Cada vez encontramos más variedad de suplementos vitamínicos en las tiendas dietéticas, farmacias e incluso ya en los supermercados, y cada vez más son las personas que los compran pensando que están haciendo lo mejor para su salud.

Existen pastillas, cápsulas, gotas por cada uno de los micronutrientes y compuestos orgánicos que podemos llegar a pensar

Pero, ¿son realmente beneficios los multivitamínicos sintéticos para nuestra salud? Si realmente así fuera y tenemos tantos al alcance y con tanta facilidad… ¿cómo es que cada vez la población está más enferma?

¿Es posible que estos complementos alimentarios sintéticos sean la causa de ciertas enfermedades?

Un estudio publicado en JAMA Internal Medicine en el 2011 que el uso de algunos suplementos vitamínicos y minerales comúnmente usados por la población estaban asociados con un mayor riesgo de mortalidad. Entre ellos los suplementos de hierro, multivitamínicos sintéticos, vitamina B, ácido fólico, magnesio, zinc y cobre.

El problema también recae en que muchas personas tengan cajones llenos de suplementación y la estén tomando indiscriminadamente sin ni siquiera saber para qué les sirve ni cuando y cuanto deberían tomarla.

Y es que parece que circula un mal mito de que si tomamos multivitamínicos o nos suplementamos, nuestro cuerpo tendrá todo lo que necesita aunque no comamos demasiado bien, y amigos ¡esto no es así!

Si no Comemos Limpio, tomar suplementos no arreglará las enfermedades asociadas a la malabsorción o a una nutrición precaria.

Además evidencias científicas demuestran que los laboratorios no pueden copiar exactamente los nutrientes que se encuentran directamente en los alimentos naturales.

Para fabricar vitaminas y minerales sintéticos, los laboratorios deben usar procesos sintéticos para aislar y recrear químicamente las vitaminas.

Para que quede más claro, ¡las vitaminas sintéticas son químicos! y nuestro cuerpo puede reconocerlos como toxinas, quitándonos mucha energía digestiva y sobrecargando el hígado para poder metabolizarlas correctamente. Esto a la larga pasa factura.

Las vitaminas que encontramos en los alimentos naturales no se encuentran en forma de moléculas aisladas, sino que son parte de un alimento entero que contiene enzimas, antioxidantes, macronutrientes y otras trazas de minerales que ayudan a que el cuerpo pueda absorber y usar todo su potencial.

Es la combinación de todos estos elementos junto con los micronutrientes lo que nos hace estar sanos, y esto es algo que no puede copiarse en un laboratorio. Las vitaminas aisladas puede que no tengan ningún efecto en nuestro cuerpo y solo nos aporten toxicidad.

¿De donde debemos sacar las vitaminas?

La mejor manera de tomar vitaminas es tal y como la naturaleza nos las brinda, consumiendo alimentos naturales, enteros y integrales de origen vegetal y que sean orgánicos, frescos y preferiblemente en crudo.

Solo hay unos pocos suplementos que aconsejo tomar a muchos de mis pacientes y estos son:

  1. Probióticos (deberemos mirar el caso de forma individual porque cada persona puede beneficiarse de unas cepas u otras), que no se tratan de un micronutriente aislado y nos pueden ayudar a absorber mejor los nutrientes y a tener mejores digestiones.
  2. La vitamina B12 en caso de seguir una alimentación vegana.
  3. La vitamina D si no nos exponemos al sol durante unos 20 minutos mínimo al día o vivimos en zonas frías y con pocas horas de luz.

Lo más importante será mantener una alimentación variada a base de alimentos vegetales como los zumos y batidos verdes, las ensaladas, brotes y germinados, frutas y todo tipos de vegetales que son fuente de antioxidantes y enzimas, elementos que nuestro cuerpo necesita para asegurar una optima absorción de las vitaminas y minerales que consumimos con la comida.

Los vegetales de hoja verde serán la pieza clave pero no debemos olvidarnos de comernos el arcoíris, una gran variedad de colores en nuestro plato será garantía de una rica fuente de pigmentos antioxidantes (frutas y hortalizas rojas, naranjas, amarillas y violetas).

Los cereales integrales como la quínoa o arroz integral, las legumbres como las lentejas y los frutos secos y semillas también serán una buena fuente de vitaminas del grupo B y E, y de minerales y oligoelementos.

Si aun así creemos conveniente hacer un aporte extra de vitaminas y minerales recomiendo preparados de vegetales y/o superalimentos liofilizados y en polvo y añadirlos en tus zumos o batidos verdes. Esto si será una apoyo extra a tu alimentación derivado de alimentos naturales no aislados que si crearán un impacto beneficioso en tu salud.

Por supuesto mira siempre que no contengan azúcares ni harinas añadidas y a ser posible que sean orgánicos.

Bibliografía

“Dietary Supplements and Mortality Rate in Older Women”. JAMA Internal Medicine.