1. Si tu lechuga está mustia, revívela por ósmosis

Cuando las lechugas y otras verduras llevan tiempo en la nevera tienden a quedarse mustias y arrugadas, aunque aún son comestibles.

Para que recuperen esa textura crujiente y color vivo basta con dejarlas en remojo en agua fresca, en un lugar fresco (lejos del calor de los fogones, calefacción, etc). Las hojas se mustian porque cae la presión de dentro de las células, pero al dejarlas en remojo el agua entrará en las células por un proceso llamado ósmosis.
Dependiendo del estado de las hojas el proceso puede durar de media hora a 5 horas, así que cuando veas que empiezan a ponerse blandas, ponlas a remojo.

Esto sirve para cualquier tipo de lechuga, pero también brotes tiernos, canónigos, hojas de rabanito, remolacha, espinaca, col, etc. En general casi todo tipo de hojas que usamos en ensalada.

2. Aprovecha lo que tengas en la nevera y en la despensa

Un pimiento de piquillo asado, un champiñón fresco, una zanahoria, unas aceitunas, un poquito de chucrut… Cualquier resto que tengamos en la nevera, insuficiente para hacer un plato grande, nos sirve para la ensalada.

Solo tienes que cortarlo en tiras o trozos del tamaño que quieras (mejor pequeños), añadirlo y mezclar. Los champiñones blancos crudos, bien lavados y cortados en lonchitas, son especialmente deliciosos.

3. Añade verduras

Espárragos trigueros frescos, ajetes tiernos, floretes pequeños de brócoli y/o coliflor, col china picada, zanahoria rallada, pepino o calabacín espiralizado, boniato al vapor o asado (ya frío), chips de kale caseras, hojas tiernas de espinacas, cebolla caramelizada (mejor casera), lombarda en juliana, coles de bruselas al vapor… En general cualquier verdura que te guste cruda o cocinada ligeramente. No hace falta añadir grandes cantidades, pero puedes jugar con los sabores y colores.

4. Añade legumbres

Las ensaladas pueden ser un plato completo y saciante si añadimos algunos elementos clave como las legumbres.

Puedes añadir judías, garbanzos o lentejas cocidas, bien escurridas, y mezclarlo con el resto de ingredientes. Aportan mucho sabor y textura tierna.

También puedes aliñar la ensalada con un hummus ligero de garbanzos o de lentejas.
Si te gusta el tofu fresco, añade unos daditos. También venden tofus con semillas, aceitunas, verduras y otros ingredientes que están muy buenos para comer tal cual.

5. Añade cereales

Si quieres puedes añadir pasta cocida (escurrida y fría), arroz integral cocido, quinoa cocida, mijo, cuscús, arroz salvaje, maíz, trigo tierno… Aprovecha si tienes algo ya hecho en la nevera y añádelo a tu ensalada. Quedan muy bien también pastas de tamaño pequeño como los piñones, cuscús grueso, mini lacitos, etc.
La quinoa te sirve para cualquier ensalada, combina con todos los sabores que queramos poner y al ser semillas pequeñitas es fácil integrarla.

6. Añade semillas

En especial semillas de lino, chía y sésamo. Es muy fácil, solo tienes que espolvorear un puñadito de semillas por tu ensalada. Las semillas de lino y sésamo, mejor rotas o machacadas. También sirve hacer un aliño con una buena cantidad de tahini.

7. Agrega frutas

Gajos de naranja o mandarina, trozos de manzana o pera, limón recién exprimido, trocitos de papaya o mango, nectarina, fresas, moras, frambuesas… Todas estas frutas en general quedan muy bien en cualquier ensalada que no sea muy salada.

Si no te gusta el contraste dulce-salado puedes optar por frutas con sabores más neutros como el aguacate.

8. Aliña con buenos ingredientes

Aceite de oliva virgen extra, vinagre de manzana, zumo de limón, tahini, hummus ligero, cremas o mantequillas de frutos secos (cacahuete, almendras, anacardos, etc), miso, yogur de soja (natural y sin edulcorar), levadura de cerveza… Experimenta con nuevos ingredientes, no todas las ensaladas tienen que llevar aceite y vinagre.

9. Si tienes, añade hierbas frescas

Hojas de perejil, albahaca, cilantro, menta o hierbabuena le darán un toque especialmente fresco a tu ensalada. No hace falta poner muchas. En el caso de la menta y hierbabuena pon juntas 4-5 hojas y pícalas antes de añadirlas y mezclar bien.