La melena dieciochesca de Samuel Hahnemann, fundador de la homeopatía, no debe llevarnos a engaño. Su rostro sirve para ilustrar cualquier texto sobre homeopatía, pero desde que vivió y escribió han pasado 200 primaveras y la ciencia médica que desarrolló se encuentra hoy en su mejor momento, con un futuro espectacular por delante.

Aparecen pruebas rigurosas de su eficacia, se crean nuevos medicamentos para nuevos tipos de enfermos y se empieza a comprender su hasta ahora misteriosa, casi mágica, manera de actuar sobre el organismo.

Michael Frass, oncólogo de la Universidad Médica de Viena (Austria), ha probado que el tratamiento homeopático individualizado mejora el estado general de salud y la calidad de vida de los pacientes con cáncer que siguen la terapia convencional.

Esta investigación es una de las destacadas por el doctor Gualberto Díaz, que recoge en su blog —www.gualbertodiaz.wordpress.com— las pruebas que confirman la eficacia de la homeopatía y contrarrestan la continua campaña de desprestigio que sufre por parte de divulgadores "escépticos", que lo ponen en cuestión todo menos los estudios de las farmacéuticas.

La eficacia de los tratamientos homeopáticos

Un estudio de Emma del Carmen Macías-Cortés, de la Escuela Superior de Medicina del Instituto Politécnico Nacional de México, realizado con el protocolo científico más riguroso, concluye que ante la depresión el tratamiento homeopático es más eficaz que la fluoxetina y el placebo.

Además, mejoró los síntomas de la menopausia, "lo que pone de manifiesto que el tratamiento es integral y los efectos globales", nos dice Gualberto Díaz.

Los médicos que recurren a los remedios homeopáticos en atención primaria reducen a la mitad el uso de fármacos con efectos secundarios negativos, enfermedades y fallecimientos, según un gran estudio epidemiológico hecho en Francia.

En una revisión efectuada por los doctores Marta Durán y Sergio Abanades, profesor del módulo de evidencias científicas del Máster en Medicina Homeopática de la Universitat de Barcelona, la homeopatía ha demostrado su eficacia en al menos 24 áreas terapéuticas, como alergias, vértigo, fibromialgia, infecciones del tracto respiratorio, insomnio o ansiedad.

Los grandes homeópatas de la actualidad

En la medicina convencional ya no existen figuras de referencia. ¿Quién se acuerda del nombre del último premio Nobel? Es así porque se basa en los equipos de investigación y en la supuesta objetividad del método científico.

Sin embargo, en la homeopatía el talento del profesional sigue siendo clave. Y existen homeópatas con un reconocimiento a escala mundial que lideran nuevas líneas de investigación teórica y práctica.

Remedios de Jan Seholten

Este homeópata holandés ha clasificado los remedios homeopáticos existentes en función de su lugar en la tabla periódica de elementos y ha añadido un buen número de medicamentos a la Materia Médica, como los obtenidos de los elementos lantánidos.

Según Scholten, el siglo XXI requiere nuevos medicamentos para curar alteraciones con incidencia en aumento como los trastornos autoinmunes.

Los reinos de Rajan Sankaran

Es uno de los investigadores más destacados de la "nueva homeopatía india".

Propone clasificar los remedios en función de su reino de procedencia (vegetal, animal o mineral) y realizar un diagnóstico basándose en las sensaciones del paciente en diferentes situaciones, incluyendo los sueños, lo que permite un diagnóstico profundo y afinado.

El maestro Georges Vithoulkas

Creador de la Academia Internacional de Homeopatía Clásica en Alonissos (Grecia), es el más grande profesor vivo de homeopatía clásica.

Actualmente escribe una Materia médica viva que alcanzará los 16 volúmenes cuando esté terminada. Su Esencia de la materia médica (Paidós, 2006) es básica para conocer la homeopatía.

La memoria del agua demostrada

¿Cómo una bolita de azúcar donde no queda ni una molécula de la sustancia activa original puede producir algún efecto en el organismo?, preguntan los escépticos.

Los homeópatas y sus pacientes saben que funcionan, pero no han podido dar una explicación convincente hasta ahora, más allá de aludir a "energías" e "informaciones" presentes en el agua.

Pero las cosas también están cambiando. El ingeniero norteamericano Gerald H. Pollack, profesor de la Universidad de Washington, ha descubierto nuevas propiedades en el agua que apoyan los experimentos de Jacques Benveniste sobre la "memoria del agua", desprestigiados en su día.

Según ha explicado a Cuerpomente, la existencia de una memoria del agua "no sorprende si se considera que tiene capacidad para organizar sus moléculas en estructuras tridimensionales que pueden funcionar como la memoria de un ordenador". "Sería un error despreciar la homeopatía como un sinsentido. Creo que es un campo de investigación muy interesante", añade.

El premio Nobel Luc Montagnier, codescubridor del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), se ha convertido en uno de los mayores valedores de la homeopatía. Basándose en sus experimentos, asegura que el agua contiene en su estructura molecular información transferida electromagnéticamente de las sustancias con las que ha estado en contacto.

El medicamento homeopático es capaz de condicionar, de la manera que sea, la expresión de los genes.

En este sentido, el doctor Sergio Abanades nos llama la atención sobre el estudio realizado por Paolo Bellavite en la Universidad de Verona (Italia), que ha demostrado con todo rigor la capacidad del remedio Gelsemium sempervirens para actuar sobre la expresión de 56 genes relacionados con trastornos neurológicos.

¿Quién dijo que la homeopatía no tenía fundamento científico, que se basaba en creencias mágicas y que no podía ser eficaz?