Una de las frutas más llamativas y apetecibles de la temporada estival es, sin duda, el mango. Jugoso, dulce y refrescante, es el ingrediente ideal con el que elaborar multitud de recetas de verano como batidos, zumos, ensaladas y postres, pero el mango tiene usos igualmente deliciosos y eficaces más allá de la mesa y que podemos aprovechar mucho más que su pulpa.

En este artículo te proponemos 3 recetas en las que aprender a sacar partido al mango en su totalidad, implicándonos en la elaboración de nuestra propia cosmética casera de temporada y dejándonos sorprender por los usos variados que podemos obtener de esta exótica fruta.

Manteca corporal de mango

Actualmente es bastante frecuente oír hablar sobre las mantecas vegetales, procedentes de frutos y semillas, repletas de ácidos grasos esenciales, antioxidantes y vitaminas, apreciadas en la mesa y en la piel. Pues bien, también podemos obtener manteca del mango, mediante la presión en frío de las semillas del fruto. En el caso del mango, estas semillas se encuentran en el interior del hueso, apareciendo como una almendra al abrirlo en dos.

Esta manteca en cuestión es altamente hidratante, suavizante y refrescante de la piel, muy rica en polifenoles, fitoesteroles y ácido oleico, además de vitaminas y carotenos. A pesar de su aspecto denso, se funde rápidamente con la temperatura corporal o al trabajarla entre las manos y tiene la capacidad de ser absorbida muy fácilmente por la piel, lo que evita la sensación de película oleosa sobre ella y la hace un componente muy apreciado a la hora de elaborar bálsamos y ungüentos corporales muy emolientes sin necesidad de esperas tras su aplicación.

Este ingrediente es especialmente interesante de incorporar en nuestros remedios de verano ya que, además de ser la temporada de esplendor de esta fruta, los preparados elaborados con su manteca calman y reparan la piel tras la exposición solar, además de prevenir la desvitalización y envejecimiento de los tejidos sobre los que se aplique.

Para preparar nuestro bálsamo corporal, hemos hecho una selección de mantecas, aceites y ceras vegetales, obteniendo una preparación muy concentrada, untuosa y capaz de reparar incluso las áreas más castigadas del cuerpo, como talones, rodillas y codos.

Ingredientes

  • 15 g de Manteca de Mango
  • 10 g de Manteca de Cacao
  • 10 g de Manteca de Karité
  • 5 g de cera de candelilla
  • ½ cucharada de Aceite de Coco
  • 5 gotas de Aceite Esencial de Pomelo
  • 5 gotas de Aceite Esencial de Naranja

Los aceites esenciales pueden ser sustituidos por otros aromas, en función del gusto personal.

Preparación

  1. Derretimos al baño María las mantecas elegidas y la cera de candelilla, a fuego suave, evitando que generen gránulos al calentarse.
  2. Añadimos el aceite de coco a nuestra mezcla, manteniendo el calor hasta que todos nuestros ingredientes estén completamente líquidos.
  3. Retiramos nuestra butter de la fuente de calor, añadimos los aceites esenciales seleccionados y ponemos en el recipiente elegido, dejando que repose hasta asentarse antes de su uso.

Precauciones

Evitaremos utilizarla ante la exposición solar, por la posible fotosensibilidad de las esencias empleadas en su desarrollo, sin embargo, es un gran remedio para calmar la piel tras el contacto con factores externos medioambientales o después de la ducha.

Aceite de mango

Si queremos elaborar nuestra propia manteca de mango en el hogar debemos contar con que la semilla de la que hemos hablado anteriormente no es especialmente rica en aceites, por lo que podemos optar por su maceración, empleando aceites vegetales como solvente, para obtener un aceite de mango igualmente repleto de beneficios para el cuidado corporal.

Oliva, sésamo, aguacate, almendras…macerando nuestra semilla de mango en alguno de estos aceites, aunamos las propiedades de ambos, además de poder adecuar nuestras preparaciones al uso pretendido. El aceite de almendras dulces puede ser una buena base en la que macerar nuestra semilla de mango, obteniendo un aceite apto para todo tipo de pieles, incluidas aquellas tendentes a la atopía, descamaciones y/o eccemas.

Si queremos combatir la aparición de arrugas y líneas de expresión, frenando el envejecimiento cutáneo, podemos elaborar nuestro propio elixir facial macerando la almendra del mango en un combinado de aceites de aguacate, macadamia y semillas de frambuesa, nutritivo y reafirmante.

Marcarilla casera de mango para el cabello

Tanto la manteca de mango, de la que hablamos más arriba, como la pulpa de la fruta en sinergia con otros ingredientes naturales, son grandes remedios para acabar con la sequedad, las puntas abiertas y la aspereza, aportando además un aroma suave y agradable al pelo.

Para elaborar esta receta capilar hemos escogido al plátano como fruta acompañante por su alto contenido en zinc, lo que da fuerza al cabello y evita su caída. Además, gracias a los aceites vegetales de almendras y coco, aportamos nutrición y reparación a los cabellos dañados o castigados, quebradizos o con tendencia a enredarse.

¿Qué necesitamos para transformar estos ingredientes en un remedio para el cabello?

Ingredientes

  • Licuadora.
  • ½ Mango. (Pulpa)
  • 1 Plátano.
  • 1 cucharada de aceite de coco.
  • 2 cucharadas de aceite de almendras.

Preparación

Colocamos nuestras frutas peladas en el vaso de la licuadora y añadimos los aceites fundidos de coco y almendras a la mezcla. Batimos bien los ingredientes hasta obtener una pasta cremosa y bien ligada entre sí.

Cómo aplicarla

Extendemos nuestra mascarilla sobre el cabello, masajeándolo, para que el producto penetre mejor, y la dejamos actuar durante 20 o 30 minutos, pudiendo cubrir el cabello con un gorro de ducha o toalla durante este tiempo para aumentar los efectos de nuestro remedio capilar.

Pasado este tiempo, tan sólo tenemos que aclarar bien el cabello con agua para retirar los restos de mascarilla del mismo. ¡Verás los resultados al instante!

¿Y tú, te animas a llevar el mango de la mesa a la cosmética?