Procedente de una gran palmera originaria de Medio Oriente, el dátil se adapta a cualquier lugar con clima seco y árido. Una palmera datilera puede dar, en sus mejores condiciones, hasta 200 kg de frutos, lo que muestra la generosidad y abundancia de esta planta.

Un fruto con muchas variedades

Existen numerosas variedades de dátiles que se pueden conseguir en el mercado tanto frescos como secos. Asimismo, entre los secos los hay blandos, semi secos y secos.

  • Dátil de luz. El dátil seco que más suelo utilizar es el llamado, en árabe, Deglet Nour, cuya traducción al castellano es "dátil de luz". Es blando, suave y resulta bastante fácil de usar en la cocina, pues se integra bien con el resto de ingredientes. Funciona como otros buenos endulzantes, pero conservando su carácter específico.
  • Medjool. Es el más grande, dulce y carnoso. Yo no lo utilizo para endulzar, sino como ingrediente principal, ya que por si solo es una gran receta.
  • Luego encontramos muchas otras variedades como elBahri, el Halawi y el Mazafati, que generalmente se toman frescos, pues son más jugosos y muy suaves, aunque cada uno tiene su sabor distintivo. Y también encontramos el Zahidi, que es más seco y menos dulce... y la lista podría continuar.

Energía a raudales

Como todo fruto, el dátil es muy nutritivo y tiene grandes propiedades beneficiosas para el organismo. En primer lugar, aporta energía inmediata y, gracias a la fibra, duradera. Además es rico en minerales como el potasio (335 mg en 50g), el magnesio (30 mg) y el hierro (1,5 mg).

5 preparaciones crudas con dátiles

Te recomiendo que para elaborar las siguientes preparaciones adquieras los dátiles con hueso, pues se conservan mejor. Los que se venden sin hueso pueden llevar azúcar añadido.

  1. Como una miel: remójalos un poco, según lo secos que estén, y luego tritúralos hasta lograr una consistencia untuosa, como una miel. Esta preparación puedes aplicarla a infinitas recetas como reemplazo del azúcar.
  2. Rellenos: una vez sacado el hueso, rellénalos con frutos secos, una crema, etc.
  3. Bañados en chocolate: derrite al baño maría 120 g de manteca de cacao, mézclala con 80 g de cacao en polvo, 50 g de lúcuma, 1 pizca de sal y 50 ml de sirope de agave y listo. Ya puedes bañar los dátiles y llevarlos a enfriar para que se endurezcan.
  4. En turrón: tritura dátiles con frutos secos a tu gusto hasta llegar a una consistencia moldeable y dales forma de turrón. Puedes añadirle sabores como coco, cacao, algarroba, etc., o agregarles cáñamo triturado para elaborar unas barritas energéticas, o darles forma redonda para conseguir unas trufas.
  5. Pasteles: con la base del turrón, extiéndela en un molde de pastel y rellénala con fruta triturada, cortada en tiras o rallada (mango, manzana, pera, plátano, piña, etc).