Serpol

El serpol o tomillo de monte (Thymus serpyllum) es un remedio tradicional para mejorar los problemas respiratorios y la mala circulación.

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En algunas zonas de los Pirineos y en el Cantábrico el único tomillo que es posible encontrar es el serpol (Thymus serpyllum), también conocido como tomillo de monte y por otros nombres como hierbaluna, serpolio o tomillo sanguanero.

Esta planta aromática comparte con el tomillo vulgar muchas de sus propiedades medicinales y culinarias, aunque atenuadas. 

El serpol es una mata baja, postrada, a veces enmarañada, de troncos leñosos y reptantes. Las hojas son ovales, de peciolo corto, y sus flores rosadas aparecen en densos glomérulos terminales. Con fines medicinales se cosechan las sumidades floridas. 

Propiedades del serpol

El serpol o tomillo de monte contiene una esencia, de color amarillo pálido, con un 18% de pineol, además de timol, carvacrol, geraniol y linalol; ácidos fenólicos; principios amargos como la serpilina; flavonoides como el luteol y el diosmetol; taninos, y pequeñas cantidades de resina. 

Por esta composición se le atribuyen sobre todo propiedades antisépticas, bactericidas, expectorantes y antitusivas, pero también digestivas y carminativas.

Para qué sirve el serpol

Aunque su poder antiséptico es algo menor que el del tomillo vulgar, se indica igualmente en afecciones respiratorias como gripes y resfriados con tos, sinusitis, faringitis, laringitis y bronquitis

El serpol ayuda asimismo a combatir las alergias primaverales causadas por el polen de álamos, fresnos, avellanos y sauces, entre otros árboles. 

Favorece además la irrigación sanguínea periférica y la circulación de retorno, y está muy recomendado frente a varices, hemorroides y el adormecimiento de pies y manos.

En uso externo, el serpol sirve para desinfectar y cicatrizar heridas, arañazos, quemaduras y rozaduras, y en baños, para el dolor reumático, la lumbalgia y la tensión muscular.

Cómo se usa el serpol

El serpol puede encontrarse en los herbolarios como planta seca para infusión o decocción, en tintura, extracto fluido, cápsulas y supositorios.

Con la decocción se elaboran colutorios, fricciones capilares e inhalaciones o vahos.

El aceite esencial de serpol se usa como relajante y antiséptico, aunque puede irritar las pieles sensibles.

En caso de hinchazón abdominal, dispepsia, espasmos gastrointestinales, meteorismos y gases, el serpol se toma como el tomillo común: en infusión, si se quiere con plantas digestivas como melisa e hinojo.

Se usa también como antiséptico urinario suave junto con plantas afines como gayuba, arándano rojo o brecina.

Fórmulas de herbolario

Aquí tienes dos infusiones de serpol, una para tomar frente a las alergias al polen y otra para aplicar en forma de baño como tónico circulatorio:

  • Tisana balsámica contra el polen: El serpol, combinado en infusión con plantas que refuerzan su acción, puede aliviar la alergia al polen. Se mezcla serpol con perpetua, ortiga y regaliz a partes iguales. Cómo prepararla: Se hierven dos cucharadas soperas rasas de la mezcla por medio litro de agua durante 2 minutos, se deja reposar otros 8 y se cuela. Como precaución, las personas hipertensas pueden sustituir el regaliz por anís verde. Se bebe a lo largo del día.
  • Tónico circulatorio: Para ello se prepara un baño con serpol, castaño de Indias, pie de león y gálbulos de ciprés, a partes iguales. Cómo prepararlo: Se hierven seis cucharadas soperas de la mezcla en dos litros de agua entre 5 y 8 minutos, se reposa y se cuela. El baño, de manos o asiento, se hace con agua tibia, no caliente. 

Jordi Cebrián. Asesora: J Mª Teixé, herborista de «El Manantial de Salud»