España se halla en el séptimo lugar de la Unión Europea que más productos alimenticios tira a la basura, con una cifra que alcanza la escalofriante cifra de 7,7 toneladas anuales.
El 42% del desperdicio no se producen en los campos, en la distribución o en las tiendas, sino en los propios hogares. Parte de los alimentos se tiran por una confusión: tomar la "fecha de consumo preferente o recomendado" por la "fecha de caducidad".
Diferencia entre la fecha de consumo preferente y la fecha de caducidad
La mayoría de los consumidores busca una fecha en el envase y la interpreta como el momento a partir del cual no debe consumir el producto.
Sin embargo, la fecha indicada puede ser la de "consumo preferente o recomendado", que es la que el fabricante estima en que el producto conserva la máxima calidad, pero después de esa fecha puede que su sabor o textura no sean tan buenos, pero su consumo no implica un riesgo para la salud. La fecha en que esto ocurre es la verdadera fecha de caducidad, que se utiliza en productos muy perecederos como carnes, pescados, productos al vacío o pasteurizados.
Vamos a repasar los productos que suelen ofrecer una fecha de consumo preferente y cómo actuar en cada caso. Si se conservan bien y se observa su estado, se pueden consumir sin problemas después de la fecha indicada.
Alimentos que puedes seguir consumiendo pasada la fecha de consumo preferente
1. La sal
La sal se almacena en las montañas durante millones de años, no se estropea tan rápido y en realidad no necesita una fecha de caducidad. Solo se requiere precaución con la sal que contiene aditivos como agentes separadores o yodo.
Para que se conserve, la sal no debe mojarse. La sal pura de mar, del Himalaya o de mesa que se ha almacenado en seco sazona bien incluso después de años de pasada su fecha de consumo preferente.
2. El azúcar
Al igual que la sal sin tratar, el azúcar eventualmente puede atraer humedad y aglomerarse. Pero no se estropea. Por lo tanto, la fecha de caducidad es innecesaria para el azúcar y puede usarla si la tienes almacenada en un lugar seco durante mucho tiempo. Para mantener la humedad alejada de azucareros y saleros es buena idea poner unos granos de arroz en estos envases, pues absorben la humedad.
3. La miel
Incluso después de muchos meses y sin abrir, la miel sigue siendo oro dulce. Puede que cristalice debido a la temperatura; si la quieres líquida solo tienes que calentarla al baño María. Cuando se almacena en un lugar fresco, seco e higiénicamente perfecto, la miel generalmente permanece comestible mucho después de la fecha de vida media mínima.
Si aparece moho en la miel, lo más probable es que no sea por culpa de la humedad y las bacterias que han dejado las cucharillas y que antes estuvieron en la boca o en otros productos.
4. El arroz blanco
A diferencia del arroz integral con su mayor contenido de grasa, el arroz blanco no se echa a perder. Cuando se almacena en un lugar seco y oscuro, el grano básicamente dura para siempre.
Los tarros o latas con tapón de rosca son ideales para almacenar arroz durante mucho tiempo. A este comida también le gusta la oscuridad. Especialmente cuando el envase se ha abierto.
5. La pasta
La pasta seca hecha con sémola de trigo duro se pueden disfrutar durante mucho tiempo. Si se ha superado la fecha de consumo preferente, debes prestar atención al olor y a la composición de la pasta para determinar su vida útil. Las excepciones son las pastas con huevos o cereales integrales que pueden estropearse antes.
6. Las legumbres secas
Las legumbres de todo tipo suelen conservarse mucho más tiempo cuando están secas. Las alubias, las lentejas y los garbanzos que compras secos en paquetes pueden durar meses. El requisito previo es almacenarlos en un lugar fresco y seco, pero no en el refrigerador.
Sin embargo, el tiempo de cocción puede cambiar después de que haya expirado la fecha de consumo preferente. Si huelen o se ven raras antes o después de cocinarlas, debes mantenerte alejado de ellas. Lo mismo se aplica en el caso de que se hayan establecido parásitos como las polillas.
7. El café
El café comienza a amargar en cuanto se abre el paquete. Pero un paquete sellado con granos molidos o enteros no necesita realmente una fecha de caducidad. El paquete sellado y dura prácticamente para siempre. Una vez abierto, pierde gradualmente el aroma.
8. Galletas y chocolate para la eternidad
Las galletas y el chocolate se pueden comer durante varios meses después de la fecha de consumo recomendado. Sin embargo, cualquiera que haya comido chocolate fresco sabe que el sabor es insuperable.
9. El agua mineral
El agua sin abrir se puede conservar durante meses, pero hay una diferencia entre las que están envasadas con plástico o con cristal. Después de la fecha de consumo preferente puede aumentar la liberación de sustancias procedentes del plástico, que, por otra parte, siempre puede producirse.
Por tanto, no es recomendable conservar el agua en botellas o garrafones de plástico. Sin embargo, el agua mineral en botellas de vidrio se conserva mucho más tiempo.
10. La pimienta
En principio, las especias tienen fechas de consumo preferente y caducidad, pero si se conservan bien, tardan mucho en ponerse malas. Eso sí, después de muchos meses, el aroma puede disminuir y con él el sabor. El olor y el sabor son los mejores indicadores para saber si el producto sigue siendo comestible.
11. Productos congelados
Los productos congelados pueden durar varios meses tras la fecha de consumo preferente, sobre todo si se ha sido absolutamente escrupuloso con el respeto de la cadena del frío. Si se abre el congelador con frecuencia, la calidad de los alimentos en envases abiertos puede resultar perjudicada.
12. La harina
Al igual que el azúcar o la sal, la harina se puede conservar durante mucho tiempo más allá de la fecha de consumo preferente. Siempre es importante que la revises en busca de humedad, grumos o polillas. El sabor (enranciamiento) y el olor también deben ser perfectos.
La Plodia interpunctella es la polilla de la harina y otros alimentos. Hay que señalar que es no significa ningún peligro para la salud de las personas, pero a nadie le gusta verlas en los paquetes. Las largas pueden perforar perfectamente paquetes de papel, cartón e incluso plástico, haciendo pequeños orificios para entra en el producto y alimentarse. La manera de evitarlas es guardar la harina, el arroz u otros cereales secos en frascos de cristal o plástico duro.
13. La mostaza
La mostaza también es uno de esos productos que duran mucho más que lo indicado en la fecha de consumo preferente. En general, la mostaza debe conservarse en el frigorífico cuando está abierta. Incluso entonces, la mostaza se mantiene sin estropearse durante mucho tiempo. Sin embargo, el sabor puede deteriorarse con el tiempo.