La hipertensión arterial es uno de los principales factores de riesgo de enfermedad cardiovascular. Causas genéticas, dietéticas y ambientales son las responsables de este trastorno, que no origina síntomas externos pero que deteriora lentamente las arterias y diversos órganos del cuerpo.

La sangre debe tener una cierta presión en las arterias para poder irrigar todos los tejidos. La presión sistólica o máxima indica el momento en que el corazón se contrae, mientras que la presión diastólica o mínima es la que marca la relajación del corazón entre latido y latido.

Existe hipertensión cuando la presión máxima supera los 140 mm Hg o la mínima sobrepasa los 90 mm Hg.

Qué consecuencias tiene la hipertensión

Cuando estos valores se elevan, además de la sobrecarga física que sufren el corazón y todo el sistema circulatorio, se activan ciertas hormonas que contribuyen a degenerar el sistema vascular.

La lesión más frecuente es el endurecimiento de las arterias o arteriosclerosis. También aumenta el riesgo de coágulo sobre una placa de colesterol adherida a la pared de un vaso, la causa más habitual de infarto cerebral o de miocardio entre los hipertensos.

Plantas y suplementos para reducir la tensión arterial

Al no producirse síntomas visibles se suele cometer el error de abandonar los tratamientos antes de corregir la alteración.

La mejor opción es incorporar a la dieta infusiones hipotensoras, muy indicadas en la hipertensión esencial, es decir, cuando se desconoce el origen del trastorno. Aparte de tratar el problema, se evitan los efectos secundarios de los fármacos antihipertensivos.

Además de las plantas medicinales, puedes probar con algunos suplementos que ayudan a controlar la hipertensión.

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Espino albar

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1. Espino albar para regular

Las flores y frutos del espino blanco (Crataegus oxycantha) contienen glucósidos flavónicos, derivados triterpénicos y aminas biógenas de acción cardiotónica y antiarrítmica. Es regulador, pues reduce la tensión cuando está alta y la aumenta si está baja. Su acción normalizadora es rápida y evidente.

Además, produce un efecto relajante, por lo que resulta útil a personas nerviosas con sensación de opresión en el corazón, taquicardias, angustia o insomnio. Se indica cuando la hipertensión es consecuencia de nerviosismo o estrés prolongado.

Cómo se toma:

  • En infusión: prepárala con 60 g de flores y frutos por litro de agua y toma 3-4 tazas diarias.
  • El extracto: de 600 a 1.800 mg diarios de extracto seco, o bien de 15 a 20 gotas de extracto líquido, dos o tres veces al día.

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2. Cola de caballo de efecto diurético

Gracias a su contenido en flavonoides, minerales como el potasio y el silicio, y diversos ácidos orgánicos y resinas, la cola de caballo (Equisetum arvense) posee propiedades remineralizantes y depurativas. También da firmeza y tonicidad a los tejidos y es eficaz para eliminar líquidos, lo que ayuda a bajar la presión.

Cómo se toma:

  • En decocción con 40-50 g de planta seca por litro de agua. Se hierve a fuego lento durante 10 minutos y se toman de 3 a 5 tazas diarias.
  • También en extracto líquido (15-20 gotas disueltas en un vaso de agua, tres veces al día).

Plantas y suplementos para la hipertensión

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3. Ajo, un eficaz vasodilatador

En dosis altas y tomado de forma regular, el ajo (Allium sativumreduce la tensión arterial máxima y mínima.

Tiene un gran efecto vasodilatador y reductor de la agregación plaquetaria, fluidifica la sangre y es muy adecuado para personas que han sufrido trombosis, embolias o accidentes vasculares.

Además, disminuye el colesterol nocivo al dificultar su absorción en el intestino, desintoxica el organismo y estimula las defensas. Se recomienda no combinarlo con medicación anticoagulante y evitar su ingesta en el embarazo y lactancia.

Cómo se toma:

  • El ajo crudo: 1-3 dientes de ajo al día.
  • En cápsulas o perlas: esta presentación no provoca mal olor, aunque la dosis terapéutica es alta: de 6 a 12 cápsulas diarias (600-1.200 mg).

2. Omega-3, grasas protectoras

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4. Omega-3, grasas protectoras

Las grasas omega-3 los vasos sanguíneos, flexibilizan las membranas celulares y evitan que se obstruyan las arterias.

Cómo se toman: de 700 a 1.500 mg al día para reducir la tensión y prevenir los trombos.

olivo

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5. Hojas de olivo de efecto vasodilatador

Contienen oleoeuropeína, de acción vasodilatadora, y tienen un potente efecto diurético.

Cómo se toman:

  • 3 tazas de infusión al día.
  • En cápsulas de extracto seco (1.000 a 1.500 mg diarios).

Semillas de sésamo ricas en magnesio y Q10

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6. Coenzima Q10 para proteger el corazón

La coenzima Q10 preserva las membranas celulares, fluidifica la sangre y ayuda a proteger el músculo cardiaco. Semillas como las de sésamo o girasol son ricas en esta coenzima.

Cómo se toma:

  • De 30 a 120 mg diarios como mantenimiento.
  • 360 mg en caso de patología.

almendras

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7. Calcio y magnesio

Un déficit de calcio o de magnesio puede influir en un aumento de la presión arterial. Muchos alimentos vegetales te aportan estos minerales, como las almendras o las coles.

Cómo se toma: en función de la dieta, tomar un suplemento de calcio (1.000 a 1.500 mg diarios) y de magnesio (500 mg diarios).

tisana lumbalgia

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8. Tisana para las taquicardias nerviosas

Esta infusión de plantas es muy efectiva para mitigar estados de inquietud y estrés que provocan aceleraciones del pulso y que pueden causar hipertensión.

Ingredientes:

  • Espino blanco
  • Mejorana
  • Pasionaria
  • Tila
  • Anís estrellado

Preparación:

  1. Se combinan a partes iguales de espino blanco, mejorana, pasionaria, tila y anís estrellado.
  2. Se toma una cucharada rasa de la mezcla por taza de agua.
  3. Se vierte sobre ella agua recién hervida
  4. Se deja reposar 15 minutos antes de colar.

Cómo se toma:

Se beben tres tazas diarias durante un mes para recuperar el ritmo cardiaco normal.