El bruxismo es el hábito de apretar y chirriar los dientes de una forma inconsciente, ya sea de día o de noche. Ahora bien, durante el sueño pasamos por diferentes fases, y en la que se denomina REM (rapid eyes movement) es en la que dormimos más profundamente y en la que más se suelen apretar los dientes.

Existen varias causas de bruxismo, como la descarga de tensiones emocionales o el apretar los dientes cuando estamos concentrados, pero detrás suele estar siempre el estrés: el estrés del día a día, el de los momentos complicados, el ligado a la pandemia...

El estrés puede manifestarse de distintas formas, como insomnio, dolor de espalda, migrañas, sequedad de boca... y, también, con ese hábito involuntario de apretar los dientes, sobre todo durante la noche. Durante la jornada, cuando se es plenamente consciente, uno puede intentar relajarse si toma conciencia de que tiene estrés, pero de noche es más complicado, porque cuando dormimos no tenemos ese control. De ahí que el bruxismo nocturno sea más frecuente que el diurno y más difícil de abordar.

Bruxismo: síntomas de que aprietas los dientes

Cada vez que nos ponemos a apretar los dientes contribuimos a su desgaste. La fuerza que se puede llegar a ejercer sobre ellos es tan grande que pueden incluso llegar a romperse. El desgaste de los dientes y la aparición de fisuras es uno de los síntomas más evidentes del bruxismo.

Sin embargo, existen otros síntomas asociados al bruxismo, como la aparición de dolores de mandíbula, sobre todo en la articulación que une la mandíbula con el cráneo, en los músculos temporales o en las mejillas, migrañas, acúfenos o molestias en el cuello.

Las molestias asociadas al bruxismo pueden desaparecer progresivamente con las férulas de descarga, tratamientos de osteopatía, fisioterapia y homeopatía. Pero en el bruxismo es especialmente importante la prevención.

Prevenir el bruxismo

En el bruxismo es muy importante la prevención, que pasa por cuidar la postura, abordar el estrés y corregir la respiración. Diferentes terapias naturales pueden ser especialmente útiles para ello. También se puede recurrir a férulas de descarga que alivien la tensión ejercida sobre los dientes para reducir las molestias y evitar que el problema avance.

  • Cuidar la postura y relajar la mandíbula: Una buena postura con una columna vertebral bien alineada y la mandíbula relajada son claves para evitar el apretamiento y las tensiones sobre en maxilares, articulaciones y dientes.
  • Respirar por la nariz: La respiración correcta es la respiración nasal, con los labios cerrados y la lengua ubicada en el paladar, como cuando se hace meditación. De esta forma, se reúnen los dos meridianos centrales (vaso-gobernador y vaso-concepción) y las dos cadenas musculares (la lingual y la facial). Se conecta nuestra "tierra" con nuestro "cielo". Existen algunas técnicas para aprender a respirar siempre por la nariz.
  • Abordar el estrés durante el día: Al dormir es difícil combatir el estrés porque ya no tenemos ningún control, pero de día ciertos gestos simples pueden ayudar a disminuirlo y a llegar a la noche más relajado. Puedes meditar, hacer yoga...
  • Evitar los excitantes: Es otra forma de abordar el estrés durante el día. También conviene evitar las cenas copiosas, para favorecer el descanso.
  • Tomar conciencia y relajar la mandíbula: Se aconseja mantener durante el día la boca en una postura de reposo, tomar conciencia de cómo está y comprobar que no se tienen los dientes en contacto entre ellos. Coloca la lengua en el paladar con los labios cerrados y respira por la nariz.
  • A la hora de dormir: Evita las almohadas demasiado altas, ya que producen una contracción de los músculos masticadores. También puede ser una medida eficaz el dormir boca abajo, aunque eso puede perjudicar a la espalda, y antes de acostarse, practicar técnicas de relajación muscular.

Tratamiento: las mejores terapias naturales para abordarlo

Algunas terapias naturales resulta especialmente útiles para abordar el estrés y relajar la zona de la mandíbula. Presiona sobre ellos entre 5 y 10 minutos, girando en el sentido de las agujas del reloj.

1. Digitopuntura

Puedes estimular diversos puntos de acupuntura que favorecen la relajación y reducen la ansiedad

  • Punto Shenmen: el pliegue de la muñeca en la cara interna, al nivel del dedo meñique.
  • Punto 4G: en la zona carnosa situada entre el dedo índice y el pulgar
  • Punto del ojo: situado entre las cejas, donde empieza la base de la nariz.

Si quieres saber más sobre cómo utilizar la digitopuntura, consulta este artículo sobre cómo aliviar el dolor de dientes con acupresión.

2. Temporal tapping

Te das golpes suaves con los dedos por encima de la oreja, donde están el hueso y el músculo temporal.

Mientras lo haces, puedes decirte a la vez frases como "Voy a tener los dientes entreabiertos y los maxilares relajados".

3. Homeopatía

El tratamiento homeopático puede ser efectivo en determinados casos. Aunque siempre conviene acudir a un médico homeópata para que prescriba el remedio más adecuado, estos son los que más se utilizan en casos de bruxismo:

  • Nux vomica 15 CH: Se utiliza cuando hay estrés por distintas causas. Se suelen prescribir 3 gránulos, por la mañana y la noche.
  • Rhus toxicodendrum 9 CH: Es el más recomendable si se producen ruidos al abrir y cerrar la boca. También se suelen indicar 3 gránulos, por la mañana y por la noche.
  • Cuprum metallic 7 CH o Belladonna 5 CH: Son los remedios más habituales en caso de limitación de la apertura bucal. Se suelen dar 3 gránulos, 3 veces al día.

4. Ejercicios de Rocabado para relajar la mandíbula

Los ejercicios de Rocabado consisten en seis posturas que se practican 6 veces al día para liberar tensiones y mejorar el dolor:

  1. Poner la lengua en el paladar detrás de los dientes y respirar profundamente 6 veces.
  2. Sin mover la lengua del paladar, abrir y cerrar la boca 6 veces.
  3. Mantener la lengua en el paladar y, con dos dedos en la barbilla, abrir la boca. Con los dedos se debe ofrecer un poco de resistencia. Repetir 6 veces.
  4. Bajar la cabeza y moverla hacia atrás, como si se estuviese asintiendo. Repetir el movimiento 6 veces.
  5. Retraer la barbilla 6 veces.
  6. Levantar y bajar los hombros. Repetir 6 veces, de forma pausada.

Férulas de descarga

Las férulas son aparatos a medida que se colocan sobre los dientes superiores o los inferiores. Lo ideal es que se haga sobre los dientes inferiores, ya que la mandíbula es el hueso que se mueve y, a nivel osteopático, es más equilibrado.

Las férulas se fabrican con metilmetacrilato, material termoformable que no contiene bisfenol-A ni disruptores endocrinos.