Un divorcio es también una gran oportunidad para conocerte mejor, para hacer autocrítica, para intentar ser mejor persona, para trabajarte todo aquello que te tengas que trabajar.

En estos contextos tan difíciles, podemos intentar sacar lo mejor de nosotros mismos, intentar crecer e ir a mejor. ¿Qué hacer para lograrlo. Ahí van mis consejos para "portarse bien" durante un proceso de divorcio:

  • Practica la bondad. En todos los divorcios intentamos establecer el bando de los buenos y de los malos. Generalmente “los malos” son los que son infieles o los que se quieren separar. Si te ha tocado ser de los buenos, recuerda que no tienes derecho a portarte mal con tu ex.
  • No trates de hacer daño. Piensa que hagas lo que hagas, tu ex no va a volver a la relación. Intentar hacerle daño solo te hace daño a ti.
  • Nunca utilices a nadie para hacer daño a tu ex. Ni tus hijos ni ningún miembro de la familia tiene que pasarlo mal solo porque tú estás sufriendo.
  • No intentes mantener tu presencia en su vida a toda costa. Aunque te portes mal para seguir teniendo presencia en la vida de tu ex, tarde o temprano va a lograr rehacer su vida y dejarás de estar presente en su día a día, por mucho que patalees, y por muy mal que te portes.

Es normal que al principio pienses mucho en tu ex, pero con el tiempo también reharás tu vida y dejarás de querer estar en su vida.

  • No practiques el quid pro quo. Si la otra persona te ha mentido, te ha engañado o se ha portado mal, no tienes por qué imitarle y portarte igual de mal. Es una buena oportunidad para ser elegante y para controlar tus bajos instintos.
  • Relativiza tu dolor antes de actuar. Es normal que te sientas muy susceptible, que estés al ataque y a la defensiva, que cualquier comentario te haga daño, pero recuerda que todo irá pasando y que el tiempo hará que duela cada vez menos.
aprendizaje-ruptura-amorosa

LECTURA RECOMENDADA

¿Qué te enseña esta ruptura?

  • No pienses en la venganza. El deseo de venganza nos convierte en monstruos, intenta apartar de ti todos los sentimientos negativos que te llevan a desear la destrucción de la otra persona.
  • Bajo ningún concepto recurras a la violencia. La violencia contra tu ex te convierte en una persona miserable, intenta que la separación te permita ser mejor persona de lo que ya eres.

Da lo mejor de ti para no caer en la mezquindad. En los divorcios los niveles de miseria humana son a veces espantosos.

  • Piensa en los daños colaterales. El sufrimiento que intentas provocar a tu ex repercute en más gente: no esparzas el dolor entre tu gente querida, el daño que le haces a los demás en realidad te lo haces a ti mismo.
  • No obligues a nadie a elegir entre tu ex y tú. Es demasiado doloroso. No necesitas que te den la razón, ni te sirve de nada intentar dejar a tu ex sin sus seres queridos: no es útil, no ayuda en nada.
  • Mantén la cabeza fría. Intenta resolver los asuntos logísticos de la separación sin mezclarlo con el tema sentimental. Si sientes demasiado rencor, pide ayuda para desahogarte y evita que tu dolor haga daño a los demás.
  • No humilles. Intenta establecer la comunicación evitando los comentarios humillantes o despreciativos, las amenazas, los sobornos o extorsiones, insultos, gritos, sarcasmos hirientes, puñaladas traperas y el ir a dar donde más duele.
  • Practica la generosidad. Ser generoso o generosa es la única manera de que la otra persona también lo sea y de que ninguno salga perdiendo.

Lo ideal cuando te separas es el contacto cero pero la mayoría de las parejas antes de empezarlo tienen que resolver muchas cuestiones de organización. Si no puedes organizar con tu ex los asuntos logísticos porque hay demasiado rencor acumulado, pide ayuda a amigos o familiares para que sirvan de mediadores y os faciliten la comunicación.

Es normal que sientas miedo ante esta nueva etapa de tu vida, pero piensa que también es una gran oportunidad para empezar de cero, para vivir una vida distinta, para conocer gente nueva, para aprender y para vivir nuevas experiencias.

-