Llevar una vida sana y activa ya no es garantía para mantener la enfermedad a raya. El aire que respiras podría ser el causante de la obesidad, la diabetes e incluso el cáncer.

Un reciente estudio confirma que la contaminación no solo daña los pulmones, sino que inflama el hígado, eleva el colesterol LDL, los triglicéridos y la resistencia a la insulina, y altera el sistema circulatorio.

Al favorecer la inflamación crónica, abre la puerta a multitud de enfermedades que antes no se asociaban al aire sucio.

La contaminación del aire está acabando con nuestra salud

En España, el 98% de la población y 95% del territorio estuvieron expuestos a un nivel de contaminación superior al recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), según el último informe sobre calidad del aire de Ecologistas en Acción de 2015.

Y causa cada año cerca de 27.000 muertes prematuras; siete millones en todo el mundo.

Las enfermedades respiratorias suelen relacionarse con la contaminación: asma, EPOC, cáncer de pulmón… Pero, aunque no lo sospechemos, la toxicidad del aire que respiramos se traduce también en ictus, cáncer de vejiga, leucemia y otros tumores hematológicos, inflamación crónica y obesidad.

Además hay claras evidencias de que contribuye a alteraciones del sistema inmunitario: alergias respiratorias, cutáneas y oculares, eccemas de contacto y trastornos autoinmunes.

Lo más preocupante es la constatación de su efecto en los niños: un reciente estudio, dirigido por el doctor Jesús Pujol y coordinado por el doctor Jordi Sunyer, codirector del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental CREAL, ha concluido que la contaminación del tráfico altera la conectividad cerebral infantil.

"Los contaminantes atmosféricos enlentecen la maduración funcional del cerebro a edad escolar –explica Pujol a Cuerpomente–. No podemos saber qué pasará a la larga con la inteligencia".

¿De dónde procede la contaminación?

Debemos hacernos a la idea de que el coche no es ese "amigo" que nos venden los anuncios.

A los vehículos hay que añadir calefacciones, ciertas industrias, centrales energéticas térmicas y de ciclo combinado, refinerías e incineradoras, y tráfico marítimo y aéreo. "En Barcelona, el 20% de la contaminación tiene su origen en el puerto", recuerda Enric Aulí, exdirector de los Servicios de Intervención Ambiental del Ayuntamiento de Barcelona.

Además del dióxido de nitrógeno (NO2), el ozono troposférico (O3), el dióxido de azufre (SO2) y el benzo(a)pireno, entre los contaminantes más peligrosos se hallan las partículas en suspensión (PM10 y PM2,5), que emite sobre todo el motor diésel. París ya ha anunciado que lo prohibirá en sus calles.

Cómo contribuir a un aire más limpio

Reducir la circulación de vehículos y apostar por el transporte público es la piedra angular para devolvernos un aire sano. Pero no hay una única solución. Cada ciudad debe hallar la más adecuada a su orografía, clima y circunstancias.

Limitar el acceso de coches a zonas congestionadas es una de las básicas, y así lo han hecho por ejemplo Londres o Copenhague creando zonas de bajas emisiones donde se impide el acceso a los vehículos más contaminantes.

Otras propuestas son rebajar la velocidad máxima a 30 km/h, incentivar el transporte público al tiempo que se renueva la flota de autobuses con modelos híbridos o de hidrógeno, y promover el uso del vehículo compartido o del coche eléctrico, que si se alimenta de energía verde es más limpio que cualquier motor de combustión. Todas ellas requieren de decidido apoyo ciudadano.

Pero siempre hay posibilidad de ir más allá sin esperar a las decisiones políticas, por ejemplo comprando electricidad renovable.

La bici es la gran aliada del cambio de mentalidad necesario. De hecho, las nuevas generaciones ya no necesitan ni desean "tener" un coche. En Copenhague el 50% de los estudiantes se desplaza en bici.

También las autoridades le han dado un fuerte impulso creando amplios carriles bien señalizados en azul y sin semáforos que conectan el centro con los barrios periféricos. En Alemania se ha inaugurado la primera autopista para bicis.

Y en Francia la iniciativa Indemnité Kilométrique Vélo paga 25 céntimos de euro por kilómetro a los empleados de hasta 20 empresas que vayan en bici al trabajo.

Otra gran iniciativa en Sevilla, es la plataforma Ciclogreen, que convierte los kilómetros recorridos en bici o a pie en descuentos en tiendas, restaurantes y cines.

Conoce la calidad del aire a través de la tecnología

Webs y aplicaciones como las desarrolladas por Aqicn.org y World Air Quality Index Project permiten conocer la calidad de aire en tiempo real en más de 60 países del mundo.

El futuro va hacia dispositivos como el Smart Citizen, del Fab Lab de Barcelona, que permite a cualquiera medir la contaminación y el ruido de su entorno y compartirlo en la red.

No se trata solo de poder cambiar de barrio si el tuyo es irrespirable, sino que conoces en tiempo real el aire que entra en tus pulmones, tomas conciencia del problema y quieres ser parte de la solución.