Las comidas frescas son imprescindibles para sobrevivir a los veranos tan intensos y calurosos que estamos pasando. Ensaladas de todo tipo, aguas con sabores, limonadas, refrescos caseros, frutas frescas y sobre todo helados son los reyes de la mesa en verano.

No hace falta comerse mucho la cabeza para hacer helados caseros que sean 100% vegetales, pero entiendo que muchas veces no tengamos ideas o pensemos que es más fácil comprarlos, así que en este artículo os voy a hablar de los helados más fáciles de hacer en casa, que no os van a costar apenas esfuerzo, que se pueden hacer con los sabores que más os gusten y sobre todo que son más sanos y baratos que los comerciales.

1. Helados de hielo

Son las opciones más fáciles, baratas y refrescantes. La mayoría de su contenido es agua, que es lo que le da cuerpo y solidez. Para hacerlos podemos usar ingredientes muy sencillos: zumos caseros, refrescos, bebidas vegetales, etc. Piensa por ejemplo en los polos de hielo de cola, de café o de horchata.

Para hacer helados de hielo es conveniente tener moldes, así sacamos cada vez solo una porción. También, si queremos hacerlos más saludables, es mejor optar por ingredientes no azucarados y fruta entera batida con agua.

Helado de avena y coco

Ingredientes:

  • 1 taza de bebida de avena
  • ½ taza de bebida de coco

Preparación:

  1. Mezcla ambas bebidas vegetales y repártelas en moldes para polos.
  2. Congélalo al menos 2 horas antes de sacarlos.

Helado de frambuesas

Ingredientes:

  • 100 g de frambuesas (sirven congeladas)
  • 1 taza de agua

Preparación:

  1. Bate las frambuesas con la batidora hasta hacerlas puré. Añade el agua y bate un poco más para mezclar.
  2. Si no quieres encontrarte semillitas, cuela la mezcla con un colador fino.
  3. Vierte la mezcla en moldes para polos y congélalo al menos 2 horas.

Puedes cambiar ingredientes al gusto y crear tus propios sabores de helado. Estas recetas también sirven para hacer helados tipo flash.

2. Helados de frutas

Con frutas muy carnosas como el plátano puedes hacer helados casi instantáneos. El mecanismo es muy simple: se cortan y congelan frutas y después se baten en la batidora. Con el batido la mezcla se calentará lo justo para darnos como resultado un helado cremoso listo para tomar.

Cuanto más carnosas y dulces sean las frutas que uses, más cremoso tu helado. Con frutas con mucha agua como la sandía o el melón puedes hacer también polos un poco más cremosos que los de hielo.

Los plátanos congelados sirven además como base para muchos otros helados caseros muy fáciles, lo que se llama “nice cream” (por la unión de las palabras “banana" y "ice cream”), con sabores como vainilla, chocolate, café, té verde matcha, ron con pasas, etc.

Helado de plátano y cereza

Ingredientes:

  • 2 plátanos maduros
  • 400 g de cerezas

Preparación:

  1. Pela los plátanos, córtalos en rodajitas y congélalos en un envase cerrado.
  2. Lava las cerezas, quita los huesos y congélalas también. Tardarán un par de horas.
  3. Saca las frutas congeladas, ponlas en el vaso de la batidora y bátelo todo junto hasta que quede una crema helada densa y suave. Sírvelo en el momento.

Helado de melocotón con limón

Ingredientes:

  • 4 melocotones maduros
  • 1 limón

Preparación:

  1. Pela los melocotones, trocéalos, quita el hueso y congela los trozos al menos 2 horas.
  2. Pon el melocotón congelado en el vaso de la batidora, añade el zumo del limón y bátelo todo junto hasta que quede una crema homogénea.
  3. Sírvelo inmediatamente.

3. Yogur helado

Es un helado que se empezó a popularizar hace unos años, cuya base es yogur con grasas, edulcorantes y sabores. Si lo hacemos en casa podemos lograr maravillas con ingredientes de lo más común: yogures vegetales (caseros o comprados), frutas frescas o congeladas, cremas de frutos secos, chocolate, vainilla…

Si quieres que tenga la misma textura que en los locales en los que los venden, es preferible hacerlos con máquina heladera, que evita que se formen cristales grandes de hielo y la textura sea mucho más fina. Además al terminar de hacer el helado está a la temperatura correcta para servirlo: helado, pero no congelado y duro.

En general para que un yogur helado quede muy cremoso tenemos que reducir el contenido de agua y, siempre que sea posible, aumentar el de azúcar y grasas. Para que todo esto encaje con un yogur helado saludable lo que podemos hacer es escurrir el yogur con una muselina, de forma que pierda agua, añadir frutas muy dulces batidas, como los dátiles, y agregar una mantequilla de frutos secos (casera o comprada) como la mantequilla de cacahuete o la de anacardos.

Cuando los hagamos solo con yogur y fruta elegiremos las más carnosas y preferiblemente ya congeladas en trocitos.

Yogur helado de fresa

Ingredientes:

  • 4 yogures de soja
  • 250 g de fresas congeladas

Preparación:

  1. Vierte los yogures en un bol con una tela fina o muselina y déjalo escurrir un par de horas suspendiéndolo por ejemplo del grifo de la cocina.
  2. Bate el yogur escurrido con las fresas hasta que quede una crema suave sin trozos.
  3. Ponlo en recipientes con tapa y congélalo al menos 2 horas.
  4. Déjalo descongelar un ratito en la nevera antes de servirlo (15-20 minutos está bien).

Yogur helado de chocolate con anacardos

Ingredientes:

  • 4 yogures de soja
  • 50 g de chocolate negro (>75% de cacao)
  • 3 cucharadas de mantequilla de anacardos
  • Necesitarás también una heladera preparada.

Preparación:

  1. Pica el chocolate y derrítelo al baño maría.
  2. Mezcla en un bol, con un batidor de varillas, los yogures con la mantequilla de anacardos.
  3. Añade el chocolate sin dejar de batir.
  4. Pasa la mezcla a la máquina heladera y ponlo 8 minutos, hasta que esté bien hecho (puede que tengas que raspar los bordes con una espátula de silicona).
  5. Sírvelo recién hecho.

4. Helados de bebidas vegetales

Son como los helados cremosos de toda la vida, pero hechos con bebidas vegetales en lugar de leche de vaca. Muchos fabricantes utilizan bebida de arroz o de avena porque tienen la ventaja de espesar bastante sin formar bloques de hielo. En casa podemos hacerlos a partir de avena en copos y de leche de arroz casera.

La bebida de soja también queda muy bien por su alto contenido en proteínas, y la de coco por su sabor y contenido en grasas. Por supuesto puedes utilizar una mezcla de dos o más para un mejor resultado.

Helado de avena y vainilla

Ingredientes:

  • 1 taza de avena en copos
  • 1,5 tazas de agua
  • 3 cucharaditas de esencia de vainilla
  • 5 dátiles

Preparación:

  1. Pon la avena en la batidora y bátelo hasta que quede hecho polvo. Añade la vainilla y los dátiles (sin hueso) y bátelo un minuto más. Por último agrega el agua y bátelo para mezclar.
  2. Pon el batido en una cacerola pequeña y caliéntalo a fuego medio-alto removiendo constantemente hasta que espese.
  3. Pásalo a un recipiente con tapa y congélalo al menos 4 horas.
  4. Deja que se descongele un poco en la nevera antes de servirlo (20 minutos está bien).

Helado de arroz con leche

Ingredientes:

  • 1 taza de arroz redondo
  • 3 tazas de agua
  • 1 taza de bebida de soja (sin azucarar y sin sabores)
  • 1 cucharadita de canela en polvo
  • ralladura de ½ limón
  • 4 cucharadas de azúcar, sirope de agave o de arce

Preparación:

  1. Hierve el agua y añade el arroz. Baja el fuego y deja que se cueza, tapado, 10 minutos.
  2. Agrega la bebida de soja, canela, limón y azúcar, y déjalo al mínimo 5 minutos más.
  3. Deja que se enfríe o se temple.
  4. Pásalo todo por la batidora y vierte el puré en un recipiente con tapa. Congélalo al menos 4 horas.
  5. Deja que se descongele en la nevera unos 20 minutos antes de servirlo.