Te proponemos una guía para encararte con el miedo y apartarlo de tu vida. Recuerda que todos hemos pasado por esta situación más de una vez y que, cuando conseguimos ver las cosas con cierta distancia, podemos empezar a superarlo.

¿Cómo superar tus miedos más arraigados?

En el artículo de hoy vamos a repasar algunas estrategias psicológicas que pueden ayudarte a afrontar tus temores.

1. Asume que el miedo está ahí

Reconoce que lo estás sintiendo y que puede tener su función. Sentir miedo es algo natural y, si esa emoción ha surgido en ti, seguramente tiene que existir un motivo para que se haya dado.

¿Podrías conocer para qué te está sirviendo? ¿De qué forma el miedo te está ayudando? ¿Qué función está cumpliendo dentro de tu sistema? Buscar información sobre la función positiva del miedo te ayudará.

2. Céntrate en la peor fantasía

Para los miedosos, Séneca proponía la técnica de “la premeditación de todos los males”. La puedes realizar de forma más sistemática escribiendo durante media hora cada día todos los pensamientos catastróficos sobre lo malo que te puede llegar a ocurrir. Una vez aceptas todos tus males, el miedo desaparece.

3. Admite que no tienes el control

Todos tenemos que asumir que la vida tiene un cierto grado de incertidumbre. Es importante que te des cuenta de que en tu interior hay mecanismos que se activan inconscientemente y que tú no los controlas. Si tienes ataques de pánico, aparecen sin que tú lo decidas.

Existe algo más grande que tú y muchas de las cosas suceden sin que la persona ni la humanidad tengan ningún control sobre ello.

4. Trata de no depender de tu entorno

Cada vez que alguien te ayuda a hacer algo porque tienes miedo, tu capacidad de enfrentarte a esas situaciones por ti mismo disminuye.

5. Evita evitar y confronta tus miedos

La imaginación es peor que la realidad, así que procura relativizar tus temores. “Llevo las heridas de todas la batallas en las que no he participado”, escribía Fernando Pessoa. “Situación evitada, miedo agrandado”, tenlo muy presente.

6. Amplía tu percepción

El miedo reduce tu visión de la realidad. Intenta ampliarla fijándote en cómo actúan y viven las personas que están a tu alrededor. ¿Tienen miedo? ¿Tienen problemas? ¿Qué hacen ante las situaciones complicadas y adversas? ¿Cómo las resuelven? Mantén una actitud curiosa hacia los demás e interésate por cómo son y cómo reaccionan.

7. Distingue el miedo de la ansiedad

A veces podemos confundir el miedo con ansiedad y no toda ansiedad es miedo. La ansiedad puede ser la expresión de otras emociones silenciadas. Además, suele presentarse en el cuerpo de una forma más generalizada.

8. Recuerda: el miedo es solo miedo

No es una amenaza de muerte, ni mucho menos. Con el paso del tiempo te darás cuenta de que no pasa nada y que uno no se muere de un ataque de pánico. También notarás que mientras estás sufriendo un ataque de pánico no sucede nada afuera.

Cuando puedas aceptar esta realidad, habrás vencido al miedo y podrás ponerlo a tu lado diferenciándote de él, serás capaz de estar con él, ver cómo es... y no dejar de hacer nada por su causa.