Nuestro cuerpo tiene un equilibrio entre la parte ácida y la parte alcalina que conforma el pH idóneo de las células de nuestro cuerpo, de la flora intestinal y de nuestra sangre.

El cuerpo envejece porque nuestras células envejecen. Sin darnos cuenta, nuestro cuerpo es un ecosistema complejo, una máquina perfecta que necesita de la vida de micropartículas, células y bacterias sanas para un estado óptimo y en plenitud.

Cada célula de nuestro cuerpo necesita una oxigenación y una alimentación de micronutrientes idónea para que en conjunto contribuyan al perfecto funcionamiento de nuestros órganos vitales y, por ende, de nuestros diferentes sistemas: respiratorio, circulatorio, digestivo…

La edad vital que se manifiesta en nuestro semblante, realmente no es solo el reflejo de nuestros años, sino la edad vital de cada una de nuestras células y que es el resultado del cuidado que le hemos proporcionado durante nuestra vida.

Cuando nos alimentamos, cuando nos hidratamos y cuando respiramos estamos proporcionado alimento a nuestro organismo. Depende de la calidad de ese alimento, agua o aire si acidificamos nuestro cuerpo o lo alcalinizamos.

Cuanto peor sea nuestra alimentación, el agua que consumimos y el aire contaminado que respiramos o el humo de tabaco, más acidificamos nuestro cuerpo y nuestras células.

Si nos alimentamos de alimentos frescos y de calidad, consumimos agua pura y respiramos aire libre de contaminantes, alcalinizamos nuestro cuerpo.

Los malos hábitos y la mala calidad de alimentos y agua acidifican, envejeciendo prematuramente nuestras células y por consiguiente nuestro cuerpo. Cuanto mejores y más sanos sean los hábitos que tengamos, alcalinizaremos nuestro cuerpo, logrando células jóvenes, un organismo activo y óptimo y por tanto un semblante joven y resplandeciente.

Consejos sencillos para empezar a alcalinizar tu cuerpo

Bebe mucha agua. Pero no solo basta beber agua, hay que procurar que sea agua lo menos tratada químicamente y a ser posible agua de manantial o agua filtrada.

El agua es la primera fuente de vida y aunque somos incapaces de verlo a simple vista, el agua aporta minerales a nuestro cuerpo. Un agua intoxicada, tratada o sucia, también aporta esas partículas y elementos malignos a nuestro organismo.

Evita tomar agua que ha estado embotellada en plástico ya que con el calor, el plástico libera toxinas al agua, que luego ingerimos al tomarla. Es muchísimo más sano llevar el agua en botellas de cristal ya que no alteran el pH ni la composición química natural del agua.

El limón es un gran alcalinizante, así como el vinagre de manzana. Tomar en ayunas agua caliente con limón o un chupito de vinagre de manzana diluido con agua es la mejor forma de preparar nuestro cuerpo y limpiar el exceso de metales pesados en la sangre.

¡Piensa verde! Todos los vegetales de hoja verde son potentes y alcalinizan el cuerpo porque purifican y oxigenan por medio de la clorofila presente en sus hojas y tallos. Si los tomas crudos mucho mejor. Espinacas o el famoso kale son tus mejores aliados. Ojo con las espinacas, ya que contienen mucho hierro y el exceso tampoco es sano.

Hacer ejercicio al aire libre es ideal para oxigenar nuestro cuerpo y nuestra sangre. Sino podemos hacerlo, cualquier forma de ejercicio es perfecta para llenar nuestros pulmones de aire nuevo, activar la circulación y liberar toxinas por medio del sudor.

Evita alimentos procesados, enlatados y/o con potenciadores de sabor o de caducidad. Suelen tener químicos que acidifican la sangre y por tanto nuestro organismo.

El café y el tabaco son muy ácidos para nuestro organismo. Consume lo menos posible y, si puedes, elimínalos, sobre todo el tabaco.

Es importante recordar que por la mañana nuestro cuerpo alcanza los niveles más altos de acidez y es por eso muy importante que nada más despertar alcalinicemos nuestro cuerpo para regular nuestro pH idóneo y ganar energía vital para el resto del día.

Aquí os paso unas recetas de algunos chupitos para tomar en ayunas que logran alcalinizar el cuerpo.

Chupito Redboost

Ingredientes:

  • Zumo de medio limón
  • ½ taza vinagre de manzana
  • 1 pizca de pimienta de cayena molida
  • *Agua (opcional y solo para diluir)

Preparación

  1. Exprimir el zumo de limón y mezclarlo con el vinagre de manzana.
  2. Agregar una pizca de pimienta de cayena.
  3. Si parece el sabor muy fuerte se puede diluir con un poco de agua.

Tomar en ayunas.

Chupito Verde

Ingredientes

  • Zumo de medio limón
  • ½ taza zumo de aloe vera
  • 1 dodajita de jengibre

Preparación

  1. Exprimir el zumo de limón.
  2. Mezclar con el aloe vera y agregar una rodajita de jengibre pelado.

Tomar en ayunas.

¡Espero que os haya gustado este post! ¡Nos vemos en el próximo! Hasta entonces, cuidaos y mimaos desde la raíz.