Espinillas, granos superficiales, nódulos bajo la piel y, en el peor de los casos, quistes o pústulas en cara, espalda, pecho u hombros. Estas son las manifestaciones del acné, una afección cutánea que afecta a muchos adolescentes a raíz de los cambios hormonales, pero también a adultos.

La causa directa de las espinillas y los granos es la excesiva producción de sebo o grasa, que obtura los poros y se acumula en las glándulas sebáceas. Esto favorece la proliferación de la bacteria Propionibacterium acnes, que provoca inflamación.

Con el tiempo, se rompe la pared del folículo sebáceo y se deteriora el tejido circundante, lo que deja cicatrices. Aunque se asocia a un alto nivel de hormonas masculinas, que estimulan la secreción sebácea, pueden influir el factor hereditario, la actividad enzimática de la piel, la absorción intestinal de toxinas, los ovarios poliquísticos, algunos cosméticos o el componente emocional.

Cuando confluyen varias causas el acné es difícil de erradicar. Tratarlo lleva tiempo, pues exige cambios dietéticos, apoyo nutricional y una buena higiene local. Una dieta rica en alimentos frescos e integrales que aporten fibra disminuirá la toxemia intestinal.

Se deben eliminar las harinas blancas, el azúcar, el chocolate, los embutidos, la leche (por su contenido en hormonas) y los fritos.

6 remedios naturales para una piel sin acné 

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1. Vitaminas A, C y E

La A (50.000 Ui diarias) reduce la hiperqueratosis, la E (400 Ui) protege la piel y la C (1 g) interviene en el colágeno. Un comprimido diario de un complejo que incluya las tres.

 

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3. Azufre, selenio y cinc

Cinc (45 mg al día) y selenio (200 mcg) intervienen en el equilibrio hormonal y de la piel. El azufre, también metilsulfonilmetano o MSM (5001.500 mg), desinflama y repara. 
 

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2. Levadura de cerveza

Muy útil por su acción depurativa y nutritiva de la piel. Se puede tomar en comprimidos, en copos o en polvo. Dos cucharadas en el desayuno o de 6 a 16 comprimidos al día.

 

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4. Árbol del té

El jabón de árbol del té o el aceite esencial aplicado con un algodón elimina sebo y evita la infección. Se combina con una mascarilla de arcilla verde de vez en cuando. 
 

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5. El pensamiento

El pensamiento ayuda a cuidar la piel gracias a sus mucílagos, flavonoides, ácido salicílico y vitamina C.

 

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6. Mascarilla de cebolla para secar y cicatrizar

La cebolla, al ser rica en azufre, contribuye a desinflamar y regenerar la piel. Se aplica sobre la piel antes de acostarse para notar los beneficios por la mañana. 

Lava la piel con un jabón neutro que elimine las impurezas superficiales. Pela la cebolla, separa las telillas que hay entre cada capa y colócalas en las zonas 
afectadas por el acné. Mantén la mascarilla hasta que las telillas se sequen y caigan por sí solas. Al día siguiente la piel estará desinflamada y menos grasa.

 

Refuerzo inmunitario

La mayoría de cremas que usan los adolescentes contienen sustancias químicas desinfectantes y antiinflamatorias que reducen las pústulas pero perjudican la piel. Lo mejor es armarse de paciencia, aplicarse a diario una mascarilla natural y tomar infusiones depurativas.

Plantas útiles son la milenrama, cicatrizante y antiséptica (se toma la infusión o se aplica una cataplasma de sus hojas machacadas) y el aloe, que suaviza la piel y aumenta las defensas (se bebe el jugo o se aplica con una gasa).

Se aconsejan asimismo la zarzaparrilla, el diente de león y la hidrastis, pues limpian el hígado y desintoxican; la equinácea, que estimula la inmunidad; el romero, cicatrizante y desinfectante; y la emoliente caléndula, que aplicada en compresas desinflama y calma.

Un dúo muy útil

Los extractos de bardana (Arctium lappa) y de pensamiento salvaje (Viola tricolor) tienen una especial afinidad. La raíz de bardana contiene actiopicrina, un antibiótico eficaz contra el estafilococo causante de muchas infecciones dérmicas; potasio, que le otorga un efecto drenador, y aceite esencial.

El pensamiento actúa a nivel interno depurando la sangre, y externo, ayudando a cicatrizar y desinflamar. Ambas se pueden tomar juntas en infusión o extracto fluido. De la infusión (4 g de la mezcla por taza) se toman tres tazas diarias.

Si se elige el extracto fluido, se mezclan 10 gotas de cada una en un vaso de agua, tres veces al día. También se comercializan juntas en ampolla.