Con el frío es cuando el sabor y el calor de una sopa hacen maravillas. Usando unos pocos ingredientes básicos y naturales, la olla comienza a hacer magia y se convierte en un plato humeante y nutritivo.
Según la medicina tradicional china, al invierno le corresponde el elemento agua, y los órganos que gestionan los fluidos en el cuerpo son los riñones y la vejiga, sensibles al frío y a la humedad. Los riñones almacenan nuestra esencia y están directamente relacionados con la longevidad. Cuidarlos mediante alimentos que entibien y no consuman el calor del cuerpo evitará que se debiliten durante las estaciones de frío.
Es tiempo de guisos de cocciones suaves y lentas, de reposo y de movimientos pausados. Abrigarse por fuera y por dentro es uno de los secretos para acumular energía para la primavera y disfrutar de un invierno y un otoño saludables.