¿Cuál es la mejor forma de diseñar una dieta saludable? Las tablas que clasifican los alimentos según el predominio en su composición de algunos nutrientes no reflejan elementos muy esenciales e igualmente necesarios para la salud. Por otro lado, seguirlas nos obligaría a realizar continuos y complejos cálculos a diario para intentar ajustar las calorías, las proteínas, los hidratos de carbono, los lípidos, las sales minerales y las vitaminas esenciales para cada comida.
¿Te imaginas haciendo complejas ecuaciones cada vez que vas a preparar una comida «equilibrada»? Inténtalo: coge un simple bocadillo –de lo que sea– y deduce las cantidades en gramos de hidratos de carbono, proteínas y lípidos que ingerirás. Después busca una tabla nutricional y averigua qué proporciones obtendrás de las cantidades recomendadas de cada aminoácido, lípido, vitamina y mineral esenciales… Y luego haz lo mismo con el desayuno, con los tres platos de la comida del mediodía, con la merienda y con los platos de la cena…
Dieta regeneradora
Quizá sea más sencillo dejar de lado las reduccionistas tablas nutricionales y clasificar los alimentos en función de otros parámetros que aporten información más sustancial. El objetivo de esta nueva clasificación es reflejar la compleja realidad que gira en torno a la alimentación.
Calidad en lugar de cantidad. Resulta más esclarecedor y saludable separar los alimentos según su aportación global positiva o negativa, es decir, usar una clasificación que nos informe de lo cualitativo, en vez de centrarse solo en lo cuantitativo. Así, la mayor parte de los alimentos que predisponen a gozar de buena salud podemos calificarlos como «alimentos generadores» de vida.
En cambio, aquellos alimentos que alteran de forma negativa los procesos biológicos o que contienen sustancias tóxicas o potencialmente nocivas pueden clasificarse como «alimentos degeneradores». Finalmente, existe un tercer grupo de alimentos que han demostrado con creces tener efectos positivos en los procesos metabólicos, preventivos de ciertos trastornos de salud e incluso terapéuticos para numerosas dolencias. Nos hallamos ante alimentos que pueden ser clasificados como «alimentos regeneradores». Clasificación que denominamos «índice GDR de los alimentos».
Efecto en el cuerpo. Un alimento refinado y elaborado industrialmente puede mostrar una composición nutritiva similar a un alimento natural e integral, sin embargo son muy diferentes. Si comemos un alimento nutricionalmente «equilibrado» pero elaborado con elementos refinados y reconstituidos, es probable que provoquemos en el cuerpo una respuesta inflamatoria. En cambio, un alimento natural y fresco –por ejemplo, un aguacate en su punto de madurez– genera una reacción antiinflamatoria muy beneficiosa.
La clave es elegir bien. Lo ideal es que nuestra alimentación incluya la mayor proporción posible de alimentos regeneradores, seguidos de alimentos generadores y pocos o ningún alimento degenerador. Y que evitemos las altas temperaturas al prepararlos. Tan sencillo como eso.
Con una base vegetal. Casi la totalidad de los alimentos regeneradores son vegetales. Cada día aparecen más artículos científicos que resaltan que una alimentación rica en vegetales alarga la vida porque reduce la incidencia del cáncer y de las enfermedades cardiovasculares, que son las principales causas de muerte.
La lista GDR de los alimentos
Alimentos regeneradores
No solo nutren, sino que refuerzan la salud y el bienestar físico y mental.
- Verduras y frutas: Especialmente las de colores intensos, en crudo.
- Frutos secos: Sin salar ni tostar aportan ácidos grasos esenciales como el omega-3.
- Cereales: Siempre que sean integrales, poco elaborados y de producción bio.
- Setas: Shiitake, maitake o reishi contienen estimulantes de la inmunidad.
- Condimentos: Cúrcuma, jengibre, azafrán... ofrecen antioxidantes y antiinflamatorios.
- Aceite aove: El de oliva virgen extra aporta grasa sana y polifenoles antioxidantes.
- Plantas medicinales: Son una farmacia natural de sustancias activas.
- Proobióticos: Aportan bacterias beneficiosas a la microbiota, clave para la salud.
Alimentos generadores
Aportan sustancias necesarias para la vida.
- Pan: Elaborado a la manera tradicional, en dosis moderadas, aporta energía.
- Legumbres: Son la fuente más sana de proteína, acompañada de fibra y vitaminas.
- Verduras cocidas: Poseen menos nutrientes, pero siguen siendo sanas.
- Aceites vegetales: Mejor si son virgen extra (de primera presión en frío).
Alimentos degeneradores
Alteran los procesos biológicos.
- Harinas refinadas: Provocan una variedad de alteraciones metabólicas.
- Azúcar blanco: Inflama, resta nutrientes y modifica la flora intestinal.
- Aperitivos salados: Contienen demasiado sodio, aditivos y grasas alteradas.
- Carnes rojas y lácteos: elaborados con aditivos y azúcares añadidos son degeneradores.