El cultivo de plantas medicinales en casa –en la ventana, el balcón, la terraza, el jardín o el huerto– constituye una magnífica fuente de biodiversidad, vitalidad y alegría. Y, sobre todo, permite tener a mano remedios efectivos, naturales y de máxima frescura para abordar trastornos de salud muy comunes.

Las técnicas y el material que se emplean sirven también para cultivar hortalizas que mejorarían la alimentación cotidiana. De hecho, ciertas plantas hortícolas poseen a su vez efectos medicinales. Es el caso, por ejemplo, de la col, el brécol, el ajo, el apio, el hinojo, la lechuga, el rábano negro o la guindilla.

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Cultivar dentro de casa

Cualquier persona puede cultivar unos saludables canónigos o unos regeneradores germinados de alfalfa, pasando por una variada selección de plantas aromáticas y medicinales. Dentro de casa, los requisitos son:

  • Gozar de máxima iluminación directa durante al menos 4 horas al día (lo ideal son 6). Pueden colocarse las macetas en el alféizar de una ventana, pero conviene evitar el sol directo en las horas y días muy calurosos.
  • Buena ventilación para que absorban del aire los elementos vitales sin que se produzcan condensaciones de humedad o se resequen. Pero evitando las corrientes que provoquen una excesiva transpiración en las plantas. Sacarlas al aire libre cuando haga buen tiempo o en primavera y verano.
  • Mantener húmedo y bien regado el sustrato de cultivo, pero evitando el encharcamiento de agua que asfixiaría las raíces. La mayoría de plantas aromáticas soportan mejor las épocas de sequía que los excesos de agua.

En este caso las posibilidades aumentan. Los principales consejos son:

  • Orientación: La mejor es al sur; si no fuese posible debe haber un mínimo de 4 a 6 horas de luz directa al día para que las plantas se desarrollen bien.
  • Recipientes: Unas jardineras, unas macetas o unas mesas especiales de cultivo (que no requieren agacharse) resultan ideales. Basta con una profundidad de 20 a 30 cm.
  • Tierra: Los sustratos de cultivo preparados con fibra de coco rehidratada (50-60%), compost o humus de lombriz (30-40%) y perlita (10%) van mejor que la tierra, pesan menos y retienen bien la humedad y los nutrientes.
  • Riego: Con el calor de las macetas se evapora mucha agua y conviene regar a diario. Un programador de riego permite ofrecer agua con regularidad, sin alternar excesos y fases de sequía.

Un verdadero Km 0

Para cultivar plantas aromáticas o medicinales en casa no se puede introducir simplemente la tierra del huerto o el jardín en macetas. La mayoría de tierras de cultivo contienen proporciones de arcilla, limos y áridos que las hacen apelmazarse al colocarlas en recipientes cerrados, donde la actividad aireadora de las lombrices es casi nula.

A fin de conseguir tanto una buena absorción del aire y del agua como un buen drenaje y la óptima aireación radicular, conviene mezclar la tierra con una buena proporción de materiales porosos y aireadores (turba, fibra de
coco, perlita, vermiculita).

El humus de lombriz es el abono más eficaz en este caso. Las proporciones de las mezclas dependerán de si se destinan a plantas de desarrollo más hortícola, ávidas de nutrientes, o a plantas más silvestres y por ello más frugales.

Las plantas cultivadas en casa no solo son alimentos de km 0 en su más pura acepción, sino que además, por el hecho de crecer en el mismo medio que nosotros, han desarrollado principios activos específicos para responder a las exigencias de ese medio.

Plantas medicinales para cultivar en casa

Basta un pequeño hueco para cultivar una jardinera o una hidromaceta grande (40x40 cm) con esta selección de plantas y remedios casi universales: albahaca, tomillo, salvia, mejorana, manzanilla, menta y estevia (tres de ellas se presentan en el texto de la derecha).

El sustrato puede ser una mezcla de fibra de coco y humus de lombriz. Aparte, se puede tener un tiesto con aloe.

  1. Albahaca: Ama la luz y el calor pero crece bien en la semisombra. En una maceta de buen tamaño proporcionará infinidad de hojas. Es tranquilizante, anticatarral, antiséptica, digestiva. Existen 150 variedades, algunas con hojas azuladas o violáceas. Deliciosa en ensaladas y salsas de tomate.
  2. Estevia: Plantarla es como tener un "panal" en casa, pues sus hojas son 15 veces más dulces que el azúcar. Antes del invierno se recorta a 10 cm de altura para que rebrote en primavera. los diabéticos pueden tomarla gracias a sus cualidades hipoglucemiantes. Es antihipotensora y diurética.
  3. Mejorana/Orégano: La mejorana es una "prima" hortícola del rústico orégano. Su sabor intenso alegra las ensaladas, las pizzas y los platos de pasta, y perdura largo tiempo después de la cocción. Sus aceites esenciales ejercen efectos positivos en el sistema nervioso, y combaten el insomnio y la jaqueca.