6 coles con una química prodigiosa

Ricos en todo tipo de nutrientes, los distintos tipos de coles son esenciales para tu dieta. Prueba la col lombarda, la col de bruselas, la famosa kale...

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Sus compuestos azufrados se transforman al digerirlos en agentes desintoxicantes y anticancerígenos. Su mejor momento es el invierno y hay que aprovechar para comerlas a diario.

1. Col lombarda, la col que te llega al corazón

Entre todas las coles, los científicos se sienten especialmente atraídos por las moradas, como la lombarda. La razón son las cianidinas, un tipo de antocianinas que, además de darle un color espectacular, son muy eficaces protegiendo los glóbulos rojos y todo el sistema cardiovascular. Está muy indicada en caso de anemia.

5 raciones a la semana son las recomendadas para el conjunto de las coles. Al menos una de ellas puede ser lombarda.

2. Pak Choy, gran fuente de vitaminas A y C

Esta curiosa col, que parece un híbrido de lechuga y apio, es un ingrediente fundamental de la cocina china y de la medicina oriental. Destaca su contenido en betacaroteno (una ración de 100 g satisface el 63% de las necesidades diarias de provitamina A). Además aporta vitamina C (el 52% de los requerimientos diarios) y calcio (el 7%).

Pruébala salteándola tres minutos con jengibre y ajo.

3. Col brotonera, el valor del producto local

Autóctona de la comarca del Garraf (Barcelona), donde se la conoce como espigallera, es una de esas coles locales que merecen ser recuperadas y consumidas. Posee propiedades saludables similares al resto de la familia, pero se caracteriza porque aporta más tallo que hojas o inflorescencias.

A la manera tradicional: se puede cocer al vapor, pero normalmente se corta en trozos y se cuece en mucha agua y algo de sal entre 7 y 15 minutos.

4. Coles de Bruselas, píldoras verdes de salud integral

Ricas en fibra, ácido fólico, vitamina C, betacaroteno y fitoquímicos, apoyan el buen funcionamiento del corazón y del sistema inmunitario, favorecen la digestión y la eliminación. Y aportan casi tanto sulforafano anticancerígeno como el brócoli.

Cocción justa: para que no pierdan propiedades, elige coles de Bruselas frescas (no congeladas), córtalas en mitades y saltéalas unos minutos. Puedes acompañarlas de nueces y levadura nutricional.

5. Romanesco, una joya de la naturaleza

Antes de hincarle el diente resulta inevitable observar el prodigioso diseño de la flor: un fractal resultado del desarrollo de la proporción áurea. ¿Al comerla incorporaremos de alguna manera la sabiduría de la naturaleza? Seguro que sí, junto con compuestos químicos que nos desintoxican (esto lo sabemos a ciencia cierta).

Su forma obedece a la "matemática sagrada" de la proporción áurea.

6. Kale, la col más actual y nutritiva

La kale es la variedad con una mayor concentración de nutrientes, especialmente calcio, hierro, vitamina C (50 g aportan el 100% de las necesidades diarias) y provitamina A (150%). Para comerla cruda hay que trocearla y darle un buen masaje con aceite de oliva y unas gotas de zumo de limón (puedes añadir ajo, cilantro y cayena).

Para hacer chips: pon los trozos de hoja en el deshidratador (12 horas) o en el horno a 75 ºC durante 15 minutos.

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