Una de las complicaciones más frecuentes de gripes y resfriados es que la mucosidad afecte a los pulmones. Muchas personas se preguntan qué tomar para el resfriado con mocos y lo cierto es que existen una serie de técnicas naturales eficaces que pueden prevenir y limpiar el exceso de mucosidad. Estas técnicas también son útiles para mantener los pulmones limpios en entornos que los llenan de contaminación y alergenos.

Remedios naturales que puedes tomar para el resfriado con mocos

Antes de recurrir a un fármaco mucolítico, puedes probar alguna de estas soluciones naturales. Una vez contraído un resfriado, lo natural no es sobrecargar el organismo con fármacos, sino realizar una dieta depurativa a base de caldos de verduras y zumos de fruta, prescindiendo de alimentos mucógenos tales como la leche. Además, estas técnicas naturales te pueden ayudar a expulsar la mucosidad.

1. Inhalación de vahos para limpiar los pulmones

Los vahos o vaporizaciones son un remedio tradicional del que nos acordamos cuando la congestión y la tos se convierten en una molestia importante. Son muy eficaces porque el calor y la humedad alivian el revestimiento irritado de los bronquios y favorecen la hidratación de la mucosidad y su expectoración. Además facilitan inmediatamente la respiración.

Puedes hacer los vahos de hojas de eucalipto o de salvia, dos plantas cuyos aceites esenciales inhiben la multiplicación de bacterias:

  1. Calienta en una olla 3 litros de agua y cuando hierva añade 10 g de hojas frescas de eucalipto o de salvia.
  2. Deja que hiervan 10 minutos a fuego lento y luego retira la olla del fuego.
  3. Con cuidado de no quemarte, inclínate sobre la olla y cúbrete con una toalla.
  4. Mantén los ojos cerrados y respira lenta y profundamente.

Antes de hacer vahos de eucalipto, consulta estas precauciones y contraindicaciones.

También puedes hacer los vahos con los aceites esenciales. Para ello:

  1. Hierve una taza de agua y deja caer en ella unas 10-15 gotas del aceite esencia.
  2. Procede de la misma manera para inhalar los vahos.

Los aceites esenciales más indicados son el aceite esencial de eucalipto, de tomillo y de melisa.

2. Forzar la tos de manera controlada

La tos es el mecanismo que tiene el cuerpo para liberarse de la mucosidad. Por eso cuando una tos es productiva no conviene inhibirla con medicamentos.

Podemos forzar suavemente la tos para favorecer la salida de los mocos:

  1. Siéntate con los hombros relajados y las plantas de los pies bien apoyadas en el suelo.
  2. Cruza los brazos sobre el estómago.
  3. Inhala lentamente por la nariz.
  4. Exhala lentamente por la nariz mientras te inclinas hacia adelante y presionas con los brazos contra el estómago.
  5. Tose dos o tres veces mientras realizas esta exhalación; mantén la boca abierta.
  6. Repite unas cuantas veces.

3. Posturas para drenar la mucosidad

Puedes adoptar posturas que facilitarán la mucosidad por el efecto de la gravedad:

  1. Túmbate de espaldas sobre una esterilla o en la cama.
  2. Pon cojines o almohadas debajo de las caderas de manera que queden más altas que el pecho.
  3. Inspira lentamente a través de la nariz y exhala aún más lento –el doble de tiempo– por la boca.
  4. Mantente en la postura y realizando esta respiración durante 5-10 minutos.
  5. Puedes repetir el ejercicio tumbándote primero sobre un costado, luego sobre el otro y finalmente boca abajo. Recuerda que el pecho siempre tiene que estar más bajo que las caderas.

4. Realizar percusiones sobre el pecho

El clapping, golpeteo o percusiones sobre el pecho con las palmas ahuecadas es una técnica eficaz en ocasiones para favorecer el desprendimiento de la mucosidad. Puede realizarse en combinación con las posturas. Lo mejor es que un fisioterapeuta te indique cómo hacerla correctamente.

Esta técnica solo está indicada en personas sanas. Es necesario señalar que no es adecuada para niños pequeños porque puede inducir broncoespasmos. También está especialmente contraindicada en pacientes con fibrosis quística y broncoestasis.

5. Beber té verde

El té verde contiene antioxidantes en abundancia que reducen la inflamación en los pulmones y protegen sus delicados tejidos. Además del té puedes incluir en tus menús alimentos antiinflamatorios como cúrcuma, verduras de hoja verde, cerezas, arándanos, aceitunas, nueces y legumbres.

Además puedes añadir alimentos picantes como el rábano rusticano, el wasabi o la mostaza ayudan a hacer más líquidas las secreciones.

Recuerda que la hidratación es fundamental para librarse de la mucosidad. Además del té, bebe unos 2 litros diarios de agua mientras tengas mocos. Parte del líquido puedes tomarlo en forma de caldos e infusiones de plantas medicinales con efecto expectorante.