Las semillas de los altramuces son unas leguminosas comestibles de la zona del mediterráneo. También se las conoce como «chocho» o «lupín» y poseen múltiples propiedades saludables

¿De dónde salen los altramuces? Muchos amantes de las plantas sin duda conocen los altramuces de su propio jardín. La leguminosa impresiona con sus inflorescencias verticales y coloridas que crecen hasta 1,5 metros de altura. Sin embrago, se conocen menos las propiedades saludables de las semillas de altramuz.

Las semillas del altramuz son más grandes que un garbanzo y su forma es achatada. Las semillas de los altramuces dulces cultivados son comestibles y se pueden procesar en una amplia gama de alimentos.

Altramuces: propiedades y valor nutricional

Los altramuces son una excelente fuente de nutrientes para las dietas vegetarianas y veganas. Las semillas del altramuz o lupino lo tienen todo.

100 g de semillas contienen aproximadamente:

  • Proteína: 36 gramos
  • Carbohidratos: 40 gramos
  • Fibra: 19 gramos
  • Ácidos grasos insaturados: 8,8 gramos
  • Potasio: 1 gramo
  • Sodio: 15 miligramos
  • Calcio: 176 miligramos
  • Magnesio: 198 miligramos
  • Hierro: 4,4 miligramos
  • Vitamina C: 4,8 miligramos

1. Grandes dosis de proteínas

Dependiendo de la variedad, 100 g de semillas de altramuz contienen hasta 40 g de proteína. Otras fuentes vegetales no pueden ofrecer tanta proteína.

Lo especial de las proteínas del altramuz es que contiene todos los aminoácidos esenciales que nuestro cuerpo necesita y que no puede producir por sí mismo.

Las proteínas son los componentes básicos de los tejidos. Son esenciales para la construcción y la renovación celular.

2. Actúan contra la gota y los cálculos renales

Las semillas de altramuz y los productos veganos elaborados con su harina son bien tolerados por personas que padecen gota o cálculos renales.

Los depósitos en las articulaciones que causan la dolorosa gota o conducen a la formación de cálculos renales están relacionados con niveles elevados de ácido úrico en la sangre.

El ácido úrico se forma como un subproducto de descomposición de las purinas. Estas sustancias se encuentran en muchos alimentos proteicos de origen animal. Las personas que sufren trastornos metabólicos como la gota no puede excretar todo el ácido úrico producido por la descomposición de las purinas. En estos casos se recomienda una dieta baja en purinas. Los altramuces contienen proteínas, pero son pobres en purinas.

3. Reducen los niveles de colesterol

Las semillas de altramuz no contienen gluten ni colesterol. De hecho, la fibra dietética de las semillas incluso tiene un efecto positivo en el nivel de colesterol en la sangre.

Un estudio australiano mostró que la fibra de altramuz podría reducir los niveles de colesterol LDL dañino en la sangre. A la misma conclusión llegó otro estudio alemán de la Universidad Halle-Wittenberg.

Los niveles elevados de colesterol son responsables de enfermedades cardiovasculares peligrosas y causar ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares.

4. Protegen la piel

Las semillas de altramuz están llenas de pigmentos vegetales. Su color amarillo anaranjado brillante es el resultado del contenido en carotenoides. Los altramuces son particularmente ricos en betacaroteno, que se metaboliza en vitamina A en nuestro cuerpo.

La vitamina A tiene un efecto protector y beneficioso sobre las células de la piel. Solo si nuestro organismo tiene suficiente vitamina A disponible se puede reparar el daño que los radicales libres causas en las células de la piel y se pueden formar nuevas células sanas.

Al mismo tiempo, la vitamina A es beneficiosa para la vista. La vitamina se usa para construir pigmentos visuales en las células de los ojos. Si carecemos de vitamina A, disminuye la visión con poca luz.

No comas semillas de altramuz crudas

Los altramuces silvestres y los altramuces de jardín se ven hermosos con sus altísimas inflorescencias, pero sus semillas son venenosas.

Las semillas de altramuz contienen naturalmente lectinas, sustancias amargas que pueden causar parálisis respiratoria potencialmente mortal en humanos.

Tradicionalmente, antes de que las semillas de altramuz se pudieran comer, tenían que ser conservadas en salmuera durante varias semanas, luego hervidas y procesadas para eliminar las lectinas tóxicas de las semillas.

Hoy, sin embargo, los cultivos de altramuces se han seleccionado para que apenas contengan lectinas.

Referencias científicas: