Cuidar el desayuno es preocuparse por empezar bien el día. Si no sueles desayunar porque se te echa el tiempo encima, o si desayunas cualquier cosa porque es lo único que tienes, estos consejos de Nuria Roura, coach de salud y autora de libros como Aprende a vivir, aprende a comer (Ed. Zenith), te permitirán organizar mejor tu despensa y tener a mano lo que necesites para prepararte un desayuno saludable.
El secreto de un desayuno saludable empieza en la despensa
Tanto si desayunas en casa como si acabas picando algo a media mañana en el trabajo, un poco de previsión y algo de orden serán tus mejores aliados:
- Compra los ingredientes básicos: Haz una lista de los alimentos básicos que necesitas para elaborar desayunos saludables. Puede ser, por ejemplo, fruta fresca, fruta seca, fruta deshidratada sin azúcar, grasas saludables (semillas, frutos secos, aguacate, aceites de calidad, patés de frutos secos), cereales integrales y pseudocereales sin gluten (harina, trigo sarraceno, mijo, teff, arroz integral), harinas integrales sin gluten, bebidas vegetales...
- Guardarlos alimentos de manera intuitiva: La idea es que te sea fácil encontrarlos, pues por la mañana lo más habitual es que quieras ser lo más ágil posible. Si aún no reconoces muy bien algunos ingredientes, puedes poner etiquetas e indicar el nombre y el tiempo de cocción.
- Compra siendo consciente de qué estilo de vida tienes o de qué semana te espera: Si sabes que vas a estar fuera unos días, no te excedas en producto fresco que pueda estropearse, o si te vas de viaje compra semillas, frutos secos y fruta deshidratada para desayunar fácilmente.
- Prepara con antelación: Hay desayunos con los que puedes ser previsor y que te puedes hacer la noche anterior, como la base de un pudín de chía o un batido verde si lo guardas en la nevera con un recipiente que cierre herméticamente.
Otros desayunos incluso los puedes preparar para más de un día, como los yogures crudiveganos, las bolitas energéticas, el pan o los cereales hervidos. - Prevé tener algo para llevar: Ser previsor también implica llevarte alimentos o preparaciones saludables si no puedes desayunar en casa o si vas a comer muy tarde. Piensa, por ejemplo, en opciones como fruta fresca o deshidratada, frutos secos, mantequillas o patés vegetales, sticks de verduras, el resto de batido que te haya sobrado del desayuno en casa, pan casero y un aguacate para hacerte tostadas, etc.
No caigas en la trampa de pensar que, como no tienes hambre en ese momento, ya no lo tendrás más tarde. Siempre es mejor llevar algo saludable encima que de repente te entre el hambre y no tengas nada. Si te ocurre esto, terminarás comiendo cualquier cosa o llegarás a la comida con mucha ansiedad, necesidad de carbohidratos de absorción rápido o con una bajada de energía o glucosa tan fuerte que terminarás comiendo algo poco saludable y demasiado deprisa.