Tomar una tisana pide cuanto menos unos instantes de calma. Por simple que sea su preparación, supone un pretexto ideal para la relajación o para la charla amable si se está en compañía.

El sano placer de las tisanas –parafraseando el título de un libro del Dr. Ramón Rosello (Ed. RBA)– se suma al pausado disfrute de sus sabores y sus virtudes reparadoras. Se requiere cierta experiencia para conocer la compatibilidad botánica y química de las plantas seleccionadas a fin de elaborar una tisana equilibrada, en la que los distintos ingredientes se complementen o bien potencien una acción determinada.

No cabe duda de que para que el acto de saborear una tisana resulte atractivo, más allá de su posible función terapéutica, debe aportar un placer a los sentidos, en especial al olfato y al gusto, lo que se consigue añadiendo hierbas de agradable sabor entre sus ingredientes.

Por todo ello, si no se tiene experiencia, es preferible contar con el asesoramiento de un herborista experto. En este artículo se ofrece una selección de ocho tisanas, que en alguna ocasión nos han recomendado desde el herbolario Manantial de Salud.

1 /8

1 / 8

1. Astenia primaveral

Esta tisana es un buen remedio cuando alguien se siente desmotivado, alicaído, afectado por estados de debilidad o astenia, comunes al principio de la primavera, o bien atenazado por el estrés. Ayuda a recobrar el ánimo y a adaptarse a situaciones complicadas.

Ingredientes a partes iguales:

  • Rodiola
  • Eleuterococo
  • Romero
  • Ajedrea

Preparación:

  • Se requiere una cucharada sopera rasa de la mezcla para cada taza de agua.
  • Se hierve apenas 3 minutos, se deja en reposo, tapada, 10 minutos más y se filtra.
  • Se le puede añadir una pizca de miel para mejorar el sabor.

Dosis:

Se toma un vaso dos veces al día, por la mañana con el desayuno y después de comer.

Precauciones:

Si incluye eleuterococo, los expertos recomiendan tratamientos discontinuos, de 3 semanas, con otras 3-4 de descanso. No entraña ningún problema si se toma puntualmente.

2 / 8

2. Una ayuda para la rinitis y las alergias

La llegada de la primavera, con el estallido de floraciones que colman jardines, parques, árboles y prados, supone un pequeño tormento para numerosas personas. La eclosión de polen y polvo en suspensión y de un torbellino de sustancias alergénicas extrañas para el sistema inmunitario que flotan en el ambiente provocan un variado y molesto cuadro de síntomas, como rinitis, inflamación ocular, picores, urticarias, congestión pulmonar, estornudos frecuentes, etc.

Esta tisana puede ser una alternativa o un apoyo a los fármacos antihistamínicos que suelen recetar los facultativos para combatirlos y que suelen provocar somnolencia.

Ingredientes a partes iguales:

  • Perpetua (Helichrysum stoechas)
  • Tusilago
  • Pino silvestre
  • Llantén mayor
  • Equinácea (sumidades)
  • Hinojo

Preparación:

  • Añadir una cucharada sopera de la mezcla por cada taza.
  • Hervir 2 minutos, dejar en reposo 10 minutos más y filtrar.
  • Se le puede añadir miel de tomillo.

Dosis:

Se toman de dos a tres tazas al día, mientras se mantenga la crisis alérgica.

Precauciones:

Es aconsejable no incluir la equinácea en esta tisana durante el embarazo, lactancia o en caso de patología hepática.

3 / 8

3. Dolores de cabeza y cefaleas

Se trata de una fórmula indicada para quienes sufren episodios de migraña o cefalea ocasionales, que se pueden incrementar al llegar la primavera debido al aumento progresivo de las temperaturas. Puede evitar la medicación.

También es una alternativa para los que los padecen de forma recurrente y toman a menudo analgésicos, aunque cada cefalea tiene causas específicas que requieren tratamiento individualizado.

Ingredientes a partes iguales:

  • Betónica
  • Menta
  • Ginkgo
  • Pasiflora
  • Flor de azahar

Preparación:

  • Añadir una cucharada sopera de la mezcla por cada taza.
  • Hervir y mantenerla en infusión 10 minutos.
  • Para matizar el amargor del ginkgo, se puede añadir corteza de naranja amarga.

Dosis:

Bastan dos vasos al día, el primero al primer síntoma que se perciba.

Precauciones:

La pasiflora debe ser utilizada con prudencia, incluso mejor con asesoramiento médico. Puede ser reemplazada por matricaria, pero esta tiene el inconveniente de su desagradable sabor.

4 / 8

4. Depurar los riñones

Esta combinación de plantas se recomienda para facilitar la depuración a nivel renal, para prevenir la formación de cálculos en el riñón o, si ya se han formado, para ayudar a su expulsión. No es menos útil para combatir la retención de líquidos y como un apoyo en caso de hipertensión arterial.

Ingredientes a partes iguales:

  • Mijo del sol
  • Arenari
  • Ortosifón
  • Gayuba
  • Hinojo
  • Anís estrellado

Preparación:

  • Añadir dos cucharadas de la mezcla por medio litro de agua.
  • Se hierve apenas 1 minuto.
  • Se deja reposar 10 minutos más y se filtra.

Dosis:

Tomar durante todo el día.

Precauciones:

  • No se recomiendan tratamientos prolongados con mijo del sol por su contenido en alcaloides pirrolizidínicos; puede ser sustituida por otra planta, como las hojas de abedul.
  • Hay que evitar la gayuba durante el embarazo y en caso de gastritis.

5 / 8

5. Protección frente a la acidez estomacal

Por las plantas que la componen, esta fórmula la aconsejan los herboristas especialmente para tratar de aliviar el reflujo gastroesofágico, la acidez de estómago y los espasmos gástricos.

También resulta útil para combatir gases, meteorismos, flatulencias y mal sabor de boca.

Ingredientes:

  • Raíz de regaliz
  • Rabo de gato
  • Hinojo
  • Anís verde

Preparación:

  • Añadir una cucharada sopera de la mezcla por taza de agua.
  • Hervir 2-3 minutos y seguidamente mantener en reposo 10 minutos más y colar.
  • Su sabor algo dulce puede gustar a los niños.

Dosis:

Tomar una taza después de las comidas principales.

Precauciones:

  • No es aconsejable para personas diabéticas o hipertensas, y menos de forma prolongada.
  • La glicirrina –componente del regalizpuede elevar la tensión arterial.

6 / 8

6. Problemas urinarios

Esta fórmula de herbolario está indicada para el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata, sobre todo a nivel preventivo. Tiene la particularidad de que inhibe la enzima de la inflamación prostática.

Se recomienda a varones mayores de 50 años, a los que ayuda a disminuir trastornos asociados al adenoma benigno, la necesidad de orinar con frecuencia y la nicturia. Por su poder antiinflamatorio y diurético, es útil para aliviar la inflamación de vejiga y de próstata y como tratamiento de apoyo en nefritis, ureteritis y litiasis renal.

Ingredientes a partes iguales:

  • Epilobio
  • Pygeum
  • Buchú
  • Brecina
  • Anís estrellado

Preparación:

  • Añadir una cucharada sopera rasa de la mezcla por vaso de agua.
  • Hervir 2-3 minutos, reposar 5 más y colar.

Dosis:

Se pueden tomar hasta 3 vasos al día.

Precauciones:

  • El pygeum puede provocar molestias gástricas en personas especialmente sensibles.
  • La brecina se desaconseja en caso de gastritis.

7 / 8

7. Vías respiratorias sanas

Esta tisana es eficaz para combatir la bronquitis si no hay otra patología asociada. 

Tomar tisanas puede ayudar a eliminar la congestión y rebajar la inflamación de las vías respiratorias, sin necesidad de recurrir a los fármacos. También se recomienda en procesos alérgicos provocados por la reacción al polen en suspensión de algunas plantas.

Ingredientes:

  • Brotes de pino albar
  • Marrubio blanco
  • Poleo blanco
  • Malva
  • Hinojo

Preparación:

  • Añadir dos cucharadas soperas rasas de la mezcla por taza de agua.
  • Se hierve un par de minutos.
  • Se deja reposar 10 minutos y se filtra.
  • El hinojo y el poleo le aportan un sabor agradable, que contrarresta el del marrubio, pero se puede añadir corteza de naranja amarga

Dosis:

Se puede tomar durante el día.

Precauciones:

El pino albar, rico en taninos, puede provocar irritación gástrica en personas sensibles, pero la malva actúa a su vez de protectora.

8 / 8

8. Trastornos menstruales

Esta tisana es útil para las mujeres jóvenes y maduras, en edad reproductora, o para quienes la llegada de la regla supone un trastorno frecuente. Ayuda a combatir los diferentes síntomas del síndrome premenstrual, como los gases, la sensibilidad en las mamas, las cefaleas, la fatiga, el dolor de espalda, etc. y mitiga los síntomas de la dismenorrea o menstruaciones dolorosas, como molestias lumbares, náuseas leves, transpiración, sudoraciones y mareos pasajeros.

Ingredientes:

  • Abrótano hembra (santolina)
  • Hibisco
  • Salvia
  • Artemisa
  • Menta

Preparación:

  • Añadir tres cucharadas soperas de la mezcla a partes iguales por tres cuartos de litro de agua (una por taza).
  • Se puede mejorar el sabor añadiendo un toque de hinojo, que le dará un matiz anisado y dulzón.
  • Hervir 1 minuto, dejar que repose otros 10 minutos y colar.

Dosis:

Tomar 3 tazas al día, desde unos 9 días previos a la llegada del periodo.

Precauciones:

No se recomienda consumir la salvia durante el embarazo, la lactancia o durante periodos prolongados ya que posee tuyona, un aceite esencial con virtudes estrogénicas importantes.

Infusiones que relajan además de equilibrar

Las tisanas e infusiones aportan, además de sus virtudes terapéuticas, los beneficios del agua caliente. Las bebidas calientes son más fáciles de asimilar por el estómago que los líquidos fríos.

Según la medicina china, la naturaleza del calor siempre es relajante y activadora. El calor aporta fluidez y tiene la capacidad de calentar y hacer que los músculos se relajen.

Si se prefieren tisanas tibias o frías en verano, el hibisco, la menta o el regaliz con corteza de naranja o limón dan buenos sabores.

Cómo dar buen sabor a las tisanas

Es cierto que muchas plantas tienen un sabor amargo, tosco o insípido que no invita a degustarlas. Los entendidos advierten que un sabor muy amargo no se consigue anular con un aporte muy dulce, sino que resultará más efectivo un amargo aromático, como el de la corteza de naranja amarga o limón.

En cambio el dulzor del anís o el aroma intensamente mentolado de la menta vienen bien para combatir la insipidez.