Michael Krugman, experto en método Feldenkrais y técnicas de relajación, creó en 1999 un sistema basado en micromovimientos que alivian el estrés y favorecen el sueño: el Sistema de Sueño Sounders. Ha dado cursos en hospitales y grandes empresas.

Pequeños movimientos sincronizados con la respiración propician el sueño

–¿Cómo surgió su método?

–Tenía insomnio y buscaba ayuda. En aquel tiempo enseñaba Feldenkrais y había hecho taichí, chikung y meditación. Un día tuve la intuición de que tenía las herramientas necesarias: el movimiento, la respiración y la atención.

–¿Una intuición?

–En México vi a un yogui sobre una roca en una pose muy difícil realizando con los dedos movimientos muy sutiles. Eran como los de las algas: suaves, casi imperceptibles, como si estuviera navegando a través de su estado mental. Me recordó a un seminario en que abríamos y cerrábamos la mano de manera sutil y lenta: el movimiento tenía efectos soporíferos. Y comencé a experimentar con esos movimientos.

–¿Qué papel tiene la respiración?

–Si sigues la respiración con las manos sobre el pecho, las costillas bajas o el abdomen, sientes cómo se desplazan, como si navegaran sobre olas de mar. Cada respiración es una ola. La cuestión consiste en cabalgar esas olas hacia la playa del sueño.

–¿Qué movimientos se incorporan a ese "surfeo" y qué efecto tienen?

–Si cada vez que inspiras, con las manos en el pecho, levantas mínimamente el pulgar y al espirar lo relajas, por ejemplo, el movimiento se acaba sincronizando con la respiración y adquiere un ritmo mucho más lento que en las actividades diarias. Esto adecua la actividad del cerebro a la velocidad de la respiración profunda, el reposo y el sueño.

–¿Hay otros movimientos?

–Sí, de ojos, labios, lengua, piernas… y el cuerpo entero. Son movimientos casi imperceptibles y, sin embargo, movimientos. Los movimientos grandes, rápidos y ruidosos excitan, atraen tu atención como si tuvieras que defender tu territorio. Los movimientos pequeños, lentos y silenciosos, sincronizados con la respiración, generan sosiego.

–¿Los ejercicios se hacen en la cama?

–No siempre. Incluso pueden y a veces deben realizarse durante el día. La mayoría de clientes que me llegaban tenían una vida demasiado excitante. Me di cuenta de que practicar en la cama era solo la mitad de la solución.