudo en esta estación y condiciones de temperatura.

Té frío: una buena opción para hidratarse

Existen muchísimos tés que podríamos recomendar por todas las propiedades que aportan a la salud, pero un té que nunca pude faltar en el verano es el té de jengibre. Esta raíz contiene propiedades beneficiosas para malestares estomacales e incluso es excelente para mareos. También actúa como antiinflamatorio y antiséptico.

Otro té perfecto para cualquier época es el de cúrcuma. Esta otra raíz de color anaranjado tiene muchísimas propiedades para la salud, aunque es famosa por tener cualidades antiinflamatorias. Imagina estarte hidratando con un delicioso té de cúrcuma mientras tu cuerpo sana por dentro… Suena maravilloso, ¿no?

Un último tip para disfrutar tus tés fríos es agregar un chorrito de leche vegetal (de preferencia hecha en casa y sin azúcar). De esta forma darás un sabor diferente y único a tus bebidas. Será prepararte un latte en frío, un excelente y saludable sustituto de la horchata tradicional.

Ya ves que hidratarte no tiene que ser complicado o insípido. Atrévete a dar un toque extra de sabor a tus bebidas y a nutrirte de formas diferentes, mientas mantienes tu agua corporal en niveles óptimos.

¿Cómo endulzar el té sin agregar calorías tóxicos?

Si realmente te gustan las bebidas con un toque de sabor pero sin que esa bebida se convierta en algo perjudicial para ti, te sugiero probar los tés e infusiones en frío.

Da un toque de sabor único a tus bebidas con trozos de fruta enteros o hierbas aromáticas. Si añades fruta picada o hierbas a tu agua, darás un sabor sutil al infusionarse en el agua simple. Puedes hacer tus combinaciones favoritas como trozos de fresas con hojitas de hierbabuena o trozos de limón con hojitas de menta.

Esta agua infusionadas son una mejor opción que los zumos de frutas, ya que no aportan tantos azúcares simples y además casi no aportarán calorías a tu requerimiento diario, por lo que te ayudarán a tener un mejor control de peso.

Una de las opciones más saludables para el verano son los tés en frío. Los tés son bebidas que además de hidratar pueden llegar a tener múltiples propiedades beneficiosas para la salud dependiendo de los ingredientes que los compongan.

De forma regular el té se prepara hirviendo el agua e infusionando las hojas seguidamente. Para preparar un té con hielo, usaremos la mitad del agua, infusionaremos las hojas el tiempo indicado y agregaremos los cubitos de hielo.

Otras formas de tomar agua: aguas con sabor

Muchas veces el agua simple parece aburrida, ya que por su naturaleza es insípida. A algunas personas esto incluso les "molesta".

Tomar agua con sabor no es necesariamente malo, el problema es que la mayoría de las bebidas con sabor están llenas de azúcares refinados o, incluso las que no tienen calorías, contienen una gran cantidad de edulcorantes químicos con sabores dulces que, a pesar de que sí nos hidratan, también nos generan toxinas.