La piel es nuestro archivo emocional más profundo: conserva sensaciones que ni siquiera recordamos. Los masajes nos retrotraen al momento en que nuestra madre nos acariciaba, nos sostenía y nos arropaba para hacernos sentir protegidos.

1. Arun, tacto consciente

Arun significa "luz del amanecer" y expresa la expansión de la consciencia que aporta esta forma de tocar amorosa, relajada y llena de presencia. Un buen profesional de Arun desarrolla amor y gratitud por el misterio de su propio cuerpo y consciencia interior. Ha aprendido a sentir el tacto, sin juzgar, analizar o comparar, a tocar la vida natural del cuerpo con una actitud de aceptación incondicional. Usa su tacto de forma que ayuda a que cuerpo y mente se relajen y la consciencia interior se expanda.

2. Tratamientos ayurvédicos

El masaje es uno de los tratamientos estrella del ayurveda, la medicina tradicional de la India. El tacto depura el organismo a nivel físico y emocional movilizando los mecanismos de autocuración del cuerpo y reequilibrando las tres doshas constitucionales vata (viento), pitta (bilis) y kapha (flema). Con pindas que contienen hierbas mojadas en aceites calientes se masajea todo el cuerpo unos 60 minutos. Los aceites se eligen en función del paciente con el fin de revitalizar los órganos dañados por el estrés y la mala alimentación.

3. Terapia bioenergética

Algunos lo llaman el "masaje del alma" porque abre la puerta para soltar los bloqueos que se encierran en el cuerpo a través de la relajación, la respiración y movimientos precisos que ayudan a liberar las tensiones caracteriales que configuran la postura de la persona. La técnica fue desarrollada por Alexander Lowen a partir de los hallazgos de Wilhem Reich. Se trabajan los músculos, pero también los sistemas circulatorio y linfático, así como el cuerpo sutil y emocional.

4. Californiano o Esalen

Nació en los 60 en el Instituto Esalen (California), donde se desarrolló la terapia Gestalt. Sus movimientos largos, fluidos e integradores sirven como base a una amplia variedad de técnicas de contacto profundo. Se realiza con manos, antebrazos y codos usando aceite sobre el cuerpo desnudo. Destaca por la calidad del contacto con toques a diferentes ritmos y presiones desde una mente meditativa. La respiración profunda ayuda a soltar tensiones y a entrar en contacto con la sensación.

5. Diafreoterapia o “diafreo”

Está basado en el concepto de cadenas musculares desarrollado por Françoise Mezières. Esta fisioterapeuta francesa destacó que las cadenas musculares están interconectadas, es decir, que cuando una se alarga otra se acorta, y que tensiones y malos hábitos las contraen y afectan a su movimiento. También da importancia al diafragma como músculo determinante de la postura corporal. Mediante técnicas de estiramiento y de contacto se actúa sobre las estructuras psíquica, física y energética del cuerpo.

6. Watsu, masaje en el agua

Esta fusión de la palabra agua (water) y shiatsu surgió en California en el balneario Harbin Hot Springs de la mano de Harold Dull, un conocedor de la hidroterapia y enamorado del masaje japonés. Se define como una meditación acuática que, aprovechando la ingravidez del agua, lleva a una profunda relajación y contribuye a recuperar sensaciones de bienestar propias del vientre materno. Mientras el masajista sostiene, estira, balancea y abraza dentro el agua, se propicia la conexión con el inconsciente y el yo más primitivo.