Las semillas de chía están de moda, sobre todo como ingrediente para puddings y porridges, gracias al mucílago que sueltan a los líquidos en los que las pongamos. Cualquier bebida vegetal se puede convertir en poco tiempo en un pudding sin tener que cocinar nada.

Pero se pueden usar para muchas más cosas, desde terminar cualquier plato con un buen puñado por encima hasta añadirlas a masas de bizcochos y panes o aprovechar esas características para hacer otras preparaciones.

Preparaciones con chía (que no son pudding)

Hoy os invito a probar las semillas de chía como base para hacer mermeladas, helados y barritas. Porque no todo van a ser puddings, ¿verdad?

1. Mermeladas sin azúcar

Al hacer mermeladas controlamos la cantidad de pectina para que el resultado final tenga la consistencia ligeramente gelatinosa que debe tener una buena mermelada. La pectina necesita buenas cantidades de azúcar para gelificar, y no está disponible en todas las frutas, por lo que hay que añadirla aparte o mezclar frutas con pectina y sin pectina.

Con las semillas de chía podemos imitar la textura que da la pectina gracias al gel que forman con el agua. En lugar de añadir azúcar y pectina u otra fruta, podemos usar cualquier fruta, sea alta en pectina o no, semillas de chía y agua. Así lo que tenemos es una mermelada en la que solo usamos fruta y chía, sin azúcar.

La consistencia no es exactamente la misma, pero queda muy parecida, se puede extender muy bien y el sabor no cambia. Eso sí, si no quieres encontrarte las semillas tendrás que triturarlas muy bien antes de añadirlas o hacer el gel aparte. Si no te importa que tu mermelada tenga un poquito de textura crujiente, hazla tal cual. Por ejemplo.

Mermelada de fresas con chía

Ingredientes

  • 2 kg de fresas maduras (que estén bien dulces)
  • 2 cucharadas de semillas de chía
  • 1 taza de agua

Preparación

  1. Lava muy bien las fresas y córtalas en trocitos.
  2. Ponlas en una cacerola a fuego lento, tápalo y déjalo cocer 5 minutos, hasta que empiecen a deshacerse las fresas.
  3. Añade el agua y las semillas de chía, remuévelo muy bien y ponlo a fuego fuerte hasta que empiece a hervir.
  4. Baja el fuego y, removiendo regularmente, deja que reduzca y se deshagan las fresas. El líquido también irá espesando.
  5. Cuando quede una salsa espesa (unos 10 minutos), retíralo del fuego y deja que se enfríe. Una vez enfriado espesará un poco más.
  6. Guárdalo en la nevera.

Puedes hacer otras mermeladas con este mismo método utilizando otras frutas de temporada, por ejemplo cerezas, melocotones, higos, etc.

2. Helados

Si queremos mejorar la textura y viscosidad de los helados caseros, especialmente si los hacemos solo de frutas, yogur vegetal, etc., podemos usar las semillas de chía enteras, molidas o solo el gel de chía.

Por ejemplo podemos dejar haciéndose gel de chía (1 cucharadita y ½ vaso de bebida vegetal) y congelar un par de plátanos en trozos. Después solo tienes que pasarlo por la batidora todo junto. ¡Voilá! Un nice-cream mucho más cremoso y con semillitas.

Para los helados de chocolate, vainilla, etc., podemos hacer el gel de chía calentándolo en un cazo y después colándolo para usar solo el líquido. Este líquido, una vez frío, lo batimos con el resto de ingredientes y procedemos con el helado de forma normal.

Como no aportan sabor, podemos usar la cantidad que necesitemos. Recuerda que si te pasas añadiendo tu helado puede quedar arenoso.

Helado de frutos del bosque con chía

Ingredientes

  • 125 g de frambuesas
  • 100 g de moras
  • 100 g de arándanos
  • 1 yogur de soja
  • 1 cucharada de semillas de chía
  • 100 ml de bebida vegetal (de arroz, de almendras o la que quieras)

Preparación

  1. Lava las frutas, sécalas bien y congélalas.
  2. Mezcla el yogur con la bebida vegetal y las semillas de chía y déjalo en la nevera.
  3. Bate con la batidora las frutas congeladas con la mezcla de yogur hasta que quede una crema helada.
  4. Sírvelo tal cual.

3. Barritas

Hacer barritas que te puedas llevar a cualquier parte es una de las mejores maneras de comer todo tipo de semillas. Al empacarlas todas en un snack es más fácil.

Cuando son barritas horneadas puedes hacer gel de chía (1 cucharadita de chía en medio vaso de agua) para que actúe como agomerante de todos los ingredientes (junto con alguno más, como dátiles, chocolate, etc). También las puedes añadir tal cual y que queden crujientes.

Como estamos en verano y entiendo que no apetezca hornear nada, os pondré una receta de barritas de ejemplo, sin hornear.

Barritas de frutos secos con chía y sésamo

Ingredientes

  • 8 dátiles
  • 75 g de chocolate negro (mínimo 75% de cacao)
  • 4 cucharadas de semillas de chía
  • ½ taza de nueces peladas
  • ½ taza de almendras peladas
  • 1 cucharada de semillas de sésamo

Preparación

  1. Quita los huesos de los dátiles.
  2. Pica el chocolate y derrítelo al baño maría.
  3. Pon en la batidora los dátiles, semillas y frutos secos y bátelo todo junto 1 minuto, lo justo para triturarlo y que no haya trozos grandes.
  4. Pasa la mezcla al bol con el chocolate derretido, mézclalo muy bien y viértelo en una tabla o un molde para horno con papel para hornear. Procura que no queden bultos y dale forma rectangular. Aplasta bien la superficie para que quede prieto.
  5. Deja que se enfríe y pásalo a la nevera para que solidifique del todo.
  6. Córtalo en barritas y ya lo tienes.