Existen 3 motivos principales para elegir quesos veganos: por ética, para no consumir alimentos de origen animal; por intolerancia a la lactosa o la caseína de la leche, o para evitar el colesterol. Son una alternativa menos calórica, con una textura y sabor similares, y muy ricos en nutrientes.

Los quesos veganos se elaboran a partir de diferentes ingredientes básicos. Se pueden hacer, por ejemplo, con derivados de la soja (tofu sedoso o firme, leche o yogur de soja), leches vegetales (de arroz o de avena) o pastas y yogures de frutos secos o semillas remojados.

Los quesos veganos son sanos, nutricionalmente completos y sin efectos secundarios

Una especialidad aparte son los quesos raw o crudiveganos, en los que no se emplean productos refinados y que no se someten a más de 42°C, para no desnaturalizar sus ingredientes y preservar todo su valor nutritivo.

La textura está muy lograda, te sorprenderá. Para dar elasticidad y una consistencia de queso sin afectar al sabor, se utilizan almidones (de tapioca o patata, harina de arroz glutinoso, almidón modificado); gelificantes como el agar-agar; espesantes o estabilizadores, y también emulsionantes como la lecitina (de soja o girasol).

La cremosidad y la firmeza se consiguen añadiendo aceites como el de coco crudo, con su peculiar sabor o bien desaborizado y refinado.

El sabor a queso se consigue con ácidos naturales como el limón y el vinagre de manzana sin pasteurizar, o con rejuvelac, un agua fermentada que se obtiene a partir de germinados. También se pueden emplear fermentos y bacterias como se hace con los quesos lácteos.

Para añadir más sabor se puede recurrir a ingredientes como la levadura nutricional, ajo, tomate seco, alga espirulina, sal, chile, pimienta, hierbas aromáticas y saborizantes o aromas naturales.

¿Por qué son más sanos y completos?

Los quesos veganos aportan una energía pura y nutritiva. En los veganos, en especial los crudiveganos, todo son ventajas. No solo están menos procesados y son más naturales que los quesos lácteos, sino que son muy completos. Aportan abundante energía en forma de hidratos de carbono, acompañados de fibra. También grasas saludables y proteínas de calidad.

Los ingredientes usados como base de los quesos los convierten en una gran fuente de calcio y otros minerales y oligoelementos. Además son ricos en vitaminas como la E, la provitamina A, las del complejo B y la C. Aportan además bacterias probióticas, que protegen la microbiota o flora intestinal.

Opciones sanas para todos

Nadie tiene que renunciar al queso. Para las personas con problemas intestinales, intolerancias o alergias existen versiones libres de gluten, de soja y de frutos secos que pueden ser elaboradas con semillas como las de girasol o con almidones y aceites.

Los quesos vegetales están libres de residuos de hormonas, pus y toxinas contenidos en los lácteos y generados por los antibióticos, pesticidas y desinfectantes asimilados por las reses en el proceso de producción industrial.

¿Dónde se pueden conseguir?

Encontrarás quesos veganos en las tiendas de alimentación "vegan friendly" y sobre todo en los comercios de alimentación saludable y ecológica. También los hallarás en las ferias veganas y en los restaurantes veganos, pero lo mejor es que puedes hacerlos en casa.

Puedes elaborar las recetas publicadas en esta web:

O puedes asistir a talleres presenciales de expertos que resolverán todas tus dudas y podrás degustar los resultados.