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En papillote
Puede que sea de los métodos de cocción clásicos más infrautilizados, seguramente por desconocimiento, ya que los resultados pueden ser extraordinarios para muchos platos con vegetales. El concepto es muy sencillo: cocinar los alimentos en un paquete hecho con papel para hornear de forma que se cuezan en su propio jugo.
Lo mejor que podemos hacer en papillote son verduras, que se cocinen relativamente rápido y que normalmente se hagan bien al vapor.
Por ejemplo, brócoli, coles de bruselas, alcachofas (siempre peladas y cortadas en trozos más pequeños), espárragos trigueros, setas y champiñones, col, repollo, cebolla, chalotas, puerros, zanahoria (cortada fina), hinojo, hierbas… A los que puedes sumar otros ingredientes que ya tengas hechos, como arroz, quinoa, garbanzos, lentejas, etc.
Si nunca lo has hecho, mi recomendación es que primero busques algún vídeo o fotos que enseñen cómo cortar y cerrar el papel antes de meterlo al horno. Si haces simplemente un saquito se saldrá el vapor, y si el papel sobresale mucho puede quemarse.
La única dificultad (que no es tampoco nada de otro mundo) es esa, la de cerrar bien el papel, pero una vez lo tengas claro podrás hacer cualquier cosa en papillote. Solo es cortar, cerrar y asar, ¡sin más trabajo!