Cocinar de temporada no tiene más que ventajas: es más barato, más ecológico y nos aporta una dieta más rica.

Al estar acostumbrados a cocinar siempre lo mismo, puede que al abrir un calendario de alimentos de temporada no sepamos qué hacer con los ingredientes que nos proponen. Para solucionarlo te dejo una serie de propuestas que puedes cocinar con las verduras de marzo.

Qué cocinar con los alimentos de marzo

Acelgas

No son tan populares como otras verduras en parte porque las cocinamos mal. Hervirlas demasiado tiempo y servirlas solas, con vinagre y aceite, puede que no sea lo más atractivo para cualquiera, y más cuando podemos hacer platos exquisitos con ellas sin necesidad de comernos mucho la cabeza.

  • Salteadas: es como mejor lucen. Hazlas como cualquier otra verdura de hoja verde, salteadas con pimientos, ajo, especias, etc. Córtalas en trozos medianos y recuerda poner primero las pencas, que tardan un poquito más en hacerse.
  • Como base para una lasaña: corta las pencas enteras, quita las hebras y dales solo un blanqueado (sumergir en agua hirviendo 1-2 minutos y pasar a agua fría). Utilízalas en lugar de la pasta para hacer lasañas. ¡Quedan impresionantes!

Ajos tiernos

Los ajos tiernos o ajetes son de estas verduras de primavera que nos alegran la cesta de la compra. Aportan un aroma tremendo y una textura crujiente junto con un sabor suave. Crudos están muy buenos, por ejemplo en ensaladas, pero podemos hacer muchas más cosas con ellos:

  • Hummus: en lugar de añadir dientes de ajo, pon un par de ajos tiernos, si quieres también con las partes verdes, que le darán un extra de frescor. Te quedará un hummus mucho más suave, con un aroma y sabor sutil a hierbas frescas y ajo.
  • Tortillas de patatas: haz una variante de la tortilla de patatas clásica añadiendo ajos tiernos. Quita las raicillas, lávalos bien y córtalos primero a lo largo y luego a lo ancho, en trozos medianos. Fríelos con la patata cuando esté casi hecha (no necesitan mucho tiempo de cocción). Haz tu tortilla igual que siempre, con mezcla de harina de garbanzos, añadiendo las patatas y los ajos tiernos. Le dan un toque delicioso.

Berenjenas

Son de las hortalizas más comunes y muchas veces no tenemos ideas para cocinarlas. Hay unas cuantas variedades, de tamaños diferentes y colores desde el blanco hasta el morado casi negro. Aunque unas son más dulces o más amargas que otras, se pueden cocinar todas igual.

  • Berenjenas rellenas: es lo más fácil. Ásalas cortadas por la mitad, quita parte de la carne y rellena el hueco con cosas que tengas por la nevera: quinoa cocida, verduras salteadas… si quieres ponle por encima una bechamel vegetal y gratínalo.
  • Al vapor: quedan mucho mejor que fritas, ya que no absorberán aceite. Córtalas en trozos y hazlas al vapor unos 8 minutos. Después puedes saltearlas o dorarlas a la sartén para un extra de sabor. Conservan toda su jugosidad sin quedar aceitosas.

Cebolleta

Una de las ventajas de las cebolletas es que tienen un sabor más suave que las cebollas normales, secas. También tienden a picar menos. De la cebolleta podemos aprovechar tanto el bulbo como los tallos verdes, que tienen un sabor muy agradable, parecido al perejil y la cebolla juntos.

  • Al grill: igual que los calçots, pero con cebolletas. Los calçots son mucho más suaves, pero asando bien las cebolletas conseguiremos un sabor más meloso y suave. Puedes servirlas también con salsa romesco.
  • Sofritos: haz tus sofritos con cebolleta en lugar de cebolla. Pocha primero el bulbo y después, cuando todos los ingredientes estén sofritos, añade las partes verdes picadas finas. Así nos aseguramos de aportar todo el sabor sin que se quemen.

Espinacas

Las espinacas frescas son una delicia y ahora las tenemos de temporada. Se pueden comer crudas, en ensaladas, como hojas para rollitos, etc. También podemos hacer cosas exquisitas con ellas, igual que con otras verduras de hoja verde.

  • De espinacas con garbanzos a espinacas con lentejas: haz el clásico potaje utilizando gran cantidad de espinacas frescas pero variando la legumbre: en lugar de garbanzos usa judías blancas, pintas, carillas, mungo, azuki, o lentejas de la variedad que más te guste. El sabor de las espinacas va genial con todas ellas. Para un toque especial, sirve tu potaje con una cucharada de all i oli en un lado. Es una combinación excelente.
  • Currys verdes: utiliza las hojas de espinaca tanto como ingrediente como colorante. Por ejemplo a la hora de hacer un curry lava un manojo de espinacas frescas y pícalo con la batidora. Añádelo al sofrito cuando esté hecho y sigue con tu receta normalmente. Tendrás un curry verde super fragante.

Rabanitos

Los solemos usar solo para ensaladas y muchas veces se nos ponen malos por no saber qué más hacer con ellos. Los rabanitos pueden llegar a picar un montón (en casa planté en unas jardineras y aquellos que estaban a pleno sol picaban tanto que no pude comérmelos), así que podemos aprovechar esta característica para elaborar salsas picantes, igual que se hace con el wasabi.

  • Vinagreta picante: haz una vinagreta añadiendo un par de rabanitos bien picados con la batidora. Te quedará una vinagreta ligeramente pungente y con trocitos rosas muy llamativos que decorarán cualquier ensalada.
  • Rabanitos asados: una de las formas de aprovecharlos y que piquen menos es asándolos al horno. Córtalos por la mitad y ásalos junto con patatas, calabaza u otras hortalizas que tengas. Añádelos a tus sopas, cremas, salteados o ensaladas. Su sabor mejora mucho y su textura se hace tierna y melosa.

Romanesco

Es como un cruce entre coliflor y brócoli, así que se puede usar como esas dos hortalizas. Es prieto como la coliflor y verde como el brócoli. No tiene floretes tiernos y es más agradable que la coliflor.

A mí me gusta de todas las maneras, pero sobre todo al horno.

  • Asados de romanesco: córtalo en trozos medianos separando los floretes y ásalo junto con otras verduras u hortalizas que quieras (por ejemplo tomates, pimientos, cebolla, etc). El romanesco asado queda tierno y muy fragante, listo para servir tal cual o para completar cualquier plato.
  • Gratinado: otro plato que me gusta mucho hacer al horno. Pongo los trozos de romanesco junto con patatas en láminas finas, tomates en cuartos, caldo de verduras casero, unas nueces y una bechamel con leche de soja. Primero dejo que se cueza todo junto y al final gratino.

Tirabeques

Se comen enteros, con vaina y todo, y tienen un sabor dulzón muy agradable. Los tirabeques tienen que estar frescos y con los guisantes pequeñitos. Si están más maduros tienes que quitar hebras antes de hacerlos. Lo más fácil es saltearlos como cualquier otra verdura.

  • Tirabeques al sésamo: así hago también edamame. Saltea los tirabeques con una pizca de aceite de oliva y espolvorea con sal. Cuando empiecen a dorarse añade 2 cucharadas de semillas de sésamo y sigue salteando. Por último, 1 cucharadita de aceite de sésamo, mezclar y servir. Se puede comer como snack, la verdad es que entran solos.
  • Rellenos: solo tienes que blanquearlos 1 minuto. Después puedes abrirlos y rellenarlos con lo que quieras, preferiblemente algo fresco que combine con su sabor. Por ejemplo una ensaladilla rusa con los ingredientes bien picados, un puré de patatas especiado, sobras de un risotto, etc.