Las mascarillas son preparaciones utilizadas para limpiar, absorber las toxinas y partículas que obstruyen los poros, desintoxicar y purificar la piel. Son tan fáciles de preparar que las puedes hacer en tu cocina.

Se suelen elaborar con sustancias absorbentes y purificantes, como las arcillas, o ingredientes nutritivos e hidratantes, como las frutas y verduras. Pueden llevar también miel o aloe para ayudar a desintoxicar y regenerar la piel. Sirven para regular el exceso de sebo y matificar, y dejan la piel suave y fresca.

Para una mascarilla exfoliante puedes emplear arcillas. Además de purificar la piel actúan como un abrasivo muy suave capaz de llevarse las células muertas superficiales. Las arcillas son muy fáciles de manipular y se consiguen en tiendas especializadas o en herbolarios.

Cuándo y cómo ponerse una mascarilla

Lo ideal es utilizar las mascarillas una vez por semana. Se aplican en el rostro limpio y húmedo con una pinceleta o con los dedos, evitando la zona de los ojos y los labios.

Se dejan actuar de 5 a 8 minutos y cuando se siente que la piel comienza a secarse y tensarse se enjuagan con agua tibia. Luego se seca el rostro con golpecitos suaves.

Si exfolias la piel antes de aplicar la mascarilla lograrás un efecto purificante profundo, ya que eliminarás las células muertas y toxinas que obstruyen los poros.

1. Mascarilla de té matcha para revitalizar

El té matcha es un poderoso antioxidante que mejora el aspecto de la piel. En combinación con el aceite de arándanos rojos, revitaliza, protege, previene las líneas de expresión y calma la piel.

Ingredientes para 50 g:

  • 8 g de té matcha
  • 15 g de arcilla blanca
  • 5 g de gel de aloe vera
  • 20 g de infusión de té verde
  • 2 g de aceite vegetal de arándanos rojos

Preparación:

  1. Mezcla el gel, la infusión de té verde y el té matcha mientras bates con varillas.
  2. Añade poco a poco la arcilla blanca, remueve, vierte el aceite de arándanos y vuelve a remover.
  3. Aplica en el rostro y en el cuello procurando evitar los labios y el contorno de los ojos. Déjala actuar 5-10 min y enjuaga con agua tibia.

2. Mascarilla para pieles grasas

Repara e hidrata, regula el sebo y refresca. Es ideal después de una exfoliación y puedes usarla una o dos veces a la semana.

Ingredientes para 50 g:

  • 30 g de arcilla verde
  • 17 g de hidrolato de pepino
  • 3 g de aceite vegetal de jojoba
  • 6 gotas de aceite esencial de lavanda

Preparación:

  1. Pon en un bol la arcilla y vierte poco a poco el hidrolato de pepino. Remueve hasta conseguir una pasta.
  2. Agrega el aceite de jojoba y la lavanda. Remueve otra vez y forma una pasta homogénea.
  3. Aplícatela por todo el rostro y cuello evitando el contorno de ojos y labios. Deja actuar de 5 a 8 minutos y retira con agua tibia.
  4. Luego tonifica tu piel y aplica una crema hidratante.
  5. Puedes guardarla en la nevera y usarla a los dos o tres días. No más.

3. Mascarilla para pieles mixtas

Después de una exfoliación, desintoxica y nutre tu piel con esta mascarilla de aloe. Prepara la cantidad exacta que vayas a utilizar pues no se puede guardar.

Ingredientes para 45 g:

  • 20 g de arcilla amarilla
  • 20 g de aloe vera en gel
  • 5 g de aceite vegetal de avellanas

Preparación:

  1. Pon en un bol el gel de aloe y agrega la arcilla poco a poco mientras remueves hasta formar una pasta.
  2. Agrega el aceite de avellanas y remueve hasta que se integre por completo.
  3. Aplica la mascarilla con un pincel evitando el área de los ojos y los labios. Deja actuar de 5 a 10 minutos y retira con agua tibia.
  4. Tonifica tu piel y aplica una hidratante.

4. Mascarilla para pieles secas

Esta mascarilla contiene fresa, que combate los radicales libres. Además, combinada con la miel calma e hidrata, de modo que actúa como un acondicionador natural.

Ingredientes para 50 g:

  • 10 g de arcilla amarilla
  • 10 g de fresa en puré
  • 5 g de miel
  • 1 cucharadita de glicerina líquida
  • 1 cucharada de aceite de oliva virgen

Preparación:

  1. Pon la arcilla en un bol y agrega poco a poco los demás ingredientes. Remueve hasta conseguir una crema untable. Si es necesario agrega unas cucharaditas de agua mineral.
  2. Aplícate la mascarilla con pincel o con tus dedos, suavemente, por todo el rostro, cuello e incluso escote, evitando la zona de los ojos y los labios. Deja actuar de 5 a 8 minutos y retira con agua tibia.
  3. Tonifica tu piel y aplícate a continuación una crema hidratante.