Una ingesta elevada de alimentos ultraprocesados ​​se asocia con un mayor riesgo de desarrollar enfermedad inflamatoria intestinal, incluidas la enfermedad de Crohn y la colitis, según una investigación publicada en el British Medical Journal. Varios estudios anteriores relacionaban los ultraprocesados con mayores tasas de cáncer, diabetes, depresión y mortalidad.

En España, la media de la población consigue el 25% de las calorías diarias consumiendo casi 400 g de alimentos ultraprocesados. Este porcentaje se eleva hasta el 70% de las calorías en los niños y adolescentes. Estos malos hábitos de consumo ponen en riesgo la salud de una parte importante de la población. Para reducir este peligro, se recomienda sustituir los ultraprocesados por alimentos enteros naturales, especialmente vegetales.

Los ultraprocesados son inflamatorios

El sistema de clasificación de alimentos NOVA define los ultraprocesados como productos de bajo costo, ​​elaborados con azúcares y grasas añadidas, sal, aditivos, conservantes y estabilizadores y otros aditivos.

Entre ellos se encuentran, por ejemplo, los refrescos, las patatas fritas, los dulces y los helados, las salchichas y otros productos de charcutería o los nuggets de pollo. Dicho de otra manera, cualquier producto envasado con una lista de más de cinco ingredientes es probablemente un ultraprocesado.

En cambio, alimentos sin procesar son las hortalizas, las frutas, los cereales integrales, las legumbres, los frutos secos y las semillas sin tostar ni salar, y los huevos. Alimentos elaborados que se pueden consumir en cantidades moderadas son los aceites y las conservas.

El estudio, dirigido por el doctor Neeraj Narula, de la Universidad McMaster (Canadá), que ha coordinado un extenso equipo internacional, señalan como ultraprocesados especialmente peligrosos los que contienen aditivos no naturales como sabores artificiales, azúcares, estabilizadores, emulsionantes y conservantes porque pueden afectar la salud intestinal.

El estudio se ha realizado en 21 países

Los investigadores analizaron la ingesta de alimentos de 116.087 participantes en 21 países de ingresos bajos, medios y altos de todo el mundo (la denominada cohorte PURE de epidemiología rural urbana prospectiva) a lo largo de 10 años (de 2003 a 2016).

Los participantes recibieron un cuestionario de frecuencia alimentaria al inicio del estudio para determinar su ingesta dietética habitual. Luego, los investigadores evaluaron cuántos participantes fueron diagnosticados con enfermedad de Crohn o colitis durante el período de estudio y si estaba asociado con su ingesta de ultraprocesados.

Los participantes se agruparon según la cantidad de ultraprocesados que comían a diario: menos de una ración al día, de una a cuatro raciones y más de cinco.

Los investigadores descubrieron una relación entre las dietas ricas en alimentos ultraprocesados ​​y un mayor riesgo de desarrollar enfermedad inflamatoria intestinal. El doctor Narula explica que los participantes que consumían más de cinco raciones de ultraprocesados al día sufrían casi el doble de riesgo de desarrollar enfermedad inflamatoria intestinal en comparación con aquellos que consumían menos de una ración al día.

Además, el estudio concreta que, dentro de los ultraprocesados, los más dañinos son las carnes procesadas, los refrescos, los alimentos con alto contenido de azúcar y los bocadillos salados.

Los emulsionantes y conservantes podrían ser especialmente dañinos

Los alimentos ultraprocesados ​​pueden tener un alto contenido de sal, azúcar, grasa, aditivos y conservantes, todos los cuales se han relacionado con problemas de salud cuando se consumen en exceso.

Pero los autores del estudio tienen la hipótesis de que ciertos emulsionantes y conservantes tienen una relación más directa con la enfermedad porque se ha demostrado que sustancias químicas como la carboximetilcelulosa (E466) y el polisorbato-80 (E433) aumentan la adherencia de algunas especies de bacterias a las vellosidades intestinales, cuya función principal es la absorción de nutrientes.

El estudio también señala que los alimentos fritos se asociaron con un mayor riesgo, posiblemente debido a la mala calidad del aceite o a su procesamiento, que modifica sus propiedades.

Dieta vegetal antiinflamatoria

Del estudio se deduce que para prevenir las enfermedades inflamatorias intestinales o reducir sus síntomas conviene evitar los ultraprocesados y sustituirlos por verduras, frutas, legumbres, cereales integrales, frutos secos y semillas.

La avena, en concreto, es un alimento indicado para reducir la inflamación intestinal, sobre todo porque su fibra soluble favorece el crecimiento de las poblaciones bacterianas que producen butirato, un ácido graso de cadena corta que favorece el buen estado de las paredes intestinales.

Los alimentos ricos en polifenoles, como el té verde, las uvas, las bayas, el cacao puro, las plantas aromáticas y especias como el clavo de olor o el anís estrellado, también son antiinflamatorios.

Referencias científicas: