El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) se define como un cuadro de inatención o impulsividad inadecuada respecto a la edad, con o sin hiperactividad.

Se trata de un cuadro muy subjetivo, desde el punto de vista de los observadores, y según los tests diagnósticos incluiría a niños desde traviesos hasta delincuentes.

Sobre su incidencia se dan cifras muy dispares según el país. Afecta al 5-15% de niños en edad escolar y al 50% de los remitidos a consultas diagnósticas.

Lo cierto es que hay quienes lo consideran un diagnóstico inventado y quienes denuncian falsos diagnósticos y niños maltratados con una medicación agresiva.

¿Estamos, pues, ante una epidemia de niños distraídos y agitados, o una enfermedad fraudulenta inventada por el complejo médico farmacéutico industrial?

El TDAH se vincula a un déficit de ácidos grasos esenciales, sobre todo el ácido docosahexaenoico (DHA). Las leches de fórmula no procuran DHA, por lo que el riesgo es doble en los niños alimentados con biberón.

Se dice asimismo que el TDAH aumenta en madres fumadoras o expuestas a neurotoxinas en el embarazo (metales, disolventes, plaguicidas, bifenilos policlorados, alcohol, drogas).

Abusar de grasas trans, por otra parte, altera el desarrollo cerebral del feto y el lactante, y bloquea la conversión enzimática de los ácidos grasos esenciales de origen vegetal.

Nutrientes indispensables contra el TDAH

En el desarrollo y evolución de este trastorno parecen estar implicados estos minerales y vitaminas:

  • Magnesio: se han observado concentraciones bajas en el suero, hematíes y el pelo de los niños con TDAH. La suplementación mejora el comportamiento.
  • Cinc: los niños con bajo nivel de cinc en la sangre muestran también bajo nivel de ácidos grasos libres. Y concentraciones bajas en el pelo se asocian a una menor respuesta al tratamiento médico con anfetaminas. El cinc puede reducir la hiperactividad.
  • Hierro: ayuda a regular la actividad dopaminérgica. Los suplementos pueden reducir la sintomatología en niños con TDAH no anémicos en unos 30 días.
  • Vitaminas: en niños con TDAH se han observado niveles bajos de B1.

¿Qué caracteriza a un niño con TDAH?

El diagnóstico debe realizarlo un profesional y deben descartarse trastornos con síntomas similares.

Los niños con TDAH presentan un bajo rendimiento escolar, problemas de conducta, bajo nivel de atención, no acaban tareas ni saben organizarse, les cuesta escuchar y tienden a responder precipitadamente.

¿Cómo se suele tratar el TDAH?

Al contrario de lo que se podría creer, no se trata con relajantes sino con estimulantes (tipo anfetaminas), a fin de favorecer la producción de dos neurotransmisores que suelen estar bajos: la noradrenalina y la dopamina.

También se usan antidepresivos, antihipertensivos y atomoxetina, un inhibidor de la recaptación de noradrenalina.

¿Hasta qué punto afecta la dieta en niños con TDAH?

El comportamiento y rendimiento escolar mejora en los niños en que la "comida basura" (sacarosa, saborizantes, colorantes artificiales y conservantes) se sustituye por alimentos nutritivos.

Se aconseja, además, moderar los fritos, el azúcar, la harina refinada y, en general, los alimentos que irritan el intestino.

¿Puede influir una alergia alimentaria?

El TDAH puede estar relacionado con la atopia y con alergia o intolerancia a los alimentos. Se observan alteraciones encefalográficas inmediatamente después de que pacientes con TDAH consuman un alimento frente al cual están sensibilizados.

Las dietas con un potencial alergénico bajo mejoran el sueño en niños con TDAH.

¿Los colorantes y los aditivos son nocivos?

Un estudio publicado en The Lancet en 2007 demostraba que ciertos colorantes y conservantes artificiales (E110, E122, E102, E124, E104, E211...) determinan comportamientos hiperactivos en niños de la población general.

Depende de la sensibilidad del niño, pero se recomienda suprimirlos de su dieta habitual.

¿Qué alimentos son más recomendables para niños con TDAH?

Además de cereales integrales, fruta y verdura, proteínas vegetales, agua y fibra, conviene aumentar el consumo de probióticos, que protegen la flora intestinal y reducen la hipersensibilidad inmunitaria.

Las coles pueden ayudar favoreciendo la desintoxicación del organismo. Aquí puedes consultar alimentos y recetas para niños con hiperactividad.

¿Qué suplementos pueden ser útiles?

Los complejos multivitamínicos y suplementos con alta concentración de minerales: calcio, magnesio y cinc (la adición de hierro es útil en niños y adolescentes con anemia o una disminución de las reservas de hierro).

Además, son convenientes los antioxidantes, como el picnogenol o los extractos de té verde o semilla de uva.

¿Deben los niños con TDAH evitar algún medicamento?

Una posible respuesta es: sobre todo los que se usan para tratar la enfermedad, pero hay otros, como la aspirina, que irrita el tubo digestivo, o los antibióticos, que alteran la flora.

La flora normal mantiene la mucosa como defensa, desarrolla la tolerancia a ciertos alimentos y mejora la permeabilidad intestinal.

¿Ayuda tomar una infusión relajante?

No. Más bien se usa extracto de té verde o plantas estimulantes.

La combinación de extracto de ginseng americano y de ginkgo biloba mejora el comportamiento y rendimiento escolar.

La L-teanina, un aminoácido del té verde, reduce la ansiedad, favorece el sueño y la concentración, y mejora la actividad dopaminérgica cerebral.

¿Qué otras terapias son recomendables para el TDAH?

Los tratamientos cognitivo-comportamentales aplicados en el hogar y en el colegio pueden ser eficaces. La estrategia más razonable es abordar el problema de forma general, teniendo en cuenta tantos factores como sea posible.

Realizar ejercicio físico regularmente y reducir el estrés también puede ser de ayuda.