Por mucho que nos cuidemos e intentemos prevenir la gripe o un resfriado, no siempre se logra mantener al organismo suficientemente protegido y los virus se instalan en el organismo.

La mayoría de medicamentos que se prescriben tratan los síntomas, pero no ayudan al organismo a hacer frente a la infección. Muchas veces incluso dificultan la respuesta del organismo.

En realidad, si nos mantenemos bien hidratados bebiendo abundantes líquidos y procuramos a nuestro organismo el descanso que necesita para combatir la infección, curarse es cuestión de tiempo.

Sin embargo, existen algunos remedios naturales que favorecen el proceso y contribuyen también a reducir las molestias, sin los efectos secundarios de los fármacos.

Zinc y vitamina C para acelerar la curación

No se ha podido demostrar una eficacia general de la vitamina C ante la gripe ya instaurada. Hay personas que no aprecian beneficios, pero en otras con vitamina C se reduce la duración e intensidad de los síntomas y se previenen las complicaciones.

Más demostrado está el efecto del zinc sobre gripes y resfriados, siempre que se tome en cuanto aparezcan las primeras molestias. Actúa incluso por contacto: puede dejarse que la pastilla se deshaga en la boca para que el tiempo de contacto directo entre el mineral y los virus sea el mayor posible.

Una dosis de 12 mg de zinc cada dos o tres horas durante los tres primeros días puede conseguir que la duración del resfriado se reduzca a la mitad.

Las plantas medicinales más eficaces contra los resfriados

Se pueden tomar en forma de infusiones y decocciones, aunque algunos médicos prefieren las cápsulas y las tinturas porque su composición química está más controlada.

  • Bayas de saúco en infusión o jarabe. Son antivíricas y pueden reducir la mucosidad y la duración del constipado. La mezcla de saúco (3 partes) y llantén (1 parte) es una bebida idónea para los niños a partir de los dos años contra la congestión nasal. También puedes preparar tu propio jarabe de saúco.
  • Melisa. Lo mejor es consumirla en forma de tintura o de infusión. Se trata de una infusión tonificante ideal para los que sufren resfriados repetidamente durante todo el invierno. Además, tiene propiedades relajantes. Se toma tres veces al día.
  • Propóleo. Protege la colmena de las infecciones y en el ser humano tiene un efecto antibiótico demostrado. Está indicado cuando el dolor de garganta es el síntoma principal del resfriado. Se recomienda el aerosol o los trocitos que se chupan y se disuelven en la boca.

Otros remedios naturales para molestias concretas

Existen asimismo remedios con una eficacia demostrada para aliviar molestias concretas:

  • Dolor de oídos. Las molestias pueden tratarse aplicando aceite templado no muy caliente, que calmará el dolor.
  • Dolor de garganta. Puede aliviarse con unas gárgaras de agua templada con sal y bicarbonato (media cucharadita de sal y media de bicarbonato por vaso de agua). Otra combinación asombrosa y eficaz, de delicioso sabor, es la infusión de salvia, tomillo y regaliz.
  • Mucosidad. Las gotas descongestionantes con xilometazolina, oximetazolina, nafazolina, tetrizolina, tramazolina o fenilefrina alivian durante poco tiempo y si se repite dosis es posible que los síntomas empeoren o se cronifiquen.

    La alternativa natural son las soluciones salinas, como el agua de mar isotónica, que carece de efectos indeseables. Otro remedio contra la congestión consiste en aplicar presión junto a la entrada de las fosas nasales, en los acupuntos ying xiang o "intestino grueso 20".

Los remedios homeopáticos más utilizados

La gracia de la homeopatía está en que un buen médico encuentre el remedio adecuado para el enfermo en función de su idiosincrasia personal, pero existen remedios complementarios que se utilizan frecuentemente. La dosis es de dos gránulos de potencia 7CH cada 2 o 3 horas.

Estos son las más eficaces:

  • Oscillococcinum. Se toma preventivamente o cuando aparecen los primeros síntomas.
  • Ferrum phosphoricum. En el momento en que aparecen los síntomas, especialmente si las mejillas aparecen manchadas con puntos rojos.
  • Aconitum napellus. Para los catarros que comienzan intensamente con fiebre alta y temblores tras haber sufrido un enfriamiento. También es útil cuando hay apetencia de consumir bebidas frías.
  • Belladona. Si el resfriado llega de pronto e intensamente con enrojecimiento de la cara, fiebre alta, dolor de cabeza y dolor agudo de garganta. Otro signo de que puede ser un remedio adecuado es que el enfermo busca la tranquilidad.
  • Allium cepa. Cuando los síntomas se parecen a las molestias que se sienten al cortar una cebolla, es decir, cuando hay mucosidad transparente, enrojecimiento y picor de ojos.
  • Pulsatilla. Indicado para la segunda parte del resfriado, cuando el moco y los esputos se vuelven más espesos y amarillo-verdosos.
  • Natrum muriaticum. Eficaz en resfriados con descarga nasal espesa y herpes labial. Puede haber dolor de cabeza frontal y depresión sin deseo de consuelo.