Sé que una de las cosas que más gusta es la comida rápida, y también sé que no siempre es vegana y no siempre es saludable. La ventaja de estas comidas es que se hacen rápido y te las puedes llevar a cualquier parte, pero esa virtud la tienen también si las hacemos en casa.

Se tarda muy poco, sobre todo si tenemos ingredientes preparados (como en estos establecimientos), así que podemos montarnos algunos de los platos rápidos más famosos en casa, con los ingredientes que más nos gusten, y llevárnoslos a donde queramos o dejarlos hechos para otro momento.

A continuación os dejo ideas para hacer cuatro de los platos más populares de la comida rápida en versión vegana y casera. ¡Disfrútalos!

1. Pita de falafel vegana

Para una pita básica solo necesitas el pan y unos cuantos falafel. Los puedes hacer caseros o comprarlos ya hechos (los suelen vender en los refrigerados y congelados de muchos supermercados y en tiendas veganas).

El pan lo puedes calentar en la sartén, a fuego medio-alto. El falafel también, pero con una pizca de aceite de oliva para que quede crujiente.

Puedes usar unas hojas de lechuga romana o batavia bien lavadas. Si te gusta el toque crujiente de la lechuga iceberg, córtala en tiras bien finitas, agítala y ponla en tu pita. Para darle jugosidad ponle unas rodajas de tomate. Si puedes elegir, usa tomate de ensalada o de pera, que son muy jugosos y carnosos. También valen los tomatitos cherry cortados por la mitad, aunque abultan bastante.

Añade encurtidos como pepinillo en láminas o aceitunas sin hueso, el extra de sabor merece mucho la pena. También queda genial un poquito de chucrut o unas alcaparras.

Como salsa usa tahini. Vierte una cucharadita por encima de todo o úntala dentro del pan antes de poner los ingredientes. Puedes hacer lo mismo con una o dos cucharadas de hummus.

2. Durum de kebab de seitán

Los durum son fáciles de llevar y de comer también. Puedes usar pan de durum o tortillas de trigo grandes. No es necesario calentarlas, pero puedes darles un toque en la sartén (solo unos segundos por cada lado, si no se secan y se vuelven crujientes, pierden elasticidad y no se enrollan bien).

El kebab de seitán se hace en un momento cortando seitán en láminas finas y dorándolo a la sartén a fuego fuerte con una pizca de aceite de oliva. Justo antes de sacarlo vierte una pizca de salsa de soja y saltéalo.

El seitán puede ser casero o comprado, a tu gusto y según lo que tengas en casa. Si en lugar de seitán tienes tofu también nos sirve, aunque sea más delicado. Córtalo en lonchas y dóralo a fuego fuerte en la sartén con un poquito de aceite de oliva, sal, ajo, perejil y tomillo. Vierte una cucharada de salsa de soja y mézclalo bien. Apártalo del fuego.

Coloca una buena cantidad de tu kebab de seitán por el centro de la tortilla, a lo largo, formando una línea. Así será más fácil de enrollar (dejamos un pequeño espacio arriba y abajo para doblar los bordes y que no se salga).

Como toppings puedes usar los mismos que para el falafel: una salsa de tahini, un poco de hummus, lechuga, tomate, encurtidos, etc. La salsa blanca de los kebab es de yogur, así que si tienes yogur de soja sin azucarar basta con mezclarlo con un poco de sal, pimienta negra molida y cilantro fresco.

Eso sí, no lo llenes demasiado o no podrás cerrarlo. Si tienes mucho relleno, haz dos durum. Si solo quieres uno, el otro envuélvelo en papel de bocadillo y guárdalo en la nevera para otro momento.

3. Hamburguesa vegana

La verdad es que las hamburguesas de los establecimientos de comida rápida no tienen nada de especial, así que hacer una versión vegana es superfácil.

Para el pan puedes usar panecillos redondos a tu gusto, integrales, con semillas, etc. La hamburguesa puede ser comprada o casera. Si tienes hamburguesas de lentejas, garbanzos, etc., hechas y congeladas, estupendo. Se pueden hacer directamente a la sartén, a fuego medio-bajo, sin necesidad de descongelar previamente.

La lechuga que suelen poner es iceberg, que es crujiente pero no tiene apenas sabor. Si tienes lechuga batavia, hoja de roble o romana, mucho mejor. Con unos trozos te bastará.

Corta una cebolla en aros si quieres ponerle cebolla. La morada queda mucho más atractiva visualmente, pero puedes usar cebollas tiernas o cebolleta para un sabor más suave.

El queso vegano no es imprescindible, pero si te gusta por el sabor, elige uno que se pueda cortar en lonchitas y que sea tipo cheddar, edam, semicurado o similar. Así se notará bien el sabor. Los quesos veganos caseros de frutos secos también nos valen, de hecho son mucho más saludables que los comerciales.

Ponle también tomate de pera, de ensalada, rosa o corazón de buey, el que tengas o más te guste. Procura hacer las lonchas finas y podrás hacer una hamburguesa de varios pisos fácilmente.

Como salsas puedes usar mayonesa vegana, kétchup, salsa de tomate, mostaza, tahini, guacamole, hummus, nata de soja para cocinar, yogur de soja sin azúcar, etc.

Los encurtidos también quedan muy bien para las hamburguesas, en especial el clásico pepinillo, pero si tienes usa además un poquito de chucrut. Aporta también una textura crujiente muy agradable.

Monta tu hamburguesa intercalando capas de todo, y repite capas. Por ejemplo una capa de lechuga abajo y otra arriba. Si te sobran ingredientes déjalos guardados en envases bien cerrados o monta un par de hamburguesas más.

4. Perrito caliente

Más sencillo aún que las hamburguesas. El perrito básico solo lleva el pan y la salchicha. En nuestro caso usaremos salchicha vegana casera o comprada.

Si quieres que esté mucho más sabrosa, márcala al grill o dórala ligeramente a la sartén con un poco de aceite de oliva y unas gotas de salsa de soja. Se nota la diferencia.

Ya que estás, carga bien tu perrito de toppings deliciosos: chucrut, lechuga picada, zanahoria rallada, pico de gallo, pisto, cebolla picada… Pon lo que más te guste y corónalo con unos hilos de kétchup y mostaza u otras salsas que queden bien, como salsa de tomate, mayonesa vegana, tahini o paté de olivas.