Los productos de soja a veces se etiquetan como nocivos e incluso cancerígenos, debido al potencial efecto estrogénico de las isoflavonas. Sin embargo, los estudios epidemiológicos han comprobado que su consumo está asociado a una menor incidencia de cáncer y un estudio reciente ha mostrado que puede reducir el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón.
El cáncer de pulmón es el responsable del mayor número de muertes relacionadas con la enfermedad en todo el mundo, tanto en países ricos como en los pobres. El tabaquismo es responsable del 25% de los casos, pero el 75% restante responde a otras causas.
Una dieta adecuada reduce el riesgo de cáncer de pulmón
Una alimentación equilibrada es un factor preventivo importante. Por ejemplo, se debe evitar el azúcar porque una dieta alta en azúcar puede aumentar el riesgo de cáncer de pulmón, según un estudio realizado en el MD Anderson Cancer Center, mientras que una dieta alta en fibra y muchas frutas y verduras protege los pulmones.
A partir de estudios en animales e in vitro se sabe en concreto que la soja también posee un efecto protector contra el cáncer. En estos estudios, el alto contenido de isoflavonas de la soja pudo inhibir el desarrollo del cáncer y conducir a un mejor pronóstico para el tumor existente.
Las isoflavonas de soja inhiben el cáncer
Las isoflavonas inhiben la angiogénesis (el crecimiento de vasos sanguíneos nuevos que los tumores necesitan para crecer) y la metástasis (diseminación del cáncer a una parte del cuerpo distinta de donde comenzó) y también contrarrestan el estrés oxidativo, por lo que también tienen efectos antioxidantes.
Dado que el consumo de soja ha demostrado ser útil y protector en estudios epidemiológicos en formas de cáncer dependientes de hormonas (cáncer de mama, útero y ovario), se asume que las isoflavonas se unen al receptor de estrógenos y de esta manera frenan el desarrollo o la progresión del cáncer, porque cuando las isoflavonas bloquean los receptores de estrógeno, estos ya no pueden impulsar el cáncer.
La soja protege especialmente a las mujeres y a los no fumadores
Los receptores de estrógeno también juegan un papel importante en el cáncer de pulmón, razón por la cual el efecto protector de los productos de soja en relación con el cáncer de pulmón se examinó en un extenso metanálisis de 11 estudios epidemiológicos. Se descubrió que las mujeres en particular podían beneficiarse de las propiedades protectoras de la soja.
Su riesgo de desarrollar cáncer de pulmón se redujo en un 21 por ciento si tomaban alimentos a base de soja. En las no fumadoras, el consumo frecuente de soja hacía descender el riesgo un 38 por ciento. En las fumadoras, los efectos nocivos del tabaquismo predominan y consumir soja no les ayuda mucho.
Dado que las personas a las que les gusta comer soja generalmente se alimentan y viven de manera más saludable, es decir, también hacen más deporte y beben menos alcohol, a menudo se dice que es la forma de vida en general la que tiene un efecto protector. Sin embargo, en los estudios mencionados se aisló con precisión el efecto del consumo de soja de otros factores.
Por supuesto ningún estudio avala la soja como escudo frente al cáncer o su utilidad en el tratamiento. La soja solo es preventiva en el marco de una dieta y un estilo de vida saludables. Y lo es en medida similar a otros alimentos vegetales ricos en antioxidantes y nutrientes. Productos derivados de la soja como el tofu o la leche pueden incluirse en la dieta por su riqueza en proteínas y minerales como el calcio o el hierro.
Referencias científicas: