Una de las ventajas del yoga, aparte de los beneficios que aporta tanto a nivel físico como a nivel mental y emocional, es que para practicarlo realmente no se necesita gran cosa. De hecho, si quisieras, podrías ponerte a practicar yoga en casa o en un parque ahora mismo, sin necesidad de equiparte con nada. Te bastaría con descalzarte, llevar ropa mínimamente flexible u holgada y tener unas mínimas ganas de practicar.
Sin embargo, algunos accesorios de yoga pueden ayudar a que la práctica resulte más cómoda y fácil, o más intensa y precisa según lo que se busque.
Los accesorios de yoga más prácticos
Existen unos accesorios básicos, que seguramente podríamos reducir a dos: la esterilla y una manta. Sin embargo, también hay otros muy habituales, como los bloques de yoga, los bolsters, las cintas o los cojines de meditación, que pueden ser de gran utilidad.
Cuando se practica yoga, una de las máximas es no forzar y algunos accesorios de yoga son ideales para ello, sobre todo al principio, cuando todavía se tiene poca flexibilidad y cuesta colocarse en determinadas posturas. También pueden ser útiles a medida que se avanza en la práctica, para ir ampliando nuestros límites, o al contrario, en momentos vitales en que necesitamos realizar las posturas de forma más suave, como en el embarazo. Incluso existen accesorios de yoga que facilitan las posturas de descanso, tan importantes como las posturas activas y en las que encontrarse cómodo, para poder relajarse, es esencial.
Todos los accesorios de yoga cumplen una función y pueden resultar de gran ayuda en algunas posturas. Veamos para qué sirve cada accesorio, cómo se utilizan y cuáles son los materiales más recomendables.