Sen

Con las hojas del sen o cassia angustifolia pueden prepararse infusiones laxantes muy poderosas, pero debemos ser cuidadosos para evitar sus peligros y usarlo bajo supervisión médica únicamente de forma puntual.

 

¿Qué es el sen y cómo se toma?

Como «sen» se conocen diferentes especies de Cassia, como la Cassia angustifolia o sen de la India, la Cassia senna, lanceolata o sen de Alejandría (Senna Alexandrina), y la Cassia obovata o sen de España. Este último se cultivó para uso medicinal en la cuenca mediterránea hasta principios del siglo XX, pero hoy ha desaparecido casi en su totalidad.

Se trata de una leguminosa con hojas compuestas y flores amarillas. Los frutos, legumbres colgantes, albergan media docena de semillas de sen en su interior.

Con fines medicinales se aprovechan los foliolos y las vainas de los frutos, más suaves que los primeros. Contienen glucósidos (sennósidos), antraquinonas, flavonoides, mucílagos, ácidos málico y tartárico, y resinas. 

El sen se encuentra en forma de planta seca, polvos, jarabe, extracto fluido y extracto seco en cápsulas o comprimidos. También se utiliza la infusión de hojas de sen tibia (15 g por litro) en lavativas, con efectos más inmediatos.

Propiedades medicinales del sen

Su efecto es laxante a dosis bajas y purgante a dosis altas, además de diurético y colagogo (estimula la vesícula biliar). Aumenta la mucosidad en las paredes intestinales y la secreción de agua, lo que favorece el peristaltismo o motilidad intestinal. Aunque depende mucho de cada persona, actúa entre las 6 y 12 horas después de haberlo tomado. 

Está indicado en estreñimiento ocasional –no crónico– y para facilitar el vaciamiento intestinal previo o posterior a radiografías y operaciones. Pero un uso prolongado de las hojas podría provocar al colon cierta dependencia. 

Cómo preparar infusión laxante de sen

Los herbolarios suelen recomendar el sen asociado a otras plantas, como hinojo, menta o cilantro, para mejorar su sabor amargo, junto con plantas demulcentes como la malva o el malvavisco, que contrarrestan su impacto irritante sobre las terminaciones nerviosas de la mucosa intestinal.

Un poderoso remedio laxante es el que combina foliolos y frutos de sen con semillas de hinojo, hojas y flores de malva y raíz de malvavisco, a partes iguales.

Cómo prepararlo:
Se deja macerar una cucharada rasa de la mezcla por vaso de agua toda la noche y se toma a pequeñas dosis a lo largo del día. Actúa al cabo de 6-7 horas. Para aumentar el efecto, puede tomarse la misma fórmula en infusión.

Precauciones y contraindicaciones

  • El sen puede tener efectos irritantes sobre la mucosa intestinal.
  • A dosis elevadas o en tratamientos prolongados puede provocar cólicos con diarrea, vómitos y mareos. Debería tomarse siempre con asesoramiento médico y su uso nunca debería prolongarse más allá de siete u ocho días.
  • Está contraindicado en caso de obstrucción intestinal, síndrome del colon irritable, enfermedad de Crohn, gastroenteritis y dolores intestinales. Tampoco se recomienda en caso de úlcera de estómago o problemas hepáticos y renales.
  • No deben tomarlo embarazadas –puede ser abortivo–, madres lactantes –los sennósidos pueden pasar a la leche y provocar diarreas a los bebés– ni niños menores de 12 años.
  • También se desaconseja durante la menstruación y en caso de hemorroides o infección urinaria. 
  • Para estreñimientos crónicos o recurrentes se aconsejan laxantes más suaves, como la zaragatona, el malvavisco o el lino, junto con las debidas correcciones en la dieta y en los hábitos de vida. 

Asesora: J. Mª Teixé, herborista de «El Manantial de Salud»

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