No hagas dieta: ¡cambia tu alimentación!

Te propongo cambiar el chip, dejar las dietas y adoptar un estilo de vida detox. Comer de forma que tu cuerpo se depure naturalmente a todas horas, sin frenazos ni acelerones. Te sentirás mejor, perderás peso y te resultará mucho más fácil.

Estilo de vida detox

Los medios de comunicación nos bombardean con información sobre dietas de moda y planes depurativos extremos, y esa información en ocasiones puede ser un tanto confusa…

En este post me gustaría hablarte de la importancia de seguir un estilo de vida saludable que te ayuda a depurar de forma diaria. Lo contrario de seguir dietas estrictas o planes detox cortos.

Verás que es una propuesta más fácil y llevadera, además de que podrás mantenerla durante mucho más tiempo, porque no se trata de un plan, sino de un estilo de vida.

Hacer dieta o depurar: he ahí la cuestión

Cuando oímos la palabra dieta, la asociamos a limitarse a pequeñas cantidades o a alimentos especiales con el objetivo de perder peso.

En cambio depurar implica cambiar de hábitos con la intención de eliminar sustancias tóxicas.

El problema está en nuestra interpretación. Muchos piensan en detox como un nombre, pues lo usamos en frases como "hacer un detox" durante unos cuantos días. Pero realmente lo que es válido es el verbo, "detoxificar": pensar en seguir un estilo de vida que nos permita depurar el cuerpo continuamente, porque acumulamos toxinas también constantemente.

Por qué cuesta tanto hacer dieta y mantenerla

En una dieta, te limitas a consumir unos alimentos específicos para seguir un plan o cumplir con una restricción calórica. Por eso, hacer dieta puede derivar en falta de satisfacción, lo que provocará que no sea sostenible en el tiempo.

Esta es una de las razones por la que no me gustan las dietas: mucha gente acaba rompiéndolas y volviendo a los mismos malos hábitos de antes. Todos sabemos de alguien que siguiendo una dieta ha perdido peso de forma muy rápida, pero también es verdad que su energía se ha visto decaída y la piel le ha empezado a empeorar, se ve como más arrugada.

Comer de forma que tu cuerpo se depure naturalmente

Personalmente creo en dar una buena educación nutricional que nos dará las herramientas para saber elegir en todo momento lo que más nos conviene comer, en cualquier situación y tiempo.

La clave está en estructurar las comidas de forma adecuada y crear unos patrones y hábitos saludables que satisfagan todas tus necesidades, al tiempo que comes de forma que estarás continuamente depurando el organismo.

Si incorporamos alimentos antioxidantes y ricos en fibra en nuestra alimentación, lograrás descodificar tu cuerpo para limpiarlo de dentro hacia fuera.

Mientras este proceso pasa, también perderás grasa de forma natural, y lo más importante, tu salud mejorará.

Cómo iniciar el cambio a un estilo de vida detox

El objetivo es buscar que te veas y sientas en tu mejor versión. Pero ¿por dónde se empieza? Mi consejo es comenzar por incorporar batidos verdes en tus desayunos.

Lo siguiente es rellenar la nevera y despensa con alimentos de origen vegetal.

Aquí te dejo también la respuesta a algunas cuestiones que surgen con frecuencia cuando se inicia un cambio de alimentación de estas características:

Despacito que tengo prisa

Quizá te preguntes si es mejor empezar gradualmente o ponerte desde el principio al 100%. Pues bien, mi propuesta es Comer Limpio, y comer limpio no es un detox ni una dieta que se practique una semana o 21 días para regresar después a los viejos patrones.

Se trata de una forma de alimentarse a largo plazo y un cambio de estilo de vida. Tampoco quiere decir que debamos eliminar nuestros alimentos favoritos de forma inmediata y no volver a comerlos nunca jamás. Se trata de cambiar nuestra manera de pensar sobre lo que es realmente saludable y nutritivo para nuestro cuerpo y así tomar las mejores decisiones.

Personalmente recomiendo hacer un cambio gradual para ir experimentando cambios positivos que nos empujen a seguir cada día más. Si hacemos el cambio de la noche a la mañana, puede que nos saturemos de tanta información, nos estresemos y sea otro intento fallido.

Por qué no hay que desanimarse al principio

La mayoría de nosotros hemos pasado muchos años consumiendo alimentos acidificantes, que han causado la putrefacción y fermentación de residuos, y que se han quedado cobijados en forma de basura en diferentes partes de nuestro cuerpo.

Si un día decidimos que queremos hacer el cambio y empezamos a consumir solo o mayoritariamente alimentos alcalinos, como las frutas y verduras, también estamos introduciendo los "limpiadores" más potentes que podemos darle a nuestro cuerpo.

¿Qué pasa cuando vertemos una docena de botellas de detergente drenante en una tubería obstruida? Despegaremos una cantidad masiva de materia de las paredes de la tubería, y es mejor que estemos seguros de que ese viejo material que obstruía abandona la tubería por completo. De lo contrario, se quedará atrapada en el medio y estaremos peor que si lo dejáramos incrustada a los lados.

Esto es lo que pasa cuando hacemos cambios drásticos y repentinos en nuestra alimentación. Aunque estemos comiendo alimentos saludables, estamos "despertando un montón de demonios" en forma de toxinas.

Controlar los síntomas que provoca la depuración

Debemos "despertar" esas toxinas en cantidades limitadas para que vayan saliendo del cuerpo de forma controlada.

De lo contrario, corremos el riesgo de padecer demasiados síntomas depurativos, como dolores de cabeza, nauseas, mareos, granitos y erupciones en la piel, diarrea, etc… que nos pueden hacer sentir muy mal.

En ocasiones, como muchos residuos ácidos se están expulsando del organismo, el cuerpo retiene más agua para neutralizarlo, y puede que sintamos que hemos ganado incluso algo de peso. No te preocupes, esto se va rápido.

No todo el mundo pasa por los mismos síntomas. Es más, no tienes ni por qué experimentar uno solo: los síntomas y su duración variarán según tu estado de salud y carga tóxica, la cantidad de toxinas que lleves encima de tu cuerpo antes de empezar con el cambio. Pueden durar desde unos pocos días hasta unas pocas semanas.

Algunos de los síntomas más comunes de la detoxificación son:

  • dolor de cabeza
  • dolor de garganta
  • cansancio
  • erupciones de la piel y acné
  • dolor en todo el cuerpo en general
  • agujetas
  • ligeros mareos
  • mal humor

Estos síntomas suelen ser los más notorios durante las primeras semanas cuando haces la transición hacia una alimentación 100% vegetal.

Pero si sigues firme en tu cambio verás cómo eliminarás gran cantidad de toxinas del cuerpo y terminarás sintiéndote fantásticamente bien y con un cuerpo y apariencia mucho más limpia y esbelta.

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