Los metales pesados se acumulan en nuestro organismo a través de los alimentos, el agua y el aire. Una vez en el cuerpo nos intoxican y nos enferman, bloqueando la absorción de minerales básicos para la salud.

Eliminar metales pesados no es una simple depuración de toxinas. Hablamos de compuestos inorgánicos que el cuerpo no es capaz de metabolizar y que, por tanto, se acumulan en los órganos y los tejidos, por lo que primero tenemos que conseguir sacarlos de ahí, para que luego nuestro cuerpo los pueda eliminar.

Cómo eliminar metales pesados del cuerpo

Para deshacernos de los metales pesados, debe producirse lo que se conoce como "quelación", un fenómeno bioquímico que deben llevar a cabo sustancias capaces de atrapar las moléculas inorgánicas de los metales pesados y de crear compuestos que el cuerpo sí pueda eliminar a través de la orina.

En el siguiente vídeo te desvelamos un alimento que ayuda a eliminar el plomo del organismo.

 

Para que una sustancia sea quelante debe ser soluble en agua, capaz de penetrar en las células, formar complejos no tóxicos al unirse con los iones metálicos, tener escasa afinidad por el ión calcio (Ca2+) para evitar la hipocalcemia y ser excretada con rapidez.

Sustancias como la clorofila y ciertos aminoácidos azufrados como la alicina, presente en el aceite esencial del ajo, realizan este proceso.

También hay otras sustancias que limitan la acción de los metales pesados tóxicos, como las vitaminas C, E y del grupo B, flavonoides, cumarinas, carotenos, ácidos grasos esenciales y minerales como zinc, selenio o magnesio. De ahí la importancia de incluir en la dieta alimentos que contengan estos aliados de la salud.

Además de favorecer la quelación con sustancias quelantes, una depuración de metales pesados pasa por reducir el consumo de alimentos con metales pesados y estimular los mecanismos de eliminación del organismo. Vayamos por pasos.

1. Reducir la exposición a metales pesados

El primer paso en nuestro objetivo de eliminar metales pesados es reducir la ingesta de alimentos con metales pesados y otros productos que puedan contenerlos. Para ello descubre dónde se esconden los más perjudiciales para la salud y así podrás evitarlos.

Aluminio

  • En qué partes del cuerpo se acumula: En pulmones y cerebro.
  • Efectos perjudiciales: Bloquea la absorción de magnesio, provoca astenia y contribuye a la aparición de Alzheimer.
  • Dónde se encuentra: En vegetales no ecológicos, comida industrial, agua del grifo, desodorantes, amalgamas, vacunas, analgésicos y antiácidos.

Arsénico

  • En qué partes del cuerpo se acumula: En hígado, riñones, piel y sistema nervioso.
  • Efectos perjudiciales: Inhibe la acción de la vitamina E, el selenio y el azufre. Provoca fatiga crónica, cáncer de pulmón y vejiga, diabetes y problemas gastrointestinales.
  • Dónde se encuentra: Se halla en el agua del grifo, los zumos envasados, los cereales integrales (en especial el arroz) y los vinos.

Para eliminar el arsénico del arroz, enjuágalo varias veces y cuécelo en mucha agua (unas 6 veces su volumen).

Cadmio

  • En qué partes del cuerpo se acumula: En las vías respiratorias, hígado, riñones, grasa, nervios y huesos.
  • Efectos perjudiciales: Bloquea la absorción de zinc, magnesio, selenio y azufre. Causa hipertensión, dolor de cabeza, anemia, alteraciones del sistema nervioso periférico, problemas renales y pulmonares.
  • Dónde se encuentra: En el agua del grifo, pescados de agua dulce, crustáceos, hojas de hortalizas, champiñones y algas secas no ecológicas.

Mercurio

  • En qué partes del cuerpo se acumula: En riñones, cerebro y sistema nervioso.
  • Efectos perjudiciales: Impide la absorción de zinc, selenio y hierro. Destruye la vitamina B12 y provoca fatiga crónica, hipertensión arterial, infecciones, anemia y problemas inmunitarios.
  • Dónde se encuentra: En peces grandes, pesticidas de la agricultura intensiva, vacunas y amalgamas dentales.

Plomo

  • Se acumula en cerebro, sistema nervioso y huesos.
  • Efectos perjudiciales: Bloquea la absorción de hierro, calcio y molibdeno. Provoca dolores osteomusculares, irritabilidad, trastornos del sueño y alteraciones cognitivas.
  • Dónde se encuentra: En el agua canalizada en tuberías de plomo, pesticidas, productos envasados, medicamentos, humo del tabaco.

Algas y setas: ¡cuidado!

Si proceden de lugares contaminados, constituyen auténticas bombas de metales pesados.

2. Favorecer su eliminación

Podemos valernos de alimentos que ayudan a hígado, intestino y riñones a eliminar metales pesados. Para aumentar su eficacia, elígelos de cultivos ecológicos siempre que sea posible:

  • Algas. Sus fibras arrastran los metales. Deben tomarse en dosis pequeñas cada día, de aguas limpias.
  • Apio. Es un alimento depurativo que dilata los vasos renales y ayuda a expulsar tóxicos. Tómalo crudo.
  • Brócoli. Contiene compuestos azufrados desintoxicantes y es rico en calcio, magnesio, potasio y zinc. Inclúyelo en tus menús de tres a cinco veces a la semana.
  • Cebolla. Estimula la función desintoxicante del hígado gracias a sus compuestos azufrados. Consumir 50 g al día es suficiente.
  • Manzana. Su fibra, la pectina, favorece la expulsión de metales pesados. Toma una pieza entera al día.
  • Nueces de Brasil. Aportan una gran cantidad de zinc y selenio. Basta con tomar una al día.
  • Perejil. Es rico en clorofila y vitamina C. Espolvorea a diario tus platos con él.
  • Zumo verde. Puedes prepararte un zumo diario de manzanas verdes ecológicas y apio, cuyo efecto depurativo será una gran ayuda.

Cuando te extraigan amalgamas dentales puedes reforzar el proceso tomando 2 tazas diarias de tisana ayurvédica a base de cilantro y bardana. Ayuda a depurar y expulsar mercurio, aluminio y plomo del organismo.

3. Quelación o depuración de metales pesados

En una cura para eliminar metales pesados del cuerpo se usan varios productos en sinergia para atrapar los metales pesados y eliminarlos a través de hígado y riñones.

Hay que acudir a un profesional para que prescriba la combinación óptima por dieta, edad y posibles patologías. Estas son algunas de las sustancias quelantes más utilizadas:

 

  • Ácido lipoico. Con efecto quelante extracelular e intracelular. Se recomienda tomar 350 mg con el desayuno.
  • Citrato de calcio. La falta de calcio facilita la absorción de aluminio. El calcio reduce también la de plomo. Se recomiendan 200 mg con la cena.
  • Chlorella. Esta alga es un limpiador de tóxicos en intestino, hígado y sangre. 1.800 mg con un vaso de agua antes del desayuno o la cena.
  • Metionina y cisteína. Estos aminoácidos azufrados solubilizan los metales pesados y facilitan su expulsión. Se toman 500 mg con la cena.
  • MSM. Ayuda a expulsar plomo, cadmio, mercurio y arsénico. 1.800 mg, en tres tomas diarias.
  • Selenio. Este mineral antioxidante protege frente al aluminio, el cadmio y el mercurio. 200 μg con la cena.
  • Vitamina B6. Propicia la eliminación de aluminio y cálculos renales. 250 mg en el desayuno.
  • Vitamina E. Protege del aluminio y la acumulación de plomo 400 UI (268 mg) con el desayuno.
  • Vitamina C. Estimula el sistema enzimático del hígado. 1 g con el desayuno y 1 g con la comida.

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